Tras la tempestad, llega la calma. Orihuela pudo celebrar este domingo las actividades que la Concejalía de Medio Ambiente, en colaboración con la de Comercio, había preparado en el Palmeral con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebró este sábado, cuando ante la previsión de lluvia se suspendieron todos los actos previstos y se trasladaron a ayer.
Fue la primera actividad masiva tras los duros meses de pandemia, y el público respondió. Un total de 50 puestos de artesanía jalonaron el marco incomparable del Palmeral de Orihuela, que recordaban al mercado medieval que no pudo instalarse este año por la pandemia.
La Concejalía de Medio Ambiente decidió trasladar los actos previstos al domingo, a excepción del concierto homenaje a El último de la Fila «El último tributo», que se aplaza hasta el 3 de julio a las 21.30 horas en el Palmeral. Así, el programa por el Día Mundial del Medio Ambiente arrancó a las 10 de la mañana con visitas guiadas al Centro de Interpretación y al Palmeral entre quienes se habían inscrito. Los visitantes pudieron disfrutar de una exhibición de un palmerero con la subida a cuerda, como tradicionalmente se hace, en el entorno de este BIC.
Los más pequeños se lo pasaron en grande en el rocódromo y la tirolina infantil y con el tiro con arco. Tampoco se lo pasaron nada mal los participantes en la clase de zumba de «Urban Fitness» ni en el «jumping» organizado por la tarde o en la exhibición de danza a cargo de la Escuela de Ana Belén Navarro.
Durante toda la jornada no faltaron los talleres. Se pudieron ver en directo el trenzado de palma blanca, típico de la Vega Baja en el día de Domingo de Ramos, la exhibición de los estípites de madera de las palmeras que cuando han muerto tienen una segunda oportunidad con la fabricación de muebles, por parte de Vicente Campos, o el de talla con motosierra a cargo de Omar López Nieto. Además, se organizaron talleres de maquillaje artístico, de educación ambiental por la Asociación Faunatura, de dibujo, de pompas gigantes de jabón y hasta de crear nidos.
Y, sin duda, uno de los actos más especiales de la jornada fue la adopción de una palmera por parte de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos «Santas Justa y Rufina», que este año tampoco podrá celebrar los tradicionales desfiles. En el acto se firmó un documento con la Armengola Gloria Quesada a la que acompañaron armengolas de años anteriores. Una palmera del Palmeral ya tiene el nombre de «La Armengola». La asociación también hizo entrega de los premios a los dibujos escolares de este año.
Un día para disfrutar rememorando las fiestas que no se pueden celebrar este año por el covid como el mercado medieval o los desfiles de Moros y Cristianos, por lo que ayer el municipio se quitó esa espina.
