El alcalde de Algorfa, Manuel Iván Ros, ha tenido que recurrir al superávit del Ayuntamiento para completar su sueldo de 39.000 euros brutos anuales. El gobierno central suspendió las normas fiscales en pandemia para que las administraciones locales pudieran hacer frente a la crisis. Entre esas normas figuraba que el superávit de los ayuntamientos se empleara exclusivamente para pagar deuda financiera con los bancos, deuda comercial con los proveedores, e inversiones financieramente sostenibles. Ahora a raíz de la pandemia puede emplearse en gasto corriente -incluido el de personal- e inversiones.
El alcalde decidió subirse el sueldo a principios de este mandato, en junio de 2019, de 35.000 euros brutos a 39.000. Pero como el gobierno local de amyoría absoluta no ha podido aprobar los presupuestos desde ese año las partidas consignadas son insuficientes para completar esa cantidad y ha tenido que recurrir a una modificación de crédito para completar el sueldo y la paga extra de Navidad: el año pasado no la cobraron por el mismo problema.