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Las importaciones y los bajos precios cuestan 50 millones de euros a la campaña de naranjas en la provincia

Asaja tilda de «descalabro irreversible» la primera fase de la cosecha - El sindicato agrario denuncia la entrada masiva de cítricos de Sudáfrica y el «abuso» de las grandes cadenas

Frutos sin recoger en un bancal de la Vega Baja. TONY SEVILLA

Descalabro para el campo alicantino. Los bajos precios de la naranja marcan un mal comienzo de la campaña. La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante denunció ayer «pérdidas económicas irreversibles» que cifran en 50 millones de euros con respecto a la temporada de otoño de la cosecha anterior. Esta primera parte de la campaña citrícola ha concluido con la Navelina, la variedad estrella, vendiéndose a «unos vergonzosos» 0,07 €/Kg, cuando lo normal es que su cotización alcance en torno a los 0,20 €/Kg, teniendo en cuenta además que los costes fijos de producción se sitúan alrededor de los 0,15 €/kg. De seguir así muchos frutos se van a quedar finalmente sin recoger ante la escasa rentabilidad.

Según Asaja estos precios en «la reina de nuestros productos» es «la guinda al ya irrecuperable primer tramo de la cosecha en la provincia». Paradójicamente, añadió, esto ocurre sin haber comenzado realmente, porque los agricultores achacan «el descalabro citrícola» a la entrada masiva de cítricos de Sudáfrica hasta casi diciembre, de forma que las grandes cadenas siguieron ofertando en sus lineales naranja del país tercero, lo que «redujo al mínimo las operaciones de compra del cítrico español y colapsó la salida de nuestra fruta», explicó. Ya en octubre Asaja el limón sudafricano estaba inundando los supermercados de Alicante, mientras que el producto nacional se estaba quedando en el árbol. Todo ello implicaba la comercialización en las principales cadenas de fruta con químicos prohibidos a los agricultores locales y en algunos casos haciéndola pasar por producto nacional. Sin olvidar que al no recogerse a tiempo no se alcanza un calibre óptimo, lo que impide su distribución.

Además, apuntan al «escandaloso abuso» que están ejerciendo las grandes superficies comerciales están, disparando el precio de las naranjas del campo al consumidor. Así, en sus lineales un kilo de esta fruta cuesta entre 1,30 y 1,50 €/kg, lo que implica un margen con respecto al precio que pagan al productor del 1.900%. En este sentido, Asaja recordó que se acaba de aprobar la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, que incorpora la novedad de prohibir «la venta a pérdidas» o «venta a resultas», así como otras prácticas desleales y fraudulentas. Pues bien, de nuevo se vulnera la norma cuando las grandes cadenas alimentarias han subido en general el precio de la fruta, mientras que al agricultor se la pagan por debajo de costes. «Un claro ejemplo lo tenemos en la naranja», insistió.

Un ánimo de lucro atroz

«Queda claro quién se está lucrando aquí y el nivel de abuso y tomadura de pelo al que se ha llegado, tanto con el consumidor como con el productor», afirmó el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu, que lamentó que pese a esta modificación de la ley «hoy seguimos vendiendo por debajo de costes de producción». A su juicio, «en la práctica nada ha cambiado». En su opinión, «el problema viene de la gran distribución, que impone las condiciones en la cadena de valor y pervierte la transparencia del mercado bajo un ánimo de lucro atroz».

Por eso, apuntó que la Agencia de Información y Control Alimentario, que pertenece al Ministerio de Agricultura, debe poner el foco en el operador que realiza la venta final al consumidor. Porque «la nueva ley no va servir para nada mientras no se consiga corregir los abusos de poder de esta parte de la cadena alimentaria y se ordenen los rendimientos mínimos de cada operador».

Caída de las hortalizas casi un 50% por las altas temperaturas

Las altas temperaturas que se registraron en los días de Navidad han tenido consecuencias en los cultivos de hortalizas de la Vega Baja. Con un tiempo tan anormal para la época del año, «las plantas se han vuelto locas», explica José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante. Esto se traduce en un estrés y saturación que repercute en una menor calidad del producto que «el mercado percibe enseguida», lo que baja los precios. En este caso en casi un 50%, según calcula Andreu. No obstante, se muestra seguro de que en un par de semanas se volverá a la normalidad sin que afortunadamente se traduzca en un varapalo más para los agricultores.

Los costes de producción se disparan aún más

Además de la caída de los precios, muy inferiores a los costes de producción, los agricultores recuerdan que en el último cuatrimestre del año se ha registrado «un desmesurado aumento» en los precios de la luz, el agua, los carburantes y un largo etcétera que dificultan aún más las posibilidades de salir adelante a los que se dedican a este sector tan importante para la economía de la provincia. El presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu, incide también en la política de gestión del agua y en su irrenunciable reclamo.

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