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Los socorristas de playa reclaman una regulación nacional que determine la vigilancia para evitar ahogamientos

Cada municipio decide las zonas del litoral con vigilantes, centrándolas en focos de población, y dejan sin servicio calas y arenales naturales como el usado por la pareja ahogada en Guardamar

Playa Els Tossals de Guardamar, una de las que carecen de servicio de vigilancia y socorrismo. |

El ahogamiento el martes de una pareja de escandinavos en una playa sin vigilancia de Guardamar del Segura ha abierto un debate sobre la falta de salvamento en algunas zonas litorales frecuentadas por bañistas. No hay una legislación nacional que regule las zonas donde debe haber vigilancia o no, sino que cada municipio del litoral es el que tiene las plenas competencias para decidir qué playas deben contar con servicio de salvamento, y el número de socorristas, a través de un contrato que realiza cada ayuntamiento. Los consistorios centran la vigilancia de sus arenales en los focos de población y suelen dejar sin servicio calas y arenales naturales menos concurridos en teoría (aunque no siempre es así) y defienden las dificultades económicas y de dotación de personal para justificar el que no todos los kilómetros de litoral estén vigilados. «En Guardamar tenemos 11 kilómetros de playas, el 70% son naturales, por lo que es imposible tener vigilancia todo el día, aún así solo hay dos zonas sin salvamento en las zonas dunares del Camp y Tossals», unos 3 kilómetros, señala el alcalde de Guardamar, José Luis Sáez.

Sin embargo, los profesionales del salvamento y socorrismo critican que no haya una legislación a nivel nacional que regule no solo los servicios de socorrismo y su formación, sino también dónde y cómo ubicarse y sus medios y dotación. «Llevamos años reclamando una legislación en ese sentido y también una regulación, a nivel nacional, que indicase los lugares donde debería de haber, al menos, un socorrista, por el riesgo de ahogamiento», señala a INFORMACIÓN Francisco Cano, director de Prevención y Seguridad y portavoz de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS). «Desgraciadamente carecemos de una legislación que regule qué playas tienen que tener servicio de socorrismo y en cuáles no es necesario, queda a criterio de la administración local de turno», lamenta Cano.

Desde la RFESS indican que el criterio municipal para dotar de vigilancia una playa no siempre depende de lo accesible que sea la zona de baño «ya que nos encontramos con zonas donde hay una afluencia por encima de la media sin servicio de socorrismo y hay calas en las que sí lo hay, o playas extensas con solo un socorrista que pude vigilar unos 500 metros a cada lado, nada más», indica Francisco Cano. «Desgraciadamente nos enfrentamos a ese marco legal y nos preguntamos por qué en unas playas sí y en otras no», añade. Los socorristas también son partidarios de que en algunas playas, principalmente del Mediterráneo, el servicio de salvamento no solo se ciña a la temporada alta. «Las temperaturas en algunas zonas costeras permiten el baño durante todo el año y luego queremos que venga turismo de calidad sin dotar de un servicio como el socorrismo que debería estar todo el año, en mayor o menor número», zanja Cano.

Avisos

En municipios como Alicante los socorristas también atienden avisos de salvamento en zonas de su litoral sin vigilancia, como San Gabriel o el Cabo de las Huertas. «No hay vigilancia física en esas zonas pero sí que atendemos los avisos del 112 o de Salvamento Marítimo cuando un bañista está en peligro, y nos desplazamos allí, a pesar de ser zonas que no están adecuadas para el baño como tal», explica el coordinador del servicio de salvamento de las playas de Alicante, José Miguel Jiménez. Un total de 46 socorristas vigilan este verano, a diario, los reconocidos arenales de Urbanova, Postiguet, Albufereta, Almadraba y San Juan.

Los alcaldes llaman a la responsabilidad de los usuarios de las playas sin vigilancia. «Lo más importante que tenemos es la vida, y los bañistas deben tener clara la situación del mar en ese momento y también los indicativos de las banderas, si las hay», señala el regidor guardamarenco. José Luis Sáez lamenta que el fallecimiento de un hombre y una mujer el martes en una zona sin vigilancia de la playa del Camp rompa casi dos años sin ahogados en el municipio, después de que el verano pasado fuera el primero sin fallecidos tras 15 años lamentando ahogados en los arenales de la localidad, donde las fuertes corrientes y el mar abierto hacen peligroso el baño con fuerte oleaje.

El 94% se produce en zonas acuáticas sin salvamento

La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) publica periódicamente el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) cuyos datos son muy reveladores. Desde el 1 de enero al 31 de julio se ahogaron 140 personas en España, y el 94% de los ahogamientos se produjo en espacios acuáticos sin vigilancia, la mayoría en playas sin servicio de socorrismo. «Con este informe ponemos el foco de atención en la problemática que tiene la utilización de los servicios de socorrismo en los espacios acuáticos», explica el portavoz de la RFESS Francisco Cano. Este informe también desvela que el 80% de ahogados son hombres y que la mayoría de ahogamientos se producen entre las 12 y las 14 horas y entre personas de entre 65 y 74 años.

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