El municipio de Orihuela lleva desde 2018 con presupuestos prorrogados, lo que obliga al gobierno local a actuar a golpe de modificar el crédito para acometer inversiones. Esto es, con cargo al superávit de las cuentas vigentes -las de 2020- mientras no se aprueben las de este año. Para el pleno que se celebrará mañana el alcalde Emilio Bascuñana (PP) ha propuesto usar esta fórmula -una vez más- para hacerse cargo de unos gastos por valor de 5,6 millones de euros, algo que requiere de un consenso con su socio de gobierno (Ciudadanos) que «brilla por su ausencia», según el texto de las enmiendas presentadas por la formación naranja.
La principal oposición se centra en los 1,2 millones para la segunda fase del centro de emergencias de Orihuela Costa, que «sigue cerrado varios meses después de la conclusión de las obras», advierte el grupo de coalición, que sobre todo se niega a la adquisición, por 3 millones de euros, del edificio de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que, situado en pleno casco urbano, ha sido un referente en el ámbito social y cultural de la comarca. Una compra que tacha de «capricho» y de «alardes innecesarios y ostentosos» que engorda un inventario de dependencias municipales ya de por sí abultado, al mismo tiempo que insiste en un «reparto territorial justo», con inversiones en la costa, pedanías y casco, y propone veinte actuaciones.
Sin embargo, Bascuñana podría contar con el respaldo del PSOE, que ha comentado a este periódico que no se opondría a esta partida si va desligada de la del centro social de Barbarroja, puesto que hay necesidades similares en otras pedanías. Algo así como o todos o ninguno. De ser así, se daría la paradoja de que, como ya ocurrió en julio pasado, la propuesta del alcalde saldría adelante con el respaldo socialista y sin los votos de Ciudadanos.
Precisamente, el edificio de la CAM será el escenario del primer pleno municipal que se hará de forma presencial desde que se inició la pandemia, y posiblemente se convierta en la escenificación de lo que la oposición tilda como «una guerra abierta por ver quién gana el pulso». Otra vuelta de tuerca en unas relaciones donde cada vez se tensa más la cuerda.
Un PP en minoría para aprobar unas cuentas «desfasadas»
El PP en el Ayuntamiento de Orihuela está en minoría para aprobar su proyecto de presupuestos de este año. PSOE y Cambiemos coinciden en que debería enmendarse el retraso y empezar a hablar de los de 2022, tal y como marca la ley, en vez de 2021. A pesar de que los presupuestos ascienden a 111 millones, con la posibilidad de un crédito de 28, la mayor cuantía de la historia oriolana, son los menos sociales y obvian incluso la crisis sanitaria, advierten ambas formaciones.
