Altos cargos de la Conselleria de Sanidad y directivos de Ribera Salud rubricaron anoche con su firma el fin del contrato de la concesionaria y el paso a la gestión directa de la Conselleria de Sanidad del departamento de Torrevieja, con diez municipios y una población protegida de 160.000 pacientes. Ribera se despidió remarcando que dejaba el mejor área de salud de la Comunidad, avalado con datos como los de demora en la lista de espera de intervenciones quirúrgicas y atención de consultas especializada, los mejores, con diferencia, de la sanidad valenciana: mes y medio menos que el resto de departamentos en el caso de cirugía. Lo recordaba citando cifras oficiales de la Generalitat, al tiempo que lamentaba que ese balance no se haya tenido en cuenta a la hora de decidir el rescate del departamento para la gestión directa. Pero los datos son elásticos según convenga. Y los oficiales, de este mismo mes, dicen también otras cosas como que Ribera deja los centros de salud del departamento con la peor ratio de médico por número de tarjetas sanitarias de la Comunidad, tanto en el caso de los médicos de Medicina Familiar y Comunitaria como para Pediatría.

Un médico de familia asume una media de 1.640 tarjetas sanitarias de cupo en el departamento torrevejense, mientras que un pediatra alcanza las 1.002. Datos que solo son peores -y para el caso de medicina familiar- entre los 24 departamentos de salud en los que está dividida la Comunidad Valenciana en el Vinalopó Elx-Crevillent: 1.690 tarjetas por médico de Atención Primaria. Este departamento también está gestionado por Ribera a través de un modelo de gestión de colaboración público-privada. Las sociedades científicas recomiendan un cupo máximo de 1.500 tarjetas por médico de familia y de 900 por pediatra. Un médico en el departamento de Requena cuenta con un cupo que apenas supera el millar de pacientes en medicina familiar -600 menos que en Torrevieja- y 650 en atención pediátrica, 350 menos que los diez municipios de primera y segunda línea litoral que abarca el departamento torrevejense, con 160.000 vecinos. Requena es el caso con menos presión asistencial en centros de salud de toda la Comunidad, aunque es un área con poca población. Pero si comparamos Torrevieja con departamentos de población y características similares tampoco queda bien parada: un pediatra en Orihuela asume un cupo de 923 tarjetas de media y un médico de familia 1.470. Paradójicamente los colectivos que han defendido durante más de un año la prórroga a la concesión de Ribera han puesto a Orihuela como ejemplo de cómo no debe gestionarse la sanidad.

La auditoría

El problema sin embargo no es nuevo. El departamento lo arrastra desde hace años y está relacionado con las dificultades de este área, como el resto de departamentos de la Comunidad y del país, para encontrar médicos de cualquier especialidad, y en el caso de Torrevieja con las condiciones laborales de sus facultativos durante los 15 años de concesión. La auditoria operativa de la Sindicatura de Cuentas sobre la gestión del departamento ya advertía en 2017 que 70 médicos de familia tenían asignadas más de 1.500 tarjetas y 14 de ellos más de 1.800, lo que superaba las recomendaciones de las sociedades científicas. En ese mismo año once pediatras ya tenían asignadas más de 900 tarjetas y 7 de ellos más de 1.080. Una situación que ha empeorado de forma sustancial porque ahora la media de todos los facultativos, en sus once centros de salud y diez consultorios, superaba esas 900 tarjetas en Pediatría y las 1.600 en Medicina Familiar. Ya hay médicos con cupos que rozan las 2.000. Se trata de la misma auditoría que destacaba el modelo de gestión de Torrevieja como el más eficaz, y que ahorra a la Generalitat 45 millones de euros al año, con un gasto un 35% por debajo de departamentos de entidad similar.

Ribera, que ayer no se pronunció sobre estos datos, ha mantenido que cada médico de familia y pediatra bajo su gestión contaba con herramientas informáticas para atender a los pacientes y con una jornada laboral más extensa que la que realizan los facultativos en la gestión directa lo que permitía garantizar «la atención asistencial necesaria». A cambio de una jornada más prolongada esos médicos también han recibido más incentivos. Un margen de compensación del que el sistema de gestión directa que ha comenzado este sábado a funcionar en las instalaciones del hospital universitario y las áreas de salud no existe. Y que ha servido para poder cubrir vacantes y huecos con más facilidad que en otras áreas.

El TSJ rechazó ayer la sexta petición de la mercantil de evitar el rescate

El tribunal llega a cuestionar que la empresa anticipe «un caos» sanitario que «no se dio en Alzira»

Ribera tenía todavía en la jornada de ayer una última acción judicial pendiente de resolución, aunque con una posibilidad remota de salir adelante después de los cinco intentos anteriores rechazados. Aunque era un recurso que no había anunciado, presentó medidas cautelares ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) en el intento de paralizar el rescate del departamento de salud. Y fueron rechazadas. 

La Generalitat se apresuraba ayer a mediodía a difundir el nuevo revés judicial para la concesionaria, que se produjo horas antes de que a las 00.00 horas el departamento se incorporara a la red sanitaria pública de gestión directa. Era el sexto auto en el que la sección 5ª del TSJCV rechaza medidas cautelares contra el proceso de reversión solicitadas por la concesionaria tras los pronunciamientos previos del 22 de febrero, 26 de marzo, 26 de mayo, 11 de junio y 23 de septiembre de 2021. Algo que avala, a juicio de la Conselleria de Sanidad, el procedimiento que ha llevado a cabo la Conselleria de Sanidad para integrar el departamento de salud de Torrevieja en la red de gestión pública directa «con total seguridad jurídica al rechazar una última petición de medidas cautelares de la empresa concesionaria para suspender la reversión del departamento». 

El Tribunal recuerda a la empresa concesionaria los argumentos expuestos en los autos previos en los que ya abordó las cuestiones planteadas y no atendió a sus peticiones. Por ejemplo, al trasladar a la concesionaria que el procedimiento de reversión es similar al efectuado en 2018 en el caso del departamento de La Ribera «lo que debería haber supuesto una mayor facilidad para afrontar esta situación porque ni es sorprendente la voluntad de la administración de no prorrogar los contratos de concesión, ni lo son las normas [de reversión]». Y va más allá: «También entonces la concesionaria, sin pandemia, anunciaba una situación de caos en la reversión que nada tuvo que ver con la realidad producida, más allá de la normal alteración en la rutina del servicio que produce la misma». 

La sala declinó horas antes de consumarse el regreso a la sanidad pública otra solicitud de medidas cautelares

El tribunal también hace referencia a que ya se ha referido a cuestiones relacionadas con la adecuación del procedimiento de reversión al artículo 7.3 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera para rechazar la medida cautelar solicitada. «Solo cabe reiterar esa misma argumentación», y respecto al informe de la Intervención General de la Generalitat que ha añadido la empresa a la causa.