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Orihuela rechaza una planta solar porque «asfixia» a Torremendo y Sierra Escalona

El Ayuntamiento presenta alegaciones para evitar la presión en el núcleo urbano de la pedanía - Afirma que el proyecto vulnera 22 normas, produce un «grave daño paisajístico» y destruye 127 hectáreas de suelo agroforestal

Víctor Valverde, Sonia Bautista, Emilio Bascuñana y Rafael Almagro presentan las alegaciones

Una nueva planta solar amenaza Torremendo. El Ayuntamiento de Orihuela ha solicitado a la Dirección Territorial de Industria que deniegue la construcción en la pedanía de una central fotovoltaica y su infraestructura de evacuación con una potencia de 10.325 kW. El proyecto, que ha presentado la empresa Amber Solar Power Dieciséis, está en exposición pública desde el 21 de diciembre, con un plazo para presentar alegaciones de 20 días, como paso previo a la autorización por parte de la Generalitat. La administración local indica en su escrito que «no cumple en absoluto con la normativa», y es tajante: «Se trata de un proyecto sesgado y creado ad hoc por la mercantil que supone un uso irracional del territorio, afectando de forma irreparable a la localidad».

Así, la empresa efectúa «una evaluación paisajística sesgada», porque realiza «una proyección genérica que en ningún caso corresponde a la realidad, olvidando arteramente la existencia de un núcleo urbano consolidado» al que asfixia. De hecho, continúa, supone la ocupación de 361.236 metros cuadrados en el noroeste de la pedanía, afectando directamente al planeamiento urbanístico, su desarrollo y crecimiento, e invadiendo incluso el suelo urbano hasta el extremo de que es colindante con algunas calles.

Además, se encuentra en las inmediaciones del colegio público Virgen de Monserrate, lo que imposibilita la ampliación de este centro educativo en la parcela adyacente destinado a este uso. Tampoco tiene en cuenta los tres planes especiales -El Tocino, J2 y Las Capitas- que se están desarrollando. La planta invade asimismo caminos públicos, como el Camino de las Capitas. En este sentido, el Ayuntamiento alega que, como titular de este bien público, se niega a autorizar su ocupación.

Todo ello provocará «un empobrecimiento de la zona al impedir su crecimiento demográfico» con el consiguiente riesgo de despoblación, advierte. En este punto recuerda que el Plan de Acción Territorial De la Vega Baja, que también se encuentra en exposición pública, prevé garantizar las condiciones de vida y mejorar la calidad urbana e integración en el paisaje de las pedanías, a las que reconoce como parte de un hábitat histórico relacionado con la huerta y los sistemas agrarios tradicionales.

Plano de la zona afectada

El documento afirma que la propuesta vulnera hasta 22 normas, sin olvidar «el grave daño paisajístico que la instalación provocará en la localidad, al verse envuelta por una inmensa planta fotovoltaica». En este sentido, argumenta que la propuesta realiza «una valoración subjetiva» que no incluye los efectos en el territorio, que serán «críticos y severos», ya que «se perderá de forma definitiva la flora y la fauna propia de la zona» en el paraje de Sierra Escalona, que a nivel autonómico está reconocido como Paisaje Protegido y que a su vez conforma un Lugar de Importancia Comunitaria y una Zona de Especial Protección para las Aves junto con Dehesa de Campoamor.

Es más, invade el perímetro de 500 metros que el Consell excluye como zona de ubicación de plantas solares fotovoltaicas en entornos como este y el tendido aéreo eléctrico lo atraviesa, lo que destruiría el hábitat de la avifauna y propiciaría la colisión y electrocución. Por último, subraya que «el paisaje se artificializa» al sustraerse en torno a 127 hectáreas de suelos forestales y agrícolas, generando más erosión y un incremento del riesgo de inundaciones. 

En palabras del concejal de Desarrollo Rural, Víctor Valverde, este proyecto convierte a la localidad en «un mar de espejos». Sonia Bautista, pedánea de Torremendo, expresó ayer la preocupación e inquietud que está viviendo la población, que ha recogido más de 500 firmas en contra: «No estamos en contra de las plantas solares, pero no las queremos al lado de nuestras casas y de nuestro colegio». «Van a tener todo nuestro apoyo para defender sus intereses», manifestó el alcalde Emilio Bascuñana, que espera que se encuentre «otra ubicación más acorde, porque estamos a favor de las plantas de energía solar, pero no ahí ni de esa manera».

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