El sector agrícola y agroalimentario de la provincia de Alicante se echó a la calle este sábado en defensa del trasvase Tajo-Segura y contra el cambio de las reglas de explotación y el aumento de los caudales ecológicos que plantea el Ministerio para la Transición Ecológica. El Círculo por el Agua organizó concentraciones simultáneas en 16 municipios de las provincias de Alicante (en cinco), Murcia y Almería bajo el lema «En el Levante, sin trasvase, desierto y paro». Concentraciones y marchas que estuvieron acompañadas de históricas «tractoradas» en Elche, Orihuela y Pilar de la Horadada. Las comitivas recorrieron las carreteras y calles de varios municipios con proclamas como «El problema del río no son los caudales ecológicos ni los regantes, es una cuestión política», «Sin agua: desierto y paro», «El campo muere» o «Sin agua: paro y pobreza», que los agricultores llevaron en sus tractores y vehículos para mostrar su desaprobación al recorte de los caudales del Tajo al Segura y para pedirle al Gobierno que de marcha atrás en sus planes.
Miles de regantes y sus familias, así como vecinos de los diferentes municipios de la provincia y también representantes políticos de todos los partidos, clamaron en las calles contra la propuesta ministerial, que cuenta con el apoyo del Consejo Nacional del Agua, que supone un tijeretazo al Tajo-Segura de 80 hm3, que se sumaría a la reducción a medio plazo de 70 hm3 más que se prevé por los caudales ecológicos, lo que reducirá a la mitad el trasvase. Los expertos hablan de una reducción total de 200 hm3 de agua del Tajo al año a partir de 2022 y un incremento medio del precio del agua del 30%, al sustituir ese caudal por agua desalada, bastante más cara y, en muchas ocasiones, inasumible para los regantes.
Orihuela
La protesta más numerosa fue la de Orihuela, la capital de la Vega Baja, una comarca conocida como la huerta de Europa y que ayer los asistentes a la protesta lamentaron que, con el recorte previsto, «la convierta en el desierto de Europa, como toda la provincia». Unos 500 tractores y 800 vehículos recorrieron las calles de la localidad y de varias pedanías, también de municipios cercanos como Benferri. La numerosa comitiva se concentró en el recinto de Los Huertos, donde durante años se ha celebrado uno de los mercadillos de frutas y verduras más concurridos de la provincia. «Lo que pedimos es agua para que podamos subsistir, sin agua todo esto sería pobreza y a ver si el Gobierno se da cuenta de que aquí, con un poco de agua, se mueven muchos millones», señaló el presidente de la comunidad de regantes del Cuarto Canal de Poniente, David García.
Los mensajes a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, artífice del «tajo» al trasvase, se repitieron en todas las protestas organizadas en el sur de la provincia. El presidente de Asaja en Alicante, Eladio Aniorte, lamentó el recorte que se le quiere dar al trasvase «que recibimos de otras cuencas que se benefician también porque el agua reparte beneficios con todos y esto es una decisión política de un Gobierno, el de España, que se tiene que dejar de artimañas porque son ellos quienes han recortado el trasvase del Segura, también el Ebro».
A la movilización de Orihuela asistieron representantes políticos de varios partidos, tanto del PP (los más numerosos), como del PSOE, de Cs y de Vox. El presidente de la Diputación Carlos Mazón lamentó que «hay decenas de trasvases en España autorizados, que están trabajando bien, y el único que se discute es el que ha decidido el gobierno socialista politizar por unos cuantos votos y prejuicios». Mazón se subió a la parte trasera de una grúa, que hizo de improvisado escenario, para dirigirse a los centenares de regantes movilizados a quienes dijo que «el caudal ecológico que hay que proteger es el Segura porque es donde hay más de 40 millones de árboles que desaparecerán en ese futuro desierto al que vamos abocados», y criticó que a Portugal llegue del Tajo «diez veces más agua de la que necesita y aquí nos quieren dejar desde el Gobierno de España sin una gota».
Alcaldes como los populares Emilio Bascuñana (Orihuela), Teresa Belmonte (Bigastro) y el socialista Luis Vicente Mateo (Benferri) también apoyaron la protesta de los regantes contra el recorte del trasvase. Bascuñana indicó que «nadie puede dar lecciones a la Vega Baja de cómo gestionar el agua bajo criterios de eficiencia y medioambientales», mientras que Belmonte puso énfasis en que «somos ejemplo de optimización de un recurso como es el agua» y Mateo reseñó que «una gota de agua aquí es como una gota de sangre». La anécdota de la jornada la protagonizó un paramotor que desplegó una pancarta en la que se leía «Superviviencia del trasvase».
Elche
En Elche, un centenar de agricultores lanzaron una llamada de auxilio en la marcha a pie advirtiendo que «sin agua, el Levante se muere». La capital del Baix Vinalopó también acogió una tractorada en la carretera de León, en la que participaron 150 vehículos, entre ellos tractores, camiones y coches, a favor del trasvase. «El trasvase Tajo-Segura genera más de 106.000 puestos de trabajo y, además, el sector agrícola aporta 3.000 millones de euros al PIB nacional, recortar el trasvase es una forma de condenar a miles de familias». Con esta justificación, los centenares de agricultores convocados señalaron que la defensa del trasvase Tajo-Segura llegará hasta el final debido a que «el agua no es un privilegio, es un derecho». Asimismo, numerosas pancartas remarcaban que «menos trasvase es igual a más contaminación, más consumo energético, más CO2».
La movilización en Elche contó con la presencia de la consellera de Transición Ecológica Mireia Mollà para mostrar el apoyo del Consell a los agricultores. Para Mollà, «este trasvase es fundamental para la economía y vamos a luchar para que el Ministerio nos garantice ese agua tan necesaria para nuestra tierra» y recordó que «el 80% de lo que producimos, da de comer a Europa, es un sector estratégico para el conjunto de España y el Gobierno central los tiene que escuchar».
La protesta finalizó en la plaça de Baix, donde el alcalde de Elche Carlos González aseguró que «vamos a continuar al lado de los agricultores defendiendo ante el Gobierno de España la necesidad de que esos 300 hectómetros cúbicos de agua sean trasvasados todos los años porque son esenciales para nuestros cultivos y para el desarrollo socio económico de nuestro municipio». El regidor anunció que el 20 de mayo el Ayuntamiento convocará un encuentro de alcaldes del Vinalopó y de l’Alacantí donde se analizarán las medidas y decisiones que se pueden adoptar para respaldar a los regantes. En Elche también estuvieron apoyando a los regantes los alcaldes de Crevillent, José Manuel Penalva, y de Daya Vieja, José Vicente Fernández, ambos de Compromís.
Las movilizaciones contra el recorte del trasvase se repitieron en otros municipios como Los Montesinos, Albatera y Pilar de la Horadada. En este último, cientos de tractores circularon por las calles bajo el lema «Sin agua no hay futuro», en una marcha que encabezó el alcalde de la localidad, José María Pérez, subido en su tractor. «Está en juego la agricultura de cercanía, y que sin agua nuestra zona se convertirá en el desierto de Europa», dijo el regidor. Además, manifestó que «si hubiera tantas depuradoras en Madrid, como las hay en el Levante para depurar el agua, sobraría agua, y no haría falta aumentar los caudales ecológicos».
En Albatera y Los Montesinos tuvieron lugar sendas concentraciones donde se puso de manifiesto que el trasvase «es intocable». En la localidad montesinera asistieron el alcalde de la localidad, el socialista José Manuel Butrón, el presidente de Riegos de Levante Margen Derecha José Antonio Andújar y el vicepresidente Mariano Sáez, quienes expresaron su «preocupación» por la iniciativa que pone en peligro «una infraestructura básica para el bienestar del Levante y de toda España» y pusieron de manifiesto que el trasvase «es intocable».
El sector agrícola se movilizará en Madrid el 24 de mayo
Las movilizaciones en las tres provincias a las que afecta el recorte del trasvase Tajo-Segura solo son el aperitivo a la gran marcha que se espera el 24 de mayo en Madrid. Los regantes lo recordaron en el manifiesto que leyeron al final de cada concentración, que preparó el Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura. En el mismo se recuerda que el trasvase cumple 42 años «en constante lucha» y que la unidad entre sociedad y agricultura «ha costado, cuesta y costará mantener» pero que es preciso salvaguardarla «a toda costa». En el texto señalan que en estas zonas se reutiliza la práctica totalidad del agua regenerada y que entienden que la desalación es un recurso más «en ese totum revolutum de gestión hídrica levantino», pese a su elevado coste y menor calidad. Y culminan que se centrarán en el blindaje del trasvase y que no hay justificación real para su recorte.
