La réplica histórica del velero «Pascual Flores» llegará a la bahía de Torrevieja mañana tras un profundo proceso de renovación de ocho meses. Lo hará además navegando por primera vez desde que los Astilleros Carrasco se hicieran cargo de la polémica reconstrucción del barco, terminada en 2008 y que durante más de una década permaneció sin uso, solo para ser contemplada desde fuera, en el museo flotante de Torrevieja. La Fundación Nao Victoria que se ha hecho cargo de la gestión del navío había indicado a INFORMACIÓN la semana pasada que la fecha aproximada de llegada era el viernes día 2 o el sábado día 3 en función de las condiciones de navegabilidad y paso del Estrecho. Pero finalmente se ha adelantado.
El Pascual Flores entrará por la bocana del puerto a las 12:00 horas de mañana martes, 29 de junio, y podrá visitarse en el puerto de Torrevieja desde el miércoles, 30 de junio, en horario de tarde hasta el próximo domingo 4 de julio. Salvo el citado miércoles, el horario de visitas será de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 21:00 horas, con entrada gratuita y siempre atendiendo a las medidas de aforo y distancia que establezcan los decretos autonómicos socio sanitarios.
El Ayuntamiento de Torrevieja ha concretado en una nota de prensa hoy que la ciudad recibirá al pailebote Pascual Flores como la primera parada de su gira internacional por aguas europeas "como embajador itinerante del patrimonio turístico y cultural de la ciudad por primera vez desde" la construcción de la réplica del barco original.
La réplica del navío histórico, que ha sido puesta a punto tras un largo periodo desde su botadura en 2008 en el que no ha llegado a navegar, cuenta ahora con todos los certificados que le autorizan para la navegación, por lo que desde el día 27 de junio ha iniciado su gira promocional, con una escala especial en nuestra ciudad.
El barco se ha dotado de contenido expositivo y didáctico, y podrá ser visitado por escolares y público en general en todas las ciudades en las que atraque, con un programa de actividades diseñado en colaboración en el Instituto Municipal de Cultura de Torrevieja.
El pasado 15 de junio el Pascual Flores realizaba sus primeras pruebas de mar en la bahía de Huelva, «primer gran hito tras su restauración, en una jornada en la que el navío histórico volvía a desplegar sus velas y navegar». El navío, pretende ser símbolo del patrimonio marítimo de Torrevieja y convertirse en «embajador» itinerante para la promoción turística y cultural de la ciudad. Los trabajos de esta «profunda puesta a punto», según la Fundación, comenzaron el pasado mes de noviembre, cuando se sacó el barco del agua en los astilleros de Punta Umbría (Huelva). Se han repasado sus piezas de madera, restaurado los accesos y las cabinas, cambiado las tablas del forro y la cubierta, y calafateado y pintado todo su casco. Para mejorar su navegabilidad, se le ha instalado una hélice de proa y ha sido dotado con nuevos equipamientos para sus navegaciones internacionales. En el muelle de Levante de Huelva se ha completado todo su aparejo, jarcias y arboladura. El barco también debe ser adaptado como espacio museográfico de la tradición marinera y salinera de la ciudad. Desde Torrevieja emprenderá una gira europea a puertos como Saint Malo, Cherburgo, Honfleur, Dunkerque, Bremerhaven, Ostende, Saint Brieuc, La Rochelle y Bayonne.
El recibimiento oficial al pailebote que prepara Torrevieja no será el primero para un barco con el mismo nombre. En 1999 el municipio acogió en el puerto a la nave original, un barco de cabotaje construido en la playa del Arenal de Torrevieja en 2017, comprado en Reino Unido por más de 400.000 € pero que luego tuvo que ser desguazado, no sin haber desembolsado otros cien mil en gastos de mantenimiento y estudios. La réplica, un reconocido trabajo de carpintería de ribera de Astilleros Carrasco, costó 4 millones de euros. Y ahora la «rehabilitación de la rehabilitación» y su cesión a la Fundación Nao Victoria para su explotación turística va a suponer otros 750.000 euros en los próximos cinco años. Aunque esta vez se logrará el objetivo inicial de hace dos décadas de recuperar y poner en valor del navío.
