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Costas pone trabas parciales a los rascacielos del jardín de Doña Sinforosa de Torrevieja

La Dirección General cree que la zona a edificar podría estar afectada por la protección del litoral - La promotora dice que conservará los árboles

Parque Doña Sinforosa y, al fondo, el solar donde se ubicarán las torres.

La promotora de las dos torres de 26 alturas en Doña Sinforosa de Torrevieja se ha visto forzada ha modificar por tercera vez el estudio de detalle de su proyecto y exponer de nuevo al público toda la propuesta durante 20 días hábiles. En el último periodo de consultas la iniciativa recibió casi una treintena de alegaciones, reflejo de la polémica que generó la información desvelada por INFORMACIÓN de que el proyecto integraba el parque de Doña Sinforosa en la urbanización, transformando la zona verde. También se han aportado al periodo de consultas varios informes sectoriales de distintas administraciones. Todos favorables menos el de Costas que es «desfavorable parcial». Es el que más preocupado a los promotores, a tenor de la respuesta jurídica que han preparado sus asesores. Costas sigue insistiendo, ya lo ha hecho en otras fases de consulta, en que la modificación puntual del Plan General que avaló hace una década la construcción en altura para incentivar el uso hotelero -el 50% de la edificabilidad debe ser para plazas de hotel- se hizo sin su informe. Y sobre todo en que se debe avalar la condición de urbanizable de la parcela junto al mar, porque en caso contrario le afectaría de la zona de influencia de la ribera del mar. En este sentido Baraka insiste en que este suelo ya era urbano a mediados de los ochenta, antes de la aprobación de la ley de Costas en 1988.

La mayor parte de las alegaciones cuestionaban duramente la previsión de la empresa de retirar del jardín los árboles que entorpecen la perspectiva de las viviendas que quiere construir -y su venta-. Es decir, los eucaliptus de gran porte, que en algunos casos superan el equivalente a seis plantas. En su tercera exposición al público la empresa asegura que no va a transformar el espacio, ni las sombras que genera su diseño romántico, una de las pocas con árboles de gran porte en la ciudad, además situada en el casco urbano y junto al mar. El concejal de la junta de gobierno Federico Alarcón (PP) aseguró en su última comparecencia que la empresa aportaría un informe específico sobre qué va a hacer con estos ejemplares, pero en la información pública accesible en la web municipal no aparece.

La constructora murciana asegura que en los bajos y entreplantas de los dos rascacielos planteados no tienen uso comercial. También mantiene que no pretende actuar sobre el canal del Acequión, afectado por Costas y propiedad del Estado.

Baraka liquida la alegación de Amigos de los Humedales sobre el paso de la vía pecuaria por la avenida de Gregorio Marañón y el litigio sobre su deslinde todavía sin resolver, asegurando que no le afecta. También replica, ante otra alegación, que el tramo de playa del Acequión donde se ubican las torres carece de valor ambiental y que el riesgo de inundación que figura en el Patricova en el tramo final del canal del Acequión no afecta a su estudio de detalle.

Posible titularidad pública de una parte del terreno

Una de las alegaciones presentadas advierte a la promotora que una de las parcelas que conforman el terreno en el que se quieren levantar los rascacielos podría pertenecer a Patrimonio del Estado. En ese solar estaban ubicados los antiguos laboratorios de la salinera. El inmueble, junto al antiguo del restaurante El Pescador, fue derribado cuando la empresa comenzó a tramitar el proyecto.

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