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Diecisiete años de cárcel por asesinar a la pareja de su madre en Torrevieja

La Audiencia condena al acusado de matar a un hombre, al asestarle 21 puñaladas, a pagar 100.000 euros de indemnización a los familiares de la víctima, de 65 años

El condenado por asesinar a su padrastro, a la derecha, el día del juicio en la sección de la Audiencia en Elche. | ANTONIO AMORÓS

La Audiencia Provincial ha impuesto penas que suman 17 años de prisión al ciudadano islandés de 41 años que se declaró culpable ante un jurado popular del asesinato del compañero sentimental de su madre en Torrevieja, un ciudadano islandés de 65 años. Le asestó 21 puñaladas y la Audiencia, tras el veredicto de culpabilidad del jurado popular, le ha condenado a 16 años de prisión por un delito de asesinato y a sendas penas de seis meses de cárcel por allanamiento de morada y amenazas.

Además de la pena de prisión, el procesado deberá indemnizar a los dos hijos de la víctima con 40.000 euros a cada uno y con 20.000 euros a la hermana del fallecido, familiares que han ejercido la acusación particular a través del abogado Luis Manuel Albuquerque. La sentencia dictada por el magistrado presidente del Tribunal del Jurado, José Teófilo Jiménez, recoge que en los hechos enjuiciados concurre la atenuante muy cualificada de drogadicción, tal como se pactó en un acuerdo de conformidad entre la defensa y las acusaciones. Asimismo, se ha estimado que hubo alevosía y ensañamiento porque «aumentó de forma innecesaria y conscientemente el sufrimiento» de su padrastro al apuñalarlo de forma repetida y dejarlo con vida y desangrándose.

Según el fallo, el acusado tenía su capacidad cognoscitiva y volitiva notablemente afectada a causa del policonsumo habitual de drogas y de benzodiacepinas.

Los hechos declarados probados en la sentencia ocurrieron poco antes de las tres de la madrugada del 12 de enero de 2020 en la calle Cruz del Sur de Torrevieja. El acusado, islandés como la víctima, acudió al domicilio donde dormían su madre y su compañero sentimental con la intención de matar a este último. Tras entrar al patio de la vivienda escalando un muro se puso unos guantes con un grosor suficiente para proteger su manos del ataque que iba a perpetrar con un cuchillo de 19 centímetros de hoja y 13 de mango.

La pareja de su madre se despertó por los ruidos que provenían del patio y se levantó para ver qué ocurría. En ese momento, el acusado aprovechó que la víctima estaba cerca de la cristalera del salón para lanzarle una bombona de butano.

El cristal se rompió y el procesado se abalanzó sobre su padrastro sin que tuviera posibilidad alguna de reacción. La víctima perdió el equilibrio y el acusado le asestó 21 puñaladas.

La madre del agresor intentó evitar que su hijo continuara con el apuñalamiento, pero su reacción fue levantar la mano con la que portaba el cuchillo para decirle que «os voy a matar a todos». La mujer huyó atemorizada y su hijo le persiguió hasta la puerta exterior de la vivienda. Allí forcejearon y la madre, que no denunció a su hijo ni reclama por las lesiones sufridas, trató de evitar que se marchara.

Antes de la llegada de la Guardia Civil, el acusado escondió el cuchillo debajo de la alfombrilla de un coche para huir pero llegaron los agentes. No obstante, aún aprovechó que fueron a auxiliar a la víctima para tratar de escaparse a pie, pero fue apresado en las inmediaciones.

La sentencia precisa que el acusado vio facilitado el ataque por los guantes y el cuchillo empleado y por la imposibilidad de defensa de la víctima, que fue atacada de forma sorpresiva y además presentaba problemas de movilidad que conocía el agresor.

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