Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Segura se llena de espuma a su paso por la Vega Baja por vertidos urbanos tras las lluvias

Detergentes y aceites terminan mezclados con la crecida de los caudales ante la falta de colectores de pluviales en los municipios

Imagen de la espuma en el agua del río Segura a su paso por Rojales. | INFORMACIÓN

Cada vez que aumenta mínimanente el caudal ecológico del Segura en la Vega Baja tras un episodio de lluvias aparece la espuma de detergentes y contaminantes industriales en sus aguas, que sobre todo terminan concentrándose en las aguas del tramo final del río en la Vega Baja. Tras la gota fría del fin de semana ha ocurrido de forma puntual en el cauce urbano de Orihuela y ayer durante toda la jornada en Rojales, desde el azud. En este caso con un residuo espeso de espuma ajeno al propio del componente habitual de las aguas del río en este tramo.

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) pidió ayer a sus guardias fluviales que tomaran muestras del agua en varios puntos del río a su paso por el Bajo Segura. La entidad de cuenca resta importancia a la imagen que presentaba el río, con una capa blanca que cubría casi todo el tramo entre el azud del puente de Carlos III hasta la pasarela peatonal situada doscientos metros aguas abajo.

La CHS indicó que es lo habitual con episodios de lluvia en este punto según sus técnicos, aunque su origen, a simple vista, no es natural. La misma fuente señaló que la presencia de espumas tiene su origen en el arrastre de aguas superficiales que discurren por zonas industriales a las que se agregan aceites y detergentes y que se vierten al río. Ese tipo de aportaciones de caudales mezclados es relevante zonas industriales del entorno de Murcia capital, y según la CHS «no llegan a la Vega Baja».

Los colectivos conservacionistas y los propios ayuntamientos de la ribera del Segura en la Vega Baja sospechan sin embargo que los episodios de lluvia son aprovechados aguas arriba de Orihuela para que algunas industrias realicen vertidos contaminantes sin ser detectados. Con las precipitaciones en la cabecera y la Vega Media -hasta 50 litros por metro cuadrado- en Rojales llegaron a alcanzarse un caudal de 33 metros cúbicos por segundo este martes, cuando lo habitual es que no se registre el paso de ni un metro cúbico por segundo. El agua llegaba en esta ocasión sin muchos residuos sólidos, ni bardomeras, algo a lo que contribuyen las rejas de flotantes situadas en algunos tramos de Orihuela y aguas abajo y a que ha sido una crecida muy sostenida.

Un colector

El río Segura a su paso por la Vega Baja funciona durante buena parte del año hidrológico como un colector de aguas residuales desde que se puso en marcha el trasvase Tajo-Segura a principios de los ochenta y se realizaron las obras de defensa contra las inundaciones en los 90. Hasta iniciada la década de los 2000 las aguas residuales, sobre todo las de Murcia, se vertían sin depurar. Ahora, en su mayor parte, están tratadas. Es lo que permite que la huerta se pueda regar. Sin embargo, casi todos los municipios ribereños carecen de red de pluviales. Con lluvias torrenciales las aguas terminan en el río, mezcladas, por arrastre superficial, con aceites y detergentes acumulados en la calzada. Un impacto ambiental que se ve reducido por la red tradicional de acequias y azarbes.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats