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La CHS niega a Benijófar el agua de la depuradora a su huerta tradicional y parques

La Confederación rechaza dar caudal al Ayuntamiento para el parque de Cañada Marsá si quiere emplear 40.000 m3 para el riego tradicional

La noria sigue siendo el principal dispositivo de extracción de agua y sin consumo eléctrico. | INFORMACIÓN

El Ayuntamiento de Benijófar intentaba resolver un problema y ahora tiene dos. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha denegado al municipio el uso del agua regenerada procedente de su depuradora para el riego de su principal zona verde en Cañada Marsá. En 2018 el Ayuntamiento logró que la CHS autorizara una concesión de agua regenerada de 62.500 metros cúbicos anual para regar el parque de la Cañada Marsá. La gran zona verde de este municipio con 35.000 metros cuadrados. El gobierno local quiso ir más allá y comprobó que con 20.000 anuales era suficiente para esa zona verde y pensó en redistribuir el agua restante a la huerta tradicional, todavía hoy unas 900 tahullas -más de cien hectáreas- junto al Segura, con un contrato de cesión temporal al Heredamiento del Juzgado Privativo de Aguas de Benijófar. Así podría beneficiarse la huerta en periodos de falta de caudal en el Segura -del que tienen una dotación anual de 700.000 metros cúbicos-, avería de la noria que permite todavía extraer el agua del cauce sin necesidad de energía eléctricas o de los motores.

El Ayuntamiento logró una obra de 40.000 euros de la Diputación para construir un depósito con siete mil metros cúbicos de capacidad sobre un suelo municipal para almacenar ese agua para la huerta -terminada desde octubre y sin llenar-. También se construyó el sistema de impulsión capaz de llevar desde la depuradora estos nuevos aportes a las dos acequias que riegan esta huerta.

Sin embargo, la CHS ha remitido al Ayuntamiento una resolución por la que le indica ahora que no podrá emplear el agua para el riego de la Cañada Marsá hasta el fin del año hidrológico -30 de septiembre- si quiere ceder el resto a los huertanos. El alcalde Luis Rodríguez (PP) no entiende qué ha pasado. La única pega técnica que señala el informe de la CHS está relacionada con el tipo de contador volumétrico que se estaba utilizando para registrar el caudal que se destinaba a la Cañada Marsá. «Teníamos concedida el agua para el principal parque del municipio desde 2018, decidimos distribuirla para los regantes y ahora... ¿Si decidimos regar la huerta no tenemos nada?». La propia CHS ha precintado las instalaciones del contador de la impulsión para la huerta.

Imagen del parque Cañada Marsá de Benijófar, que ocupa 39.000 metros cuadrados y se riega con agua regenerada de la depuradora

Esta huerta está pegada a una estrecha franja muy fértil de la margen derecha del Segura entre la autovía Alicante-Cartagena, el casco urbano de Benijófar y Rojales. Cuenta todavía con unos 150 regantes. Algunos de los terrenos han sido rescatados en los últimos años del abandono por vecinos de otros municipios más grandes como Torrevieja. Arrendados por importes simbólicos para que al menos estén cuidados. Pero, en general, siguen siendo rentables y un ejemplo de la mejor huerta de la Vega Baja en un paisaje de contrastes con un casco urbano inmerso en uno de los procesos de urbanización más intensos de la comarca.

El agua de las depuradoras, que hasta hace dos décadas terminaba invariablemente en el río Segura se ha convertido ahora en un bien preciado. Tanto por la carencia de recursos como por la mejora -en algunas instalaciones como es el caso de Benijófar que regenera con tratamiento terciario-. El agua resultante es de mejor calidad que la circula por el propio río, procedente también en su mayor parte de procesos de tratamiento, en especial de las depuradoras de aguas arriba de la capital murciana, Orihuela y Almoradí.

Imagen de la balsa de riego terminada el pasado mes de octubre para reservar el agua destinada a la huerta y que no ha sido llenada

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