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La planta de transferencia de Dolores enviará 150 toneladas de basura de la Vega Baja cada día a vertederos de la provincia

Ortiz y Ferrovial asumen la instalación, desplazando a Vaersa tras la sentencia que les permite gestionar los residuos de la comarca - El Consorcio asegura que la tecnología y la legislación hacen innecesario construir una macroinstalación comarcal de tratammiento y eliminación

Visita a la nueva planta de la consellera Mireia Mollà y la presidenta del Consorcio, Teresa Belmonte, junto al alcalde de Dolores, Joaquín Hernández, entre otros cargos públicos

La única planta de transferencia de basuras de la Vega Baja está terminada. Tras una inversión de 2,8 millones de euros ejecutada en plazo por la empresa pública Vaersa el recinto ubicado en el polígono industrial de la huerta de Dolores está preparado para recibir hasta 150 toneladas diarias de residuos. Pero a la sociedad pública no le va a dar ni tiempo de comenzar a operar su proyecto. La UTE Ortiz_ Ferrovial Servicios (que concursó como Cespa) ya ha reclamado en función de la última sentencia que obliga al Consorcio -formado por todos los municipios de la comarca, la Diputación y la Generalitat- a entregar la concesión de la gestión de todos los residuos comarcales tras años de batalla judicial. La UTE ganó el polémico concurso salpicado por el caso Brugal en 2008 y los tribunales le han dado la razón a la hora de desarrollar la contrata, que había anulado el Consorcio de la Vega Baja en 2014. Esta contratación indirecta supone un coste suplementario millonario por gastos corrientes y beneficio industrial de la empresa frente a la gestión directa. La nota de Prensa del Consorcio asegura que la planta puede comenzar a operar en solo 20 días.

No es una instalación de eliminación ni de selección de residuos. Permitirá que los vehículos de recogida de basuras de los 27 municipios de la comarca se dediquen a eso, a retirar desechos en esas poblaciones y no a trasladarlos a los vertederos de Elche, Villena, Alicante o Xixona como hasta ahora. La basura se compactará mínimamente al pasar por una gran tolva para que sea transportada por grandes camiones trailer. Eso reducirá costes de transporte y mantenimiento de los camiones recolectores y en un 60% las emisiones de CO2 -un solo camión de 20 toneladas trasladará al vertedero lo que ahora cargan cuatro de recogida-.

La consellera de Transición Ecológica, Mireia Mollà (Compromís) y la presidenta del Consorcio de Residuos y alcaldesa de Bigastro, Teresa Belmonte (PP), junto al director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer, se hicieron la foto ayer -dejando para otro día sus habituales enfrentamientos a cuenta de la gestión de las basuras- con una visita en la que daban casi por terminado el único proyecto de gestión residuos que ha fructificado en la Vega Baja desde que se publicó el plan de residuos comarcal a principios de los años 2000. Mollà aseguró que es un momento histórico para la comarca porque es el primer recurso real para tratar las basuras en la Vega Baja. Recordó que la administración tiene la oportunidad de captar los fondos europeos -también los generados para paliar el impacto de la covid 19, recordó Belmonte- a la hora de desarrollar el plan de gestión sin costes adicionales.

¿Ya no se entierran?

Con una inversión de casi tres millones de euros de la Generalitat la planta se diseñó para dar servicio a la mitad de los municipios de la Vega Baja, pero ayer la presidenta del Consorcio, Teresa Belmonte, dijo que tiene capacidad para asumir hasta el 90% de los residuos diarios que genera la comarca, incluida la temporada alta. Algo que Belmonte cifra en 150.000 toneladas anuales. La presidenta del Consorcio, a preguntas de INFORMACIÓN, aseguró que tanto las nuevas tecnologías como la actualización de la legislación de residuos van a evitar que la Vega Baja deba albergar un macrovertedero. Pero no dijo cómo se hace eso. Aseguró que los municipios de menos de 15.000 habitantes de la Vega Baja deberán mancomunar sus instalaciones. Por ejemplo, Bigastro, Jacarilla, Algorfa y Benejúzar han comenzado a planificar la suya. Mientras que cada una de las poblaciones mayores de 20.000 habitantes deberá contar con su planta de residuos orgánicos. En teoría con capacidad de reciclaje y generación de compost que permita que el volumen a enterrar sea casi residual. En 2022 la propia planta de Dolores también comenzará a tratar bioresiduos -la basura órganica que es la mayor parte de la que se genera en los domicilios-. Los macrovertederos de la provincia siguen a día de hoy enterrando casi el 50% del total de la basura que reciben pero Belmonte casi da por hecho, apelando a la tecnología y la recogida selectiva, que en la Vega Baja casi no será necesario enterrar basura. Y eso que los municipios de la Vega Baja siguen a años luz de una gestión selectiva de la basura.

Sin contrato de compra o alquiler para los grandes camiones de transporte

 El Consorcio dice que la apertura de la instalación es inminente pero no cuenta con los tráileres

La obra civil de la planta de transferencia está terminada tras tres años de trámites y el Consorcio dice que puede estar operativas en tres semanas. Sin embargo, si Ferrovial quisiera comenzar ahora mismo a operar la planta no podría. Faltan los camiones tráiler de gran capacidad que trasladen lo que lo que depositen en las tres tolvas los vehículos de recogida que lleguen de cada municipio. Vaersa, según el perfil del contratante, no ha iniciado el trámite de compra de estos camiones -la flota ideal sería de cuatro a seis-. Puede adquirirlos la contrata, con lo que lo repercutiría al Consorcio o a través de una licitación o alquiler tramitado por Vaersa. 

El 16 de agosto se publicó el dictamen ambiental favorable de Generalitat de la planta y el Ayuntamiento la licencia ambiental. La planta de transferencia ya está a disposición del Consorcio para «que se pueda poner en marcha en cuanto sus órganos de gobierno determinen», según la nota de prensa del Consorcio. 

La Plataforma Residuo Cero alerta del enorme retraso de la Vega en concienciación y gestión puerta a puerta

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Vaersa sí ha aprovechado estas instalaciones -ubicadas junto a la gran industria de fabricación de cartonaje de Dolores- sobre más de 6.600 m2 para instalar dos compactadoras de tecnología alamena de procesamiento de voluminosos como colchones y muebles, además de podas -la pesadilla de cualquier servicio de recogida de residuos en la comarca-. Algo que permitirá reducir la carga de forma considerable y los costes de transporte y eliminación. Esa instalación se completa con la disposición de cinco grandes contenedores para trasladar esos residuos a la planta de tratamiento definitiva de este tipo residuos. Belmonte añadió se está trabajando en la red de ecoparques móviles, adquiriendo próximamente cuatro ecoparques más con lo que «tendremos seis ecoparques móviles que visitarán con más frecuencia cada punto de la Vega Baja para seguir con la labor de educación ambiental tanto entre los vecinos como en los colegios, una labor tan importante para avanzar en la óptima gestión de los residuos».

La planta cuenta con una nave cerrada, instalación solar fotovoltaica en el techo e incluso conexión eléctrica para que los vehículos eléctricos de la nueva recogida de residuos del municipio de Dolores puedan recargarse en la misma. La planta de transferencia de Dolores va a ser la primera de la Comunitat Valenciana en contar con un equipamiento fotovoltaico de este nivel. La planta está acondicionada para la transferencia de fracción resto, pero también de enseres y voluminosos, de biorresiduos recogidos separadamente y también abre la puerta a la transferencia y transporte de otros residuos domésticos, como por ejemplo envases ligeros, podas o papel-cartón. La infraestructura, "por tanto, también ayudará a los municipios a mejorar de manera más fácil y eficiente las recogidas selectivas en origen (envases, cartón, podas, ...) ", segun la Generalitat.

Junto con el proyecto de la nueva planta, se han acondicionado también algunos viales para facilitar que algunos de los vehículos recolectores procedentes de la costa puedan circular por ellos en lugar de por la circunvalación de la carretera de Dolores.

Por su parte la Plataforma Residuo Cero de la Vega Baja ha lamentado el gran atraso en la gestión de residuos que arrastra la comarca, en especial los municipios que no han puesto en marcha las herramientas que marca la ley para comenzar reducir la generación residuos a través de su selección y control como la recogida puerta a puerta con control telemático o la separación de fracciones de residuos que debería estar en vigor con la contratación de monitores para formar a la ciudadanía. 

Imagen de la visita a la planta de transferencia de residuos de Dolores

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