Como dice el refrán, el agua siempre vuelve a su cauce. Si hubo un tiempo en el que la tendencia fue modificar el curso de los ríos convirtiéndolos en canales, ahora el objetivo es renaturalizarlos, recuperando sus antiguos meandros. El río Segura constituye un eje vertebrador de la localidad de Orihuela. Desde su encauzamiento se han llevado diferentes actuaciones a lo largo del tiempo, como diversos proyectos de mejora fluvial y labores de mantenimiento. La pretensión ahora es lograr restaurar el bosque de ribera que elimine las cañas que tantos problemas dan cuando llegan las avenidas, así como ganar unas zonas verdes de expansión para el disfrute de la ciudadanía y aminorar los riesgos de inundación ante los graves problemas a los que se ve sometido el municipio cada vez que sufre los efectos de una DANA.
Los fondos europeos Next Generation, a través de la convocatoria de la Fundación Biodiversidad del Ministerio, suponen "una oportunidad", explica el concejal de Medio Ambiente, Dámaso Aparicio. El último día para solicitar la subvención, el miércoles, el Ayuntamiento presentó el proyecto "Refluye mi río", el acrónimo de "Restauración de Ecosistemas Fluviales y Estrategias para la Mitigación del Riesgo a Inundaciones en Orihuela". Un ambicioso plan que requiere una inversión de 4,2 millones de euros que estaría financiada en un 95% por los fondos europeos.
En contraposición a lo que defendía décadas atrás la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) en el Plan de Defensa frente a Avenidas, recuperar los valores ambientales del cauce y la ribera del Segura ayudará a controlar y prevenir las riadas. El objetivo es reconvertir los cursos rectilíneos recuperando los antiguos meandros para zonas de aliviaderos en caso de avenidas, así como laminar el agua para que "los caudales se vayan depositando por el camino y aminoremos la velocidad del río", prosigue Aparicio.
Así, el proyecto contempla la creación de un gran corredor verde. Por un lado, dotar de vegetación a 5,02 hectáreas de meandros. Por otro lado, restaurar 10,4 kilómetros de bosques de ribera, junto con "la implantación de un sistemas de riego con agua regenerada que garantizará la viabialidad de la propuesta", explica el edil. En concreto, se plantarán 53.630 árboles nuevos y 122.892 plantas herbáceas. "Esto daría continuidad a la actuación que se está llevando a cabo por parte de la CHS desde el centro comercial Ociopía hasta la depuradora de Bonanza", indica Aparicio, que añade que "se trataría de prolongarlo hasta el límite del municipio con la vecina Región de Murcia".
Así, se pretende dar uso a los sotos del municipio que se encuentran abandonados. Aguas arriba se actuaría sobre dos sotos cercanos a las norias gemelas para aliviar la zona de El Arenal. Aguas abajo, el soto Miguel Hernández aliviaría las consecuencias de las crecidas en el barrio de San Pedro, mientras que la conexión con el reguerón reduciría las consecuencias en la pedanía de Molins. También se contempla un espacio botánico en el entorno del Molino de la Ciudad. En suma, se conseguirían 1,589 kilómetros de retranqueos y defensas, 0,478 kilómetros de recuperación del antiguo trazado y 4,11 hectáreas de superficie recuperada para laminar. Todo ello se traduce en mayor protección para 8.310 habitantes.
Porque no se pueden evitar del todo las inundaciones, pero sí "ganar tiempos y tener una mayor capacidad de respuesta", sostiene el concejal. Ahora bien, habrá que esperar seis meses para conocer si el Ministerio otorga la subvención. En este sentido, Aparicio recalca que Murcia también ha presentado una propuesta similar por valor de 2 millones. Sin embargo, espera que la CHS vele por este municipio que "se ha visto constantemente perjudicado por los efectos de la DANA, sobre todo tras el pasado episodio de septiembre del 2019 que fue enormemente devastador". Una oportunidad, concluye, para devolver el río a su estado natural, abrirlo a la ciudadanía y conseguir ver de nuevo cómo refluye.
