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Aumenta la demanda del riego solar fotovoltaico por el alto coste de la electricidad y el gasoil

La instalación de placas solares para regar cultivos se multiplica tras la subida eléctrica al reducir el consumo, las emisiones de CO2 y los costes de producción - El sistema se amortiza en seis años

Una placa solar instalada en una balsa de riego en una finca de cítricos y almendros en la pedanía oriolana de Torremendo. | TONY SEVILLA

La demanda de sistemas de riego que utilizan energía solar está creciendo exponencialmente, a la vez que incrementa el coste de la electricidad y el gasoil, las dos fuentes de energía de las que tradicionalmente se abastecen los agricultores para hacer funcionar el bombeo de agua en sus campos. La última subida eléctrica ha sido la gota que ha colmado el vaso para muchos propietarios de cultivos que ven que cada vez son menos rentables. La instalación de placas solares se está multiplicando en el sur de la provincia, donde más terrenos de cultivo hay y, también, más horas de sol al año.

El fuerte descenso en el precio de los paneles fotovoltaicos da un impulso a esta fuente de energía renovable como forma para mejorar la capacidad de riego. El riego solar fotovoltaico supone una oportunidad tanto para los pequeños agricultores como para las grandes explotaciones de regadío por sus ventajas, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental, al reducir el consumo energético, las emisiones de CO2 y los costes de producción. «En los próximos años vana ir apareciendo estas instalaciones en la mayoría de fincas», vaticina el nuevo presidente de Asaja, el oriolano José Vicente Andreu.

Andreu ha sido uno de los primeros «valientes» agricultores que han apostado decididamente por la energía solar para regar sus casi 100 hectáreas de cítricos y almendros. Ha instalado tres grandes placas solares en un lugar poco habitual, dentro de balsas de agua, por sus ventajas. «Ponerlas en los embalses permite sombrear la lámina de agua y así se evita la evaporación; además, se aprovecha un terreno improductivo y se dificulta la posibilidad del robo de las placas». No obstante, se suelen colocar en tejados de naves.

El coste de la energía eléctrica por hectárea de riego es de entre 500 y 1.000 euros, dependiendo del cultivo, una cantidad elevada para la rentabilidad de muchas producciones. «De media se usa un kilowatio por metro cúbico de agua de riego, por lo que generalizar el uso de la energía fotovoltaica en el campo es una gran iniciativa para mejorar el medio ambiente y reducir costes, es menos contaminante y más barata», explica José Vicente Andreu. El ahorro es de entre el 50 y el 70%. Otra ventaja de los sistemas fotovoltaicos es que se sabe cuánta energía van a producir en un año, lo que permite mejorar la planificación de los cultivos.

Con las actuales tarifas de riego, las horas valle de bajo coste son la noche y la madrugada, periodos que los agricultores aprovechan para regar sus campos y ahorrarse muchos euros. Sin embargo, la máxima necesidad de riego para una planta es durante el día, cuando hace sol y calor. Justo cuando las placas solares son productivas y eficientes. «Regar con energía solar es muy interesante desde el punto de vista energético, pero también desde el agronómico, ya que se riega cuando más lo necesita la planta», indica Andreu.

Instalación fotovoltaica de José Vicente Andreu. | TONY SEVILLA

Inversión

El coste de contar con un sistema de riego solar fotovoltaico ha bajado mucho en los últimos años, aunque no es todo lo barato que debería ser en un país donde si algo le sobra es sol. No obstante, la inversión actual no suele superar los 2.500 euros por hectárea. «En seis años está amortizado», asegura el dirigente de Asaja.

Eso sí, para poder regar con energía fotovoltaica hay que instalar las placas sin baterías de acumulación para usarlas directamente en los motores de riego, pero también hay que adaptar el sistema para regar. Los bombeos eléctricos o de gasoil (diésel) riegan durante 18 a 20 horas en fincas grandes. Sin embargo, para amortizar una instalación solar y aprovechar su eficiencia hay que regar durante las horas de sol, entre 8 y 10 horas diarias, por lo que, en muchos casos, además de adquirir las placas, es necesario adaptar el sistema de riego para regar con más volumen en menos horas, concentrándolo en el horario solar. «Se deben ampliar los cabezales de riego, poner tuberías más grandes y más filtros», explica Andreu.

La Generalitat Valenciana, precisamente, acaba de publicar una línea de ayudas de hasta 300.000 euros, del IVACE, para la mejora de la eficiencia energética de las instalaciones de regadío y la mejora de la eficiencia energética y utilización de energías renovables en explotaciones agropecuarias. Se pueden solicitar hasta el 31 de diciembre.

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