Un tren, que en estos tiempos se echa más de menos que nunca en una comarca muy deficitaria en transportes y comunicaciones, conectaba San Isidro/Albatera con Torrevieja hasta su cierre en 1986. Hoy en día solo queda el recuerdo y dos estaciones de madera, una en Algorfa reconvertida en bar y otra en Torrevieja en centro cultural. Era el llamado Tren de la Sal porque fue clave en potenciar el negocio salinero de Torrevieja. Su trazado, sin embargo, se va a recuperar a través de una vía verde, que recibirá su nombre, de 32,8 kilómetros que vertebrará la comarca atravesando nueve municipios: Torrevieja, Los Montesinos, Rojales, Almoradí, Catral, Dolores, Daya Nueva, San Isidro y Algorfa.
La Conselleria de Infraestructuras invertirá casi 3 millones de euros en este proyecto vinculado al Plan Vega Renhace del Consell. El carril cicloturista contará con tres tramos diferenciados: por el extremo norte, en San Isidro, se enlazarán la vía verde existente del Parque Natural del Hondo y la estación de San Isidro con la CV-913, entre Catral y Callosa de Segura, siguiendo la traza del antiguo tren salinero; en la zona central, la propuesta se separa del antiguo trazado ferroviario por las dificultades técnicas que suponen los enlaces de la AP-7 y el paso sobre el río Segura, así como para conectar el mayor número posible de núcleos de población y atravesará los núcleos urbanos de Catral y Dolores, además de otros subtramo que discurre desde el final del carril bici CR-9351, al sur del casco urbano de Almoradí, hasta el enlace de la CV-905 con la AP-7, por la mota derecha del río Segura, la cual forma parte de la red Eurovelo; y por el extremo sur, apoyándose de nuevo en el trazado del antiguo Tren de la Sal, la vía verde discurre desde el enlace de la AP-7 con la CV-905, atravesando la urbanización Lo Crispín de Algorfa hasta acabar en la CV-945 de acceso a Los Montesinos, donde enlaza con el tramo de vía verde en servicio que bordea la laguna de Torrevieja.
«Hay tramos que tienen una solución más compleja por las carreteras que los cruzan», explicó este martes el conseller de Infraestructuras, Arcadi España, en un acto organizado junto a la antigua estación ferroviaria de Algorfa en la urbanización Montebello, donde acudieron alcaldes y ediles de la comarca. España señaló que la parte más complicada es disponer de parte de los terrenos que pertenecen a Adif «pero nos han puesto todas las facilidades para cederlos», así como permeabilizar algunas carreteras. En este sentido, pidió «la colaboración de los ayuntamientos y de otras administraciones» para hacer realidad esta vía verde «que es una demanda de la comarca», insistió el conseller, quien aseguró que «supone un gran avance en la calidad de vida, la movilidad sostenible y la creación de empleo y la reactivación del turismo».
Esta vía verde conectará con otras rutas ciclopeatonales. Algunos de los tramos en que se apoya la propuesta se encuentran ya en servicio (Catral-Dolores; Almoradí-cementerio de Dolores; carril bici CR-9351 en Almoradí y el tramo de la laguna de Torrevieja), mientras que hay tramos en ejecución (entre Almoradí y Algorfa) y hay un proyecto en redacción (entre el cementerio de Dolores y su casco urbano). «Vivimos muy deprisa, con tensión, y este carril supondrá una válvula de escape para todos los que amamos el deporte y la naturaleza», destacó el alcalde de Algorfa, Manuel Ros. Por su parte, el comisionado del Vega Renhace, Antonio Alonso, señaló que «sirve para el transporte sostenible entre municipios que no logramos que se acepte en nuestra comarca». El historiador y cronista almoradidense José Antonio Latorre hizo un repaso del histórico Tren de la Sal y su trazado «que tenía 27 kilómetros y tuvo apenas un siglo de historia».
