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Peligro en la playa Vivers de Guardamar

Las máquinas para arreglar un talud con riesgo de desprendimiento comparten espacio con los bañistas sin que haya nada que los separe

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Peligro en la playa Vivers de Guardamar TONY SEVILLA

Las playas de todo el litoral están hasta la bandera este verano y los bañistas buscan hasta el último rincón para plantar las sombrillas y las sillas, incluso si tienen que hacerlo al lado de una obra. Es lo que está sucediendo en la playa Els Vivers de Guardamar del Segura donde a los bañistas poco les importa que a unos pocos metros esté trabajando una retroexcavadora sobre la misma arena. Es más, los trabajos se están ejecutando por el riesgo de desprendimiento que hay en ese talud, como así lo indica un pequeñísimo cartel bajo el que este mismo miércoles clavaba sus sombrillas una familia. Los trabajos los está ejecutando el Ayuntamiento de Guardamar del Segura por seguridad y ante el peligro de que el talud se venga abajo en una playa muy frecuentada.

La retroexcavadora trabajaba este miércoles, como lleva haciéndolo desde principios de semana, para estabilizar el talud, sin que haya ningún elemento, como un vallado o cordel, que impida a los bañistas acercarse a la zona donde se están realizando los trabajos. A pesar del peligro, tampoco los turistas parecen ser conscientes ya que seguían haciendo uso de la playa como si nada. Incluso, en las imágenes que tomaba nuestro fotógrafo se puede ver a un grupo de chavales sentados en la arena a muy pocos metros de las enormes ruedas de la retroexcavadora. La pericia del operario ha hecho que la obra se esté ejecutando perfectamente pese a las dificultades de tener que «sortear» a los bañistas.

El Ayuntamiento de Guardamar del Segura vio necesario actuar en esta zona de la playa Els Vivers, la más cercana a la desembocadura del río Segura y el puerto, para asegurar el talud por el riesgo evidente de desprendimiento ya que los temporales marítimos de Levante habían dejado unos enormes huecos en la base que hacían peligrar la estructura de esta duna artificial.

El alcalde de Guardamar del Segura, el socialista José Luis Sáez, anunciaba hace unos días la actuación en la playa Vivers «para eliminar la peligrosidad por posibles desprendimientos en la duna litoral». Las actuaciones, según explicaba el regidor, durarían «un par de días» y advertía que, mientras se ejecutaran los trabajos, quedaba prohibido «el tránsito y la estancia en toda la zona afectada». Algo que, por lo que se puede comprobar, no se está llevando a cabo ya que los bañistas han hecho caso omiso a esas prohibiciones y las decenas de metros de playa en las que se está actuando siguen siendo ocupadas por sombrillas, sillas y personas.

El alcalde advirtió sin éxito que el tránsito y la estancia en la zona afectada por la obras quedaba prohibido

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La actuación en Vivers es en la zona donde se generó una duna artificial cuando se hicieron las obras del cercano puerto. Esa zona, que era diáfana, se usó para llevar allí los vertidos de las extracciones de arena que sacaron del puerto marítimo formando esa duna artificial y los taludes que se pueden ver ahora. Pero los temporales han desestabilizado la base, al golpear sobre la parte de abajo, y había serio riesgo de que hubiera desprendimientos, en una zona frecuentada por bañistas. Por ello, se están derribando las zonas más altas y generando un pequeño talud.

Sobre la base del talud en el que se está actuando para estabilizarlo se han llegado a plantar sombrillas estos días, con el evidente peligro al ser una zona aún en obras e inestable que podría haber causado una lamentable desgracia.

¿Valla?

En días anteriores, como confirman unas fotografías que el regidor guardamarenco subía a principios de semana a sus redes sociales, se puso una sola valla para impedir el paso (en esos momentos con la playa vacía), que este miércoles no estaba, pero la zona no se ha acordonado y por las mañanas los bañistas aprovechan hasta el último centímetro de ese arenal. Incluso, se podía ver a un grupo de adolescentes recibir lecciones sobre surf ajenos a que la retroexcavadora de la empresa de demoliciones que está llevando a cabo los trabajos pasaba justo al lado de ellos para estabilizar la base del talud. No solo hay serio riesgo de que los bañistas, que hacen caso omiso a la prohibición de estancia en la zona (solo un pequeño cartel sobre la duna alerta del riesgo de desprendimiento), puedan ser atropellados por la máquina, también pueden sufrir un accidente si son golpeados con la pala de la retroexcavadora. Es por ello que en los lugares donde se realizan obras se valla el perímetro para evitar el paso y se tiene mucha atención de que nadie pase.

Los trabajos estaban este miércoles a punto de finalizarse al haberse estabilizado el talud. Una vez que esta duna artificial quede bien asentada los bañistas podrán seguir disfrutando de una de las mejores playas del litoral de Guardamar del Segura, pero esta vez sin riesgo, ni de que se desprenda el talud sobre ellos, ni de sufrir un accidente al ser golpeados por las máquinas que durante unos días han estado trabajando para acabar, precisamente, con el peligro.

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