La Generalitat Valenciana ultima la creación de un centro de emergencias comarcal que coordine a los distintos municipios de la Vega Baja, principalmente a aquellos que carecen de servicios como Protección Civil o Cruz Roja. El comisionado y director de la oficina del Plan Vega Renhace, Antonio Alonso, adelantó este lunes que previsiblemente se ubique en Jacarilla «aunque no está cerrado», aclaró. El futuro centro de emergencias formará parte del plan de emergencias comarcal que va a poner en marcha el Consell a través del Vega Renhace, una vez que todos los municipios de la comarca hayan aprobado sus planes locales, cuya fecha límite para presentarlos finaliza el 30 de junio. El objetivo de este plan comarcal, que sería de rango superior a los planes de emergencia locales y pretende ponerse en servicio en 2022, es coordinar a los distintos municipios en el caso de un siniestro que afecte a varios de ellos, como una inundación o un seísmo, entre otros.
El plan comarcal mancomunará servicios de emergencias para dotar de ellos a aquellos municipios que carezcan de los mismos, como puede ser Protección Civil o Cruz Roja. Así, estos dispositivos estarán en ese futuro centro de emergencias a disposición de las localidades que lo necesiten y ahora no se puedan permitir disponer de ellos. Además, desde esa oficina comarcal de emergencias se coordinarán los dispositivos necesarios entre los distintos municipios para atender mejor esa urgencia. «Los planes de emergencia locales están muy bien, pero es necesario que exista un paraguas comarcal porque de nada sirve que un municipio disponga de un plan de emergencia pero no esté conectado con el municipio de al lado», explicó Antonio Alonso.
Uno de los primeros pasos para la puesta en marcha de ese futuro plan de emergencias comarcal, es crear la figura jurídica y administrativa del delegado, o agente, comarcal de planes de emergencias. Tarea en la que ya está involucrado el Consell y que será el germen de ese futuro centro de emergencias comarcal. Alonso quiso poner de manifiesto que esa persona que se ponga al frente «debe ser un técnico» y criticó que, en el caso de la mayoría de planes de emergencias locales, «los gestionan alcaldes y concejales, y eso es un error porque son cargos efímeros y los planes de emergencia deben seguir esté quien esté y tendrían que estar en manos técnicas».
El plan comarcal de emergencias se plantea una vez los 27 municipios tienen avanzados, algunos ya culminados, los planes de emergencia municipales (PEM). Un equipo de 26 técnicos ha trabajado en 23 localidades de las 27 de la comarca para elaborar un plan de emergencias adaptado a su municipio. La mayoría de municipios carecían de ellos y otros los tenían desactualizados, a pesar de estar en una comarca proclive a siniestros como inundaciones, y la DANA de 2019 fue un claro ejemplo. De hecho, en el caso de planes antinundaciones, solo disponían de ellos, antes de la gota fría, Orihuela y Benejúzar, y en el caso de los de emergencias solo lo tenían Benijófar, Orihuela, Pilar de la Horadada y Torrevieja. Los planes de emergencia son documentos de protección civil que engloban todos los riesgos a los que se puede enfrentar un municipio, tales como inundaciones, incendios forestales, sismicidad o transporte de mercancías peligrosas. Marca los protocolos de actuación a seguir y las estrategias ante un episodio peligroso y es genérico.
Oficina
El comisionado Antonio Alonso, al cumplirse seis meses de la apertura de la oficina física del Plan Vega Renhace en el Prop de Orihuela, quiso reivindicar el papel que ha tenido un plan que es «para consensuar con las distintas administraciones para que se lleven a cabo los proyectos que se comprometieron a realizar». La oficina comarcal cuenta con dos técnicos, de sobrada experiencia y conocimiento de la comarca, como son Pedro Gómez y Antonio Oliva. Alonso aseguró que las 28 actuaciones previstas en el Vega Renhace «están en marcha» aunque «algunas son de gran complejidad», admitió, como son las previstas en el río Segura. «El Vega Renhace no es solo una solución a la DANA, va más allá para crear un territorio resistente, y espero que esta oficina haya venido para quedarse».
