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Orihuela exige a la CHS encauzar la rambla de Abanilla al Segura sin aclarar por dónde

El Ayuntamiento apoya en sus alegaciones las principales obras del plan contra inundaciones pero rechaza los largos plazos para diseñarlas - Alerta de que el by pass del río en el casco urbano solo se puede hacer si se amplía el Reguerón

Devastación de la DANA en el polígono Puente Alto, situado en la cuenca de la rambla de Abanilla. | TONY SEVILLA

El Ayuntamiento de Orihuela ha presentado alegaciones al Plan de Gestión contra Inundaciones de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que una vez aprobado debe desarrollarse en los próximos cinco años. Lo más llamativo de la postura oriolana ante las previsiones de la CHS es que, en rasgos generales, el municipio se muestra de acuerdo con las principales actuaciones, siempre y cuando no aporten más carga hídrica al propio río Segura: desde el by pass para evitar el efecto embudo de los caudales en caso de riada por el casco urbano de Orihuela con el desvío de las aguas por el Reguerón -una propuesta que está encima de la mesa desde hace más de dos décadas-; pasando por la presa de la rambla de Tabala en Murcia -el proyecto que está más avanzado-, e incluso las soluciones planteadas para rebajar el devastador impacto de la rambla de Abanilla. El municipio rechazó en 2009 un proyecto de encauzamiento, cuando ya estaba redactado y presupuestado por la CHS. Esas propuestas prevén que una parte considerable de los caudales que puedan llegar a Orihuela -esta rambla arrasó el polígono industrial y el barrio del Escorratel en septiembre de 2019- se laminen aguas arriba, se desvíen a un embalse de Santomera ampliado y se deriven hacia el Hondo a través «de los distintos corredores verdes», tanto el corredor Benferri-Cox-Hondo o Abanilla- Campaneta-Hondo. Derivación contra lo que han alegado colectivos conservacionistas y la propia Generalitat. El Ayuntamiento sí cree ahora «indispensable» encauzamiento del último tramo de la rambla de Abanilla hasta el río Segura, para aportar una solución integral para episodios de periodo de retorno de 50 años. Aunque se guarda de aclarar cómo debe llegar al río. Su trazado natural sin deslindar discurre entre las sierras de Orihuela y Callosa y afecta directamente a importantes actividades económicas.

El alcalde Emilio Bascuñana y el concejal Víctor Valverde recordaron que si la CHS quiere llevar a cabo un by pass para rebajar la presión del caudal del río Segura a su paso por el casco urbano de Orihuela -algo por lo que el Ayuntamiento también apuesta- deberá ampliar el cauce del Reguerón y medir qué repercusión tiene esa solución sobre la capacidad de evacuación del río en la confluencia del Reguerón, aguas abajo, ya en el término de Almoradí. «No podemos resolver un problema para trasladarlo a otro sitio», dijo el alcalde.

Bascuñana reiteró el argumento en el que ha insistido desde que se produjo la DANA de septiembre de 2019: las administraciones autonómica y, sobre todo, la estatal, no debe escatimar presupuesto a la hora de actuar en Orihuela. «Orihuela se lo merece ya» El alcalde indicó que desde 1987 se estudia qué debe hacerse. Las empresas que quieren ubicarse en Orihuela «no pueden estar a la expectativa de qué puede ocurrir en el futuro». Para el alcalde no resulta muy congruente que la CHS reclame a ayuntamientos y entidades alegaciones al plan de gestión cuando la Universitat Politècnica de València está llevando a cabo una trabajo en profundidad sobre los impactos de las avenidas y las medidas concretas necesarias para rebajarlos en la Vega Baja. En este sentido el Ayuntamiento ha alegado contra 21 medidas que en el Plan de Gestión aparecen en anteproyecto o estudio de viabilidad y planteadas a muy largo plazo.

El alcalde también cuestionó la ecuación que realiza en estos casos la CHS a la hora de valorar la viabilidad de las inversiones: «Hablan en términos de beneficio/rentabilidad. Las decisiones no se pueden tomar sin atender a las consecuencias negativas que la falta de medidas estructurales suponen para el sustrato socio económico de la ciudad de Orihuela y especialmente las posibilidades de su futuro crecimiento», señaló.

El Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la CHS, que se tramita en paralelo al nuevo plan de Cuenca, busca una actuación coordinada de todas las administraciones públicas «bajo los principios de solidaridad, coordinación y cooperación administrativa -estatal, autonómica y local- y respeto al medio ambiente. El objetivo es conseguir que no se incremente el riesgo de inundación y que, «en lo posible», se reduzca con la prevención, protección y preparación.

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