La Guardia Civil de Alicante ha desarticulado una banda acusada de robar 18 cajeros automáticos arracándolos con camiones grúa y apoderarse de un botín superior a los 500.000 euros en cinco provincias. La Guardia Civil vincula al grupo con el robo de otros 24 cajeros, aunque no se han podido recabar pruebas para imputarles formalmente dichos hechos. En la operación han sido detenidas ocho personas en Torrevieja y en los municipios madrileños de Alcalá de Henares y Rivas-Vaciamadrid.
La mayoría de los cajeros fueron arrancados en las provincias de Alicante y Murcia en poco más de año y medio, aunque también se han esclarecido delitos en Castellón, Málaga y Huelva y no se descarta que incluyo hayan actuado en otros países europeos como Alemania, donde fue detectado uno de los sospechosos.
El grupo criminal era muy profesional y probablemente sea la mayor banda de estas características apresada en España. Actuaba entre las tres y las cinco de la madrugada y en apenas unos minutos estos ladrones arrancaban un cajero para llevárselo con el camión pluma. Ni siquiera el toque de queda por el covid frenó sus ansias de seguir robando y en plena pandemia también arrancaron cajeros.
La Guardia Civil les ha imputado también el robo de 20 camiones grúa pluma que usaban luego para arrancar los cajeros, así como dos robos de coches de alta gama, tres hurtos de placas de matrícula, ocho robos en viviendas, falsificación de documentos y daños por valor de 700.000 euros en los lugares donde arrancaban los cajeros.
Las pesquisas se iniciaron a mediados de 2020 a raíz de varios robos cometidos en cajeros automáticos de la zona costera de la Vega Baja -entre ellos uno en Orihuela Costa- y en la Región de Murcia. Los cajeros, instalados en la vía pública, habían sido arrancados de cuajo con la ayuda de camiones grúa pluma, también robados previamente.
Uno de sus cabecillas ya había sido apresado en 2019 por la Guardia Civil al desarticular una banda similar y precisamente la oleada de estos robos coincidió en el tiempo con la excarcelación de los miembros del anterior grupo desarticulado.
La banda ahora desarticulada realizaba un minucioso estudio de la zona antes de elegir el cajero automático que iban a robar y escogían aquellos situados en pequeños núcleos urbanos o en urbanizaciones aisladas y que contaran con las vías de escape necesarias para asegurarse la huida en caso de ser sorprendidos.
Una vez elegido el cajero, buscaban en las inmediaciones la existencia de camiones grúa pluma que sustraían la noche anterior o la misma madrugada del robo. Tras arrancar los cajeros con los camiones grúa se dirigían a zonas aisladas donde los forzaba con radiales u otras herramientas para sacar el dinero en efectivo. A continuación huían con el dinero y dejaban abandonado en el lugar el camión y el cajero fracturado.
La Guardia Civil consiguió identificar a seis hombres y dos mujeres de entre 30 y 50 años y procedió a su detención como integrantes de la organización, ingresando seis de ellos en prisión provisional por orden del juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja.
Además les han intervenido herramientas, dinero y otros efectos por valor de 35.000 euros, entre los que se encuentran potentes inhibidores para anular alarmas, sistemas de telefonía y de geolocalización.
El balance de la bautizada como «operación Péndola» ha sido presentado este miércoles en la Comandancia de Alicante por el coronel jefe de la Guardia Civi, José Hernández Mosquera, quien ha estado acompañado por el teniente coronel Antonio Darder, responsable de la Jefatura de Policía Judicial, y por el teniente Fulgencio Jiménez, jefe del Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Alicante, encargado de las pesquisas realizadas de forma conjunta con el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil con base en Alicante.
