Los enormes colectores subterráneos que encorsetaban el paso del agua de riego del azarbe del Acierto y su capacidad de evacuación en episodios torrenciales se han desenterrado. Ahora este canal de riego, uno de los principales de la huerta tradicional de Dolores y la Vega Baja discurrirá a cielo abierto para evitar que ante la llegada de un gran caudal hídrico las aguas terminen anegando el municipio. Casi dos años después de la DANA que inundó buena parte del Bajo Segura la Conselleria de Agricultura encara la recta final para culminar las obras destinadas a reparar las infraestructuras agrarias que resultaron dañadas por los devastadores efectos de aquella gota fría. Ya ha invertido más de 31 millones de euros en ese objetivo.
Que enterrar los azarbes y acequias no era buena idea en caso de riada lo sabían lo regantes -y también los grupos conservacionistas-. Pero solo el episodio torrencial de aquel mes de septiembre forzó el cambio de criterio de la administración -y de los juzgados de Aguas y municipios- para permitir que el agua, a cielo abierto en superficie, desborde por varios puntos en caso de avenida y no a presión una vez que deje un colector subterráneo.
El secretario Autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Roger Llanes, junto con el alcalde de Dolores, Joaquín Hernández, destacó ayer durante la visita efectuada a la Vega Baja para conocer la obra del canal del Acierto. Hernández, por su parte, lamentó que la administración tenga que invertir ahora en enmendar unas infraestructuras que supusieron un elevado coste en su día -los colectores- sin considerar el riesgo de inundación. Hernández aseguró que la inversión en esta infraestructura, a lo largo de 600 metros va a permitir resolver uno de los principales puntos de inundación del término municipal -al polígono industrial situado junto al canal no se pudo acceder hasta pasados diez días de la DANA y las empresas ubicadas en esa zona, algunas punteras en su sector en España, se quedaron sin suministro eléctrico y paralizaron su actividad-. Llanes destacó que a la mejora de la capacidad hídrica del canal se suma su impacto ambiental, puesto que permite mantener la lámina de agua en superficie.
El alcalde, a preguntas de INFORMACIÓN sobre las necesidades de Dolores y otros municipios para rebajar el impacto de futuras gotas frías -infraestructuras que dependen sobre todo de la Confederación Hidrográfica del Segura a través del nuevo plan de cuenca, pero también del Gobierno central y autonómico, recordó que habría que replantearse el efecto barrera de algunas infraestructuras como la N-332 o la autopista Alicante- Cartagena, aunque no citó expresamente este vial que separa Dolores de Almoradí. En septiembre de 2019, con la rotura del río, el vial derivó el agua por la carretera que une ambos municipios.
Once municipios
El presupuesto global para este año dedicado a la reparación y mejora de azarbes y acequias, entre otras infraestructuras agrarias como caminos o pasos sobre canales, asciende 9,3 millones de euros, de los cuales 5,1 van a emplearse en la puesta a punto de las distintas infraestructuras de regadíos afectadas por el temporal en un total de 11 poblaciones de la Vega Baja, mientras que a la reparación de caminos rurales van a destinarse 4,2 millones. De esa cantidad, 2,8 millones servirán para costear los trabajos que se están realizando en 23 municipios de la Vega Baja.
Agricultura indicó ayer que durante el pasado año las inversiones para la mejora y reparación de la red de riego tradicional ascendieron a un total de 13,8 millones: 10,5 para infraestructuras hídricas y 3,3 para caminos rurales. A lo que hay que sumar los 8,2 millones destinados a trabajos encaminados a la mejora de las evacuaciones y canalizaciones pluviales con el objeto de mejorar los sistemas de defensa contra las inundaciones. Con lo que la cifra final asciende a 31,4.
