El Ayuntamiento de Orihuela ha ejecutado la sentencia que les permite a los vecinos del residencial Bella Vista de Cabo Roig cerrar el sendero peatonal pegado a los jardines de sus viviendas, después de haber agotado el último recurso judicial.

El TSJ declaró que fue ilegal el derribo del muro que ordenó el exconcejal de Urbanismo, Antonio Zapata, en 2015. Los vecinos lo construyeron en 2013 para impedir el paso por este sendero de 60 metros junto al acantilado. 

El residencial fue aprobado antes de la ley de Costas y el PGOU en 1990, que dispuso que la primera línea fuera de equipamiento público. Sin embargo, el Ayuntamiento no expropió este tramo que daba continuidad al paseo de todo el frente litoral.

El cierre, entre Aguamarina y Cabo Roig, implica dar un rodeo de dos kilómetros.