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Hechos que desmienten las palabras

El alcalde de Orihuela utiliza el gabinete de Prensa municipal para emitir una nota, en relación a su investigación judicial por malversación, para negar que lo use en temas particulares

El alcalde de Orihuela Emilio Bascuñana y el edil Rafael Almagro, entrando a los juzgados el miércoles. Tony Sevilla

El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, utilizó ayer el gabinete de Prensa municipal para emitir una nota, desde el correo de comunicación y con el logotipo oficial del Consistorio, para negar que usara ese departamento para temas particulares, como fue su declaración ante la jueza del pasado miércoles por un presunto delito de malversación por, supuestamente, cobrar un sueldo público como médico sin acudir a su puesto de trabajo. Tal y como informó este diario, el regidor investigado acudió acompañado de las dos trabajadoras del gabinete de comunicación del Ayuntamiento, que cobran un sueldo público (una como asesora y otra como integrante de un programa de empleo).

En el comunicado, que el encabezado señala que es de la Concejalía de Comunicación (que dirige el edil Rafael Almagro, uno de los dos concejales que acompañó a Bascuñana en su declaración ante la jueza) y del equipo de gobierno del Partido Popular (deja fuera a Cs), defiende que «en todos los medios de comunicación donde aparece la noticia se hace referencia a Emilio Bascuñana en su condición de alcalde de Orihuela, tanto en titulares como en el interior de la noticia». Algo que es obvio porque, precisamente, es noticia por tener el cargo que tiene ahora, de alcalde.

A pesar de ello, añade el comunicado del Ayuntamiento, «el Gabinete de Comunicación no utilizó en ningún momento los recursos municipales ni para convocatorias ni para difusión de nota de prensa». Sólo hubiera faltado. Pero, como informó este diario, las dos trabajadoras que tiene la oficina municipal de comunicación acudían minutos antes de que Emilio Bascuñana llegara el regidor al Palacio de Justicia de la plaza de Santa Lucía, dentro de su horario de trabajo en el Consistorio. Allí advertían a los medios de comunicación apostados en la puerta que Emilio Bascuñana no haría declaraciones ni a la entrada ni a la salida y organizaban una comparecencia del médico y regidor y de su abogado en la plaza del Carmen, junto a la sede del Ayuntamiento, una vez concluyera su declaración, como si el asunto a tratar fuera una rueda de prensa municipal más o una comparecencia en calidad de alcalde.

En la misma nota, en un lenguaje poco propio de un gabinete institucional, se refieren a las personas que acompañaron a Emilio Bascuñana en un asunto de su «vida privada», como él mismo lo calificó, y que fueron los ediles Rafael Almagro y Sabina Galindo, señalando que solo cabían tres opciones de acompañamiento, como si fuera una obligación. Así, se añade que son «que hubiera ido solo, como a muchos les hubiese gustado», dice la nota municipal, que no duda en afirmar que había «cientos de militantes y simpatizantes», se supone que del PP, que se ofrecieron a acompañar al alcalde al juzgado y «y cuyo ofrecimiento Emilio Bascuñana cumplidamente rechazó». La tercera opción es la que el Grupo Popular decidió, que se eligiera «a dos representantes mientras el resto de concejales continuaban trabajando en sus distintas responsabilidades», dando por sentado que los dos ediles que acudieron dejaron de trabajar en sus competencias, por las que cobran un sueldo público, para acompañar a Bascuñana. Ambos concejales, por cierto, entraron al interior del edificio judicial pese a las restricciones por el covid que impiden acceder a quienes no demuestren que tienen un motivo justificado para hacerlo. Bascuñana, incluso, saludó con un gesto en el hombro al Guardia Civil que custodia el Palacio de Justicia.

La nota emitida desde Alcaldía concluye con los mismos argumentos victimistas que mantiene desde el inicio de la investigación por parte de la Fiscalía Anticorrupción, que todo es «una persecución política», lamentando «profundamente» que «algunos representantes de la izquierda oriolana no tengan la suficiente capacidad de comprensión y entender que todo este asunto obedece a una persecución política contra el líder político oriolano».

Sin fotos ni vídeos

Según ha podido saber INFORMACIÓN de varias fuentes contrastadas, desde el departamento de Prensa del Ayuntamiento de Orihuela se realizó una llamada, el mismo miércoles tras la declaración judicial de Emilio Bascuñana, presionando a varios medios de comunicación locales y comarcales para que no pusiesen en sus informaciones ninguna foto o vídeo del alcalde oriolano en los juzgados. Como se puede comprobar, esa llamada tuvo su efecto y varios medios han obviado la imagen de Emilio Bascuñana entrando o saliendo del Palacio de Justicia, pese a que algunos de ellos tomaron imágenes allí y sus profesionales hicieron guardia a las puertas de la sede judicial de la plaza de Santa Lucía. Estos medios son regados anualmente con miles de euros en publicidad institucional de las distintas áreas del Ayuntamiento de Orihuela.

Una imagen, la del paseíllo judicial, muy incómoda para el alcalde de Orihuela y que no ha podido evitar en todos los medios. 

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