Una ordenación y planificación del territorio más sostenible, que proteja la huerta y que potencie el clúster agroalimentario. Son las bases del Plan de Acción Territorial (PAT) de la Vega Baja que este lunes presentó la Generalitat y que pretende acabar con el modelo de urbanismo depredador que ha caracterizado a esta comarca en las últimas décadas. El conseller de Política Territorial, Arcadi España, se desplazó hasta Jacarilla para dar a conocer el documento que fijará los límites al crecimiento para los 27 municipios de la Vega Baja, y que es de ámbito supramunicipal y de rango superior a los planes de ordenación urbana o las normas subsidiarias vigentes en los municipios. España pidió «consenso» a todos los ayuntamientos de la comarca para el impulso definitivo de este instrumento que, en unas semanas, saldrá a información pública para que los municipios, agentes sociales y económicos puedan hacer sus aportaciones y alegaciones, que las habrá. «Una de las fortalezas de la Vega Baja tiene que ser la unidad, avanzar conjuntamente hacia un futuro sostenible, sin cometer los errores del pasado», dijo el conseller en un acto que contó con la presencia de una representación de alcaldes de la comarca y con la ausencia de colectivos y asociaciones conservacionistas que mostraron su enfado por no haber sido invitadas. El plan pretende combinar la actividad económica (turismo y agroalimentación), con el crecimiento urbanístico basado en la sostenibilidad.
El Plan de Acción Territorial abarca los 27 municipios de la comarca e incide en una población de más de 355.000 personas.
El PAT de la Vega Baja abarca 27 municipios, con una superficie de 957 km2, incide sobre 355.000 habitantes y ha sido elaborado por un equipo técnico con destacados miembros de las universidades de Alicante y Elche y que, además, se basa en el diálogo, como resaltó Arcadi España, con ayuntamientos, agentes sociales y económicos. Entre las propuestas del plan destaca el definir la infraestructura verde de este territorio, con fuerte presencia de riesgos naturales. Se hará desde un punto de vista multifuncional y de refuerzo a la producción de servicios ecosistémicos, en busca de la resiliencia del territorio. Este instrumento tiene en cuenta el cambio climático «en una comarca que es muy frágil a él, y no es una cuestión de futuro sino de presente, como vimos con la DANA», indicó el conseller.
El principal objetivo del Plan de Acción Territorial de la Vega Baja es acabar con el urbanismo depredador y fomentar otro más sostenible.
Además, tiene en cuenta el desarrollo de un plan de ordenación y dinamización de la huerta de la Vega Baja. De esta manera, prevé darle protección a una de las huertas tradicionales más grandes de Europa, con más de 15.000 hectáreas, en una comarca que presenta la mitad de tasa de suelo protegido que la media de la Comunidad -un 24%- y un incremento del suelo urbano del 222% en el periodo entre 1990 y 2012, diez veces superior a la media española. Otro de los pilares del PAT se refiere al sistema de asentamientos y los problemas que lleva aparejado un modelo urbanístico heredado, por lo que hace un análisis de la capacidad de planeamiento existente, detectando tanto las disfunciones como sus potencialidades. También se analiza el suelo industrial, con menor superficie en la comarca, pero que cuenta con grandes potencialidades de desarrollo, especialmente en el eje industrial y logístico de la A-7, al norte de la Vega Baja, donde se plantea la creación de la Plataforma Logística de mercancías.
Demanda de suelo
Junto con los objetivos de resiliencia y sostenibilidad, el Plan pretende ser un instrumento dinamizador de la actividad económica. Así, se prepara el territorio para nuevas demandas de suelo productivo, tanto en cantidad como en calidad, y se refuerzan los productos turísticos asociados a servicios culturales, deportivos y de salud. Además, se potencia el clúster agroalimentario comarcal por sus importantes recursos.
Este instrumento también realiza un análisis de las capacidades de la red viaria actual, donde el uso del vehículo privado es masivo, y con un espacio litoral, en torno a la N-332, con densidades de población muy elevadas. El Estudio de Movilidad de la comarca, que elabora el Consell, planteará soluciones, dentro de la sostenibilidad. El PAT, además, será la hoja de ruta que permitirá desarrollar las infraestructuras pendientes, como las hidráulicas, para minimizar los daños por gota fría, al marcar cómo y dónde deben crecer las localidades de la Vega Baja.
