Es uno de los elementos más identificables del principal templo religioso de Torrevieja. La puerta de salida y entrada de procesiones, bodas y entierros en el corazón del casco urbano de la ciudad. La iglesia arciprestal de La Inmaculada de Torrevieja va a estrenar muy pronto una nueva imagen de su portón principal.
El trabajo ha sido encomendado al maestro carpintero y restaurador de puertas nobles Jesús Peloche Ortega, de la empresa Portón y Postigo. El origen de las puertas se remonta a la reconstrucción del edificio en 1940, tras la Guerra Civil y el incendio que destruyó casi por completo la iglesia poco antes de estallar el conflicto -el 3 de marzo de 1936-, aunque el maestro carpintero estima que la madera de pino empleada es más antigua y podría datarse a mediados del siglo XIX. Estos trabajos, valorados en unos diez mil euros, tienen como objetivo reparar la puerta y garantizar su seguridad, pero también realizar una renovación estética más acorde con el conjunto arquitectónico. A la cancela se le va a retirar la capa de cinc, de escaso valor patrimonial, dispuesta en su día para proteger la madera de la salinidad del clima de Torrevieja. El trabajo de ebanistería y forja permitirán recuperar todas las piezas, clavos y remaches.
El restaurador Peloche y el párroco, Manuel Martínez Rocamora, explicaron que la estructura, de más de 5 metros de alto por cuatro de ancho, está bien conservada pero cuenta con un espesor menor de lo habitual para este tipo de puertas. La actual iglesia de La Inmaculada, ubicada sobre una anterior muy dañada por los terremotos del siglo XIX, comenzó a erigirse en 1879 aunque su torres de levante y poniente datan de principios del XX .
