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Cada gallo a su corral que el verano es para descansar

Una comunidad de propietarios de la urbanización Parquemar III de Torrevieja denuncia ante el Seprona el cacareo constante de una colonia de gallos que ha aparecido en el parque del Molino del Agua, que no les deja dormir durante sus vacaciones

Imagen de los gallos que han aparecido en el parque del Molino del Agua y que han sido "denunciados" por los vecinos, a los que no dejan descansar

Cada gallo a su corral, que el verano es para descansar. Los vecinos de Parquemar III, zona residencial del Molino del Agua, llevan meses intentando que el Ayuntamiento atienda su petición de trasladar o acondicionar debidamente la colonia avícola que ha prosperado en el parque del Molino del Agua, que además es un paraje protegido como parque natural municipal.

Los animales, gallos y gallinas sobre todo, que deambulan libremente por el espacio público, se han convertido en un foco de molestias para los residentes de las viviendas colindantes al parque que llegan en época vacacional para disfrutar sus vacaciones. Ruidos de cacareos desde tempranas horas de la mañana, suciedad producida por las aves e insalubridad son algunas de las molestias denunciadas por estos vecinos, sobre todo los de la calle Canela, que se quejan además de la falta de atención del gobierno municipal a sus demandas.

Eva Gómez Ortuño, presidenta de una de las comunidades de propietarios de Parque Mar III, asegura que después de un periplo de varias semanas por concejalías e instancias municipales, incluido el repetido uso de la administración electrónica -donde ni tan siquiera responden con un «vuelva usted mañana» virtual- y la notificación en las dependencias de la policía local, el gobierno municipal ha ignorado sus quejas. De la Concejalía de Protección Animal a la de Playas. De la de Sanidad a la de Parques y Jardines, nadie -dicen- les ha ofrecido una solución que implique mejorar la situación de los animales y el bienestar y la tranquilidad de los veraneantes y residentes habituales. De acá para allá y de allá para acá, como dice la popular habanera, ante la continuada falta de respuesta del Ayuntamiento los vecinos han optado finalmente por recurrir a la denuncia directa y en ventanilla única ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. La denuncia está firmada por el presidente de la Mancomunidad de Parque Mar (casi 150 propietarios) y la administradora de fincas de ese residencial.

«Los vecinos del parque nos vemos obligados a afrontar diariamente nuestra vida personal y laboral con una perjudicial alteración de nuestro descanso por la falta de diligencia e inactividad del Ayuntamiento», explican en el escrito que dirigen los propietarios a este servicio de la Benemérita. Consideran que estas molestias son «totalmente evitables», y estiman que la solución pasa por trasladar las aves «a un entorno natural fuera del entorno urbano del parque público» o crear un lugar específico para los animales, por supuesto lejos de la zona residencial, para que puedan ser controlados por personal que se encargue de su mantenimiento «y recogida en horario nocturno».

Insalubridad y fauna aviar

Los residentes extienden su denuncia a la situación de insalubridad en la que a su juicio se encuentra este espacio público, por el que hace meses, como ha comprobado INFORMACIÓN, no pasa el mantenimiento de Parques y Jardines y con una llamativa acumulación de enseres de un restaurante que sigue abierto en dominio público de Costas. Insalubridad también «por los miles de excrementos de dichas aves a lo largo de todo el recinto». Y van al detalle: «Cada gallo o gallina defeca entre 12 y 15 veces diariamente», y haciendo números alertan de las enfermedades que se pueden transmitir.

Cómo llegaron estos animales ahí ya es otro cantar. El del Molino del Agua no es el único espacio público que cuenta con presencia de fauna doméstica aviar. Desde su inauguración en los 2000 el Parque de las Naciones es el hábitat urbano de una nutrida población de varias especies de aves (incluidas aves de corral) que han hecho y siguen haciendo las delicias de pequeños y mayores -además de comprometer el tráfico en sus incursiones a la variante de la N-332-. El Parque de la Estación, junto al histórico canal del Acequión, también alberga una pequeña colonia avícola, ésta con polémica añadida cuando los animales, ampliando su territorio habitual, se instalaron también en los jardines de entrada al cercano centro de salud del Acequión. Otro nutrido grupo campa a sus anchas por el nuevo espacio residencial de Villa Amalia.

En esta nueva página de protesta estival con gallos y gallinas como objeto del descontento vecinal, los residentes de la zona entienden que si las aves se encuentran ocupando las inmediaciones del Parque público desde hace varios meses, el Ayuntamiento debe aplicarse el primero sus propias ordenanzas municipales. Creen que los animales que se encuentran en el Parque del Molino del Agua también se encuentran sujetos «a su Ordenanza reguladora de tenencia de animales», donde se especifica que ésta ha de ser «compatible con la higiene, la salud pública y la seguridad de personas y bienes».

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