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Torrevieja «pasa» de su propio plan de crear una reserva marina tras pedirlo al Consell en 2019

La Generalitat, encargada de los trámites, ha preguntado tres veces al Ayuntamiento si quiere seguir adelante, sin lograr respuesta - El proyecto recogía proteger 400 hectáreas marinas litorales del turismo y la pesca recreativa para lograr su regeneración

Las aguas de las calas en el litoral norte de Torrevieja forman parte de la propuesta de protección como reserva marina planteada por el Ayuntamiento en 2019 TONY SEVILLA

El Ayuntamiento de Torrevieja se ha desentendido de su propia iniciativa de crear una reserva marina litoral de interés pesquero. El municipio encargó a un equipo liderado por el catedrático de Biología de la Universidad de Alicante, Alfonso Ramos, un estudio de viabilidad de la iniciativa para preservar ambientalmente 400 hectáreas de espejo de mar y permitir la regeneración pesquera de los espacios litorales más cercanos a la costa torrevejense. Zonas bien conservadas las praderas de Posidonia pese a la enorme presión humana que sufren. En abril de 2019, en una petición conjunta del Ayuntamiento y la Cofradía de Pescadores, se remitió la solicitud que en virtud de las competencias de la Generalitat debe tramitar la administración autonómica.

El concejal de Pesca, Antonio vidal (PP) sí registró en noviembre de 2020 un escrito en el que advertía de que el Ayuntamiento no había obtenido respuesta a esa propuesta del anterior equipo de gobierno en la que se solicitaba iniciar la tramitación a la dirección general de Pesca de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente de la Generalitat. El equipo de gobierno asegura que después de este escrito el Ayuntamiento no ha recibido nada oficialmente. Sin embargo, desde la subsecretaría de Pesca se mantiene que se han enviado hasta tres correos electrónicos al director general de Urbanismo, Obras y Servicios del Ayuntamiento de Torrevieja de consulta y para que «se aceptara la conformidad con el inicio de la tramitación» sin obtener resultado. El primer correo dirigido al director general está fechado el 1 de diciembre 2020 y el último el 15 de abril de 2021.

El gobierno local mantiene que esos correos no aparecen en el registro e incluso dudan de su existencia, aunque este diario ha podido confirmarlas. Pero administrativamente no constan, porque no han pasado por registro.

La Generalitat planteaba además modificar la propuesta para que en vez de tramitar una reserva marina pesquera se planteara una zona de protección. Una vía mucho menos farragosa y más rápida que la reserva marina, y que depende exclusivamente de la Generalitat sin necesidad del visto bueno de la administración central y que podría incluso implantarse con un nivel de protección de los recursos pesqueros mayor que el que disfrutan las reservas de Tabarca -la primera puesta en marcha en España-, Cabo de San Antonio (Marina Alta) y Sierra de Irta en Castellón.

El estudio de la Universidad de Alicante (UA) encargado por el anterior equipo de gobierno para crear una reserva marina pesquera en su litoral propone dos zonas concretas a proteger. Una situada al norte de la costa torrevejense y que ocuparía 120 hectáreas marítimas, una anchura de 530 metros desde tierra y profundidades de hasta 14 metros. Y otra, más relevante, al sur del mismo litoral del término y del casco urbano, con 296 hectáreas de superficie, una anchura media de 900 metros y un rango de hasta 20 metros de profundidad. La iniciativa subdivide a su vez en las dos delimitaciones unas áreas de amortiguación que envuelven a las de especial protección -73 hectáreas en la primera y 123 en la segunda-.

En este último caso, la Universidad de Alicante (UA) también contempla algunas zonas del litoral oriolano en la reserva. En la mayor parte de superficie de la reserva marina estarán prohibidas a la pesca recreativa, deportiva, la acuicultura, la pesca submarina y la pesca recreativa en la costa -con caña-. También el fondeo de embarcaciones recreativas y de pesca deportiva -que tiene un impacto muy negativo por arrastre de las anclas sobre las praderas de Posidonia- y actividades náuticas, como el uso de motos de agua - en los tres puertos deportivos hay amarradas 2.700 embarciones-. También al vertido de aguas residuales -emisarios y evacuación de emergencia en episodios de lluvia a través de colectores-. Alguno de estos colectores están ubicados en la zonas propuestas.

La reserva pretende precisamente la recuperación de los recursos pesqueros y su repoblación. Estas reservas, que tienen su primer referente de éxito en la primera creada en Tabarca a nivel estatal en la década de los ochenta, estarán indicadas con boyas de señalización especial.

Las propias características de estas zonas junto al litoral ya las hacen inviables para la pesca profesional de las flotas artesanales de arrastre -expuestas a multas si se acercan al litoral- y de la pesca de cerco -que faena más lejos de la costa-.

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