La emblemática Casa y Torre de Los Balcones de Torrevieja, protegida por su interés arquitectónico en el Plan General de Torrevieja, ha entrado en la Lista Roja del Patrimonio por su estado ruinoso. Esta casa solariega del siglo XVIII está en un pésimo estado de conservación. Su fachada está apuntalada para evitar su derrumbe y el desmoronamiento de elementos es progresivo, sin que se le ponga solución a este declive. Esta edificación tiene el dudoso honor de ser la primera de Torrevieja en entrar en ese listado de la vergüenza que elabora la Asociación Hispania Nostra, encargada de la Lista Roja del Patrimonio, que aglutina aquellos elementos que se encuentran en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, para darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración.
La mayor parte de la cubierta se ha venido abajo y apenas quedan rejas y azulejos de sus emblemáticos balcones
La Casa de Los Balcones, que da nombre a la urbanización torrevejense donde se ubica, es uno de los escasos ejemplos de casa solariega agrícola del siglo XVIII que quedan en el litoral de la Vega Baja. Está recogida en el catálogo de bienes protegidos en el Plan General de Ordenación Urbana de Torrevieja de 1986. Es uno de los pocos ejemplos de casa solariega que sobrevive de la antigua actividad agrícola de secano en torno a la laguna de Torrevieja. Está formada por dos volúmenes: la torre, con cubierta a cuatro aguas y en cuyo piso superior se abren dos vanos rematados con frontón triangular.; y, adosado a la torre, el segundo cuerpo de dos plantas, tanto en la planta baja como en la superior se abren cinco vanos, que en el piso superior conforman los balcones que dan nombre a la casa.
Hispania Nostra explica que su inclusión en la Lista Roja se debe al peligro de desaparición de uno de los pocos ejemplos que perduran de las construcciones palaciegas de la Vega Baja del siglo XVIII. La falta de mantenimiento de la casa ha provocado que los ladrones se llevaran la mayor parte de las rejas de sus numerosos balcones y que se haya perdido gran parte de la colección de azulejos que tenía la finca. La mayor parte de la cubierta ya se ha venido abajo. La construcción tiene privilegiadas vistas a la Laguna de Torrevieja y se encuentra frente al único hotel de cuatro estrellas de la ciudad, lo que deja una muy mala imagen para los turistas que ven un edificio histórico en ruinas y lleno de grafitis.
El Ayuntamiento de Torrevieja inició en 2017 el expediente para expropiar el edificio protegido, tras desoír los propietarios las órdenes para rehabilitarlo. La apertura del expediente de peligrosidad se remonta a 2008. La única actuación que llevaron a cabo los dueños entonces fue el vallado, parte de la limpieza y el apuntalado parcial de la fachada. Lo mínimo para evitar accidentes de personas que entraran en la finca. Los propietarios de la parcela, de uso hotelero y 4.200 metros cuadrados, llevaron al juzgado contencioso estas órdenes y perdieron. Los promotores defendían que el coste de rehabilitar es mucho mayor que el de realizar cualquier obra nueva. El precio de la expropiación, dijo entonces el gobierno local que impulso varias multas a la propiedad, descontaría los más de 600.000 euros necesarios par a la rehabilitación.
Sin embargo, en 2019 el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad dio la razón a la propiedad en el sentido de que el municipio realizara un informe sobre si la edificación presenta estado de ruina. Algo que podría permitirle derruir el edificio, algo que busca desde hace décadas, pero a lo que se opone el Consistorio, que ha defendido conservar el inmueble protegido, como recoge la ley urbanística valenciana.
