¿Por qué Torrevieja es el municipio de la provincia de Alicante que mayor recaudación obtiene por el impuesto de plusvalía? La razón hay que encontrarla en el enorme mercado de vivienda de segunda mano en el que se centra la actividad de docenas de inmobiliarias. Alimentado además por la planta de vivienda secundaria más importante del país: 62.585 sobre un total de 122.338 propiedades. Según la estadística del Observatorio Turístico de la Comunitat Valenciana muy por encima de València capital (33.757), Alicante (28.707), Orihuela (27.573) o Benidorm (25.000). Entre viviendas turísticas y primeras viviendas supone una capacidad de alojamiento superior a las 250.000 plazas.
A estos factores se suma el valor catastral de las viviendas en la ciudad. El catastro llevó a cabo en Torrevieja la revisión de la ponencia de valores en 2004. Justo en pleno boom inmobiliario. Y ese es uno de los elementos de cálculo esenciales de este tributo -con lo que podría estar sobredimensionado sobre el valor real de las propiedades-. Criterios de valoración que van a cambiar desde ahora con la setencia del Tribunal Constitucional, que de momento, anula esta recaudación.
El concejal de Hacienda, Domingo Paredes (PP), explica que la ciudad tiene una previsión de ingresos de 20 millones de euros por el impuesto -la segunda con mayor recaudación en la provincia es Alicante con 14 millones-. La actividad económica inmobiliaria de la segunda mano mantiene tal fortaleza en la ciudad, que pese a la pandemia y la suspensión del impuesto de hace unos días, el municipio va a liquidar sin problemas esos 20 millones previstos para todo el año en octubre. Eso supone más del 25% del presupuesto de ingresos del Consistorio. La estimación del área económica municipal era recaudar 25 millones el próximo ejercicio, 67 entre 2022 y 2024. El impuesto grava la revalorización de los terrenos urbanos sobre los que está construida una vivienda desde el momento de su compra hasta su traspaso. En este sentido, Paredes indica que la recaudación no se deriva solo de la venta en segunda mano, también de las donaciones y herencias, que a su vez se mantienen a buen ritmo en una ciudad donde el turismo residencial, en especial el nacional, se asentó en los años ochenta y ahora está legando patrimonio en la playa a los descendientes.
Muy pocas empresas inmobiliarias se centran ya en la venta de primera vivienda en la ciudad. La mayor parte está consagrada a la oferta de segunda mano y se puede encontrar un gran abanico de propiedades: desde los 50.000 o 60.000 euros, promocionadas como vivienda turística, hasta chalés de lujo que superan el millón de euros, en un mercado reimpulsado por el negocio del alquiler on line.
Un salvavidas
La ciudad vive del turismo residencial, pero su ayuntamiento se sostiene por el mercado inmobiliario. En lo peor de la crisis económica la recaudación por el Impuesto de Bienes Inmuebles se mantuvo casi inmutable. Del IBI el Consistorio recauda casi cuarenta millones de euros, diez más de los que necesita para sostener los gastos de personal de su plantilla. Y que se completaba con los 20 de la plusvalía. En total casi 60 millones de euros.
El Ayuntamiento reclama al Gobierno un fondo de compensación
El concejal de Hacienda, Domingo Paredes (PP) explicó ayer que los ayuntamientos van a reclamar un fondo de compesación o una línea de crédito disponible para compensar la suspensión de la recaudación del impuesto. El Ayuntamiento de Torrevieja está en pleno proceso de elaboración de los presupuestos de 2021 y considera que ésta sería la opción más eficaz mientras que el Gobierno elabora la norma que permita recuperar la plusvalía bajo los criterios que disponga la resolución del Tribunal Constitucional. El concejal recordó que todavía se desconoce el detalle de la resolución judicial y en qué medida afectará a la recaudación una vez se revisen los polémicos cálculos que cargaban con el impuesto propiedades que valían más cuando se compraron por primera vez que en su venta posterior.
