"La carencia de espacio y orden, la proliferación de suciedad y la ausencia de mobiliario y de contenedores adecuados para el almacenamiento de bienes muebles de esta naturaleza es patente". Es solo una de muchas consideraciones que recoge un exhaustivo informe de la Conselleria de Cultura sobre el lamentable estado que presenta el Museo del Mar y de la Sal de Torrevieja.

Y es el resultado de una visita realizada el pasado mes de octubre por un técnico de la administración autonómica, en el ámbito de una actuación ordenada por Cultura sobre el cumplimiento de la normativa patrimonial en 27 museos y 22 colecciones museográficas de la Comunidad Valenciana. Un documento desvelado este lunes por la oposición al gobierno del PP de Los Verdes que deja en muy mal lugar la gestión municipal del espacio museográfico.

La Conselleria advierte como conclusión que si el Ayuntamiento no actúa ya para atajar esta situación, la administración autonómica -según la legislación- puede retirar su reconocimiento como museo a este espacio museográfico, según indica el jefe de Servicio Territorial de Cultura de Alicante. Cita para ello varios artículos de la Ley Valenciana de Patrimonio en los que se contempla que pueden disponer el depósito de los fondos del museo en "otros centros cuando razones urgentes de conservación, seguridad o accesibilidad así lo aconsejen".

Reclama de esta forma que en el plazo de un año el municipio presente un proyecto actualizado del museo "aprobado por el pleno" con las actuaciones necesarias para resolver las graves carencias detectadas si Torrevieja quiere que el museo siga siendo reconocido como tal por la Conselleria y, sobre todo, si no quiere exponerse a que los fondos se almacenen en otro lugar. El concejal de Cultura, José Antonio Quesada (PP), no se ha pronunciado sobre las conclusiones del informe. 

El museo no reúne las condiciones adecuadas para garantizar la seguridad y la conservación de las colecciones, carece servicio propio de seguridad, no dispone de videovigilancia, de alarma anti-intrusión y tampoco de sistema de detección de humo.

El técnico que realizó la visita, Ximo Martorell Briz, señala en primer lugar que se encontró con una "institución que carecía de dirección oficialmente reconocida", no cuenta con un técnico superior al frente del museo. Y a continuación señala que como tal, no reúne las condiciones adecuadas para garantizar la seguridad y la conservación de las colecciones: carece servicio propio de seguridad, no dispone de videovigilancia, de alarma anti-intrusión y tampoco de sistema de detección de humo. Además, las salas de exposiciones y las oficinas técnicas "no reúnen las condiciones de conservación adecuadas", porque no tienen dispositivos que permitan el control y la regulación del clima higrotérmico. "Hay que significar que en el momento de la visita la temperatura y la humedad eran elevadas, y que se observaron problemas de humedades y de generación de sales al techo del espacio expositivo", reitera el informe firmado el 30 de diciembre pasado sobre una visita realizada el 19 de octubre de 2021.

"El espacio custodia y exhibe al público un conjunto de materiales arqueológicos de "procedencia dudosa" en condiciones de exhibición y almacenamiento malas", según el experto de la Conselleria de Cultura

El experto insiste: "Los bienes muebles están colocados o guardados de manera poco ortodoxa en diferentes puntos, entremezclados con toda clase de bienes muebles etnológicos, documentación histórica del Museo y materiales logísticos".

"Dudosa procedencia"

En el mismo documento, se indica que el espacio custodia y exhibe al público un conjunto de materiales arqueológicos de "procedencia dudosa" en condiciones "de exhibición y almacenamiento malas". Solo a modo de ejemplo, señala el técnico de conselleria, en la sala de exposiciones permanente hay siete ánforas expuestas fuera de las vitrinas al alcance de los visitantes. Este montaje expositivo "extemporáneo se agrava" por el hecho que se encuentran colocados sobre trípodes metálicos que no están fijados en tierra o la pared, con el riesgo que supone. Además, agrega el informe, en los departamentos habilitados como oficinas técnicas y espacios de almacenamiento se acumula un importante número bienes muebles arqueológicos de diferente naturaleza y de aparente origen subacuático.

Carencias

Las carencias "afectan particularmente" a los materiales de naturaleza metálica, que en algunos casos, carecen de referencias sobre su procedencia. También a los restos de ánforas romanas, directamente colocadas en las estanterías, "no ajustándose a las necesidades de conservación preventiva que requieren los bienes muebles de esta naturaleza". Señala el documento también que las características de las instalaciones y "sus accesos dificultan la visita a colectivos con diversidad funcional y cognitiva".

Sala de exposición principal del museo situado en un semisótano donde confluyen los fondos sin ningún tipo de criterio criterio o proyecto museográfico

El funcionario continua su informe con una interminable lista de deficiencias advirtiendo de la ausencia de proyecto museográfico -o algo que se le parezca-. En concreto, incide en la carencia de los programas, planes y protocolos que tienen que facilitar el desempeño de las funciones propias del museo, en ámbitos como por ejemplo la evacuación de colecciones, la seguridad, la prevención de incendios, la evacuación del público y el personal, la manipulación y transporte de bienes muebles, la conservación del inmueble, conservación de los fondos, el inventario y la catalogación, la restauración de fondo, la investigación o la gestión de exposiciones.

Las características de las instalaciones, ubicadas en un semisótano, y sus accesos dificultan la visita a colectivos con diversidad funcional y cognitiva, según el informe

El Museo de la Mar y de la Sal, que es el espacio museográfico con vocación de aglutinar la memoria de la ciudad y también de ser el más importante de Torrevieja, cuenta con otras dependencias al aire libre en el puerto de Torrevieja. El museo flotante que alberga el submarino Delfín y la patrullera Albatros y que el técnico no visitó.

UN ALQUILER DE CASI 3.000 EUROS MENSUALES Y 28 AÑOS DE PROVISIONALIDAD

Torrevieja paga desde 1994 un alquiler mensual por las dependencias en las que se encuentra este museo en la céntrica calle Patricio Pérez. Arrendamiento que ronda los 3.000 euros mensuales. Estos locales en alquiler también acogen dependencias para otros servicios municipales.

En la fachada sigue figurando el cartel que anuncia que se trata de una "sede provisional"… y va para 28 años. El Ayuntamiento anuncia desde hace casi dos décadas la construcción de un museo con sede permanente e incluso tiene concedidos tres millones de euros de subvención de la propia Conselleria de Cultura para este objetivo. En 2006, cuando el concejal de Cultura era el actual alcalde Eduardo Dolón (PP), se adjudicó un proyecto para construir la sede definitiva en las Eras de la Sal a la empresa Lubasa que se suspendió cuando comenzaron las primeras catas arqueológicas. La razón final por la que se descartaron las obras no están claras, aunque la empresa fue indemnizada.

Durante este mandato ha adjudicado al estudio Paredes Pedrosa la redacción de un proyecto para albergar este museo en las mismas Eras de la Sal. Es este proyecto el que, a buen seguro, va a poner sobre la mesa el gobierno local para justificar el abandono de la actual sede. Solo su redacción supone ya un desembolso de 600.000 euros, tal y como avanzó INFORMACIÓN, y la ejecución de las obras supera los siete millones. Junto al museo está previsto ocupar el espacio de las Eras de la Sal con un nuevo recinto para el Certamen de Habaneras y Polifonía y un paseo en dominio público marítimo terrestre. El proyecto ha comenzado a redactarse, ahora necesita además el visto bueno de la Conselleria de Cultura porque en las excavaciones arqueológicas previas se han descubierto restos que podrían ser de interés para su conservación y exhibición permanente y que podrían integrarse en el proyecto.

"NEFASTA GESTIÓN DE EDUARDO DOLÓN"

En una nota de prensa Los Verdes dieron ayer "una vez más la voz de alarma de que la nefasta gestión de Eduardo Dolón al frente del Ayuntamiento de Torrevieja está afectando a la calidad de los servicios y las infraestructuras".

"Prueba de ello es el informe" que ha emitido la Conselleria de Cultura alertando del, a juicio de esta formación, "pésimo estado del Museo del Mar y la Sal y de cómo, una vez más, la desidia del Partido Popular por hacer las cosas correctamente puede acarrear problemas para Torrevieja". El informe relata que esta gestión de las instalaciones podría suponer la pérdida de condición de Museo reconocida por ley.

En el informe se citan múltiples deficiencias, entre ellas, que el museo carece de un proyecto museográfico”, es decir "un plan de expansión y uso del museo así como de actividades y funciones, lo cual no es de extrañar ya que es la forma de actuar de Eduardo Dolón, crear infraestructuras sin un uso concreto ni una finalidad clara y así perpetuar la espiral de gasto en megaproyectos sin un sentido concreto".

Y "como guinda el propio informe alerta de las pésimas condiciones de conservación de los restos arqueológicos así como su falta de seguridad y control, ya que se relatan distintas situaciones en las que los objetos están expuestos demasiado al alcance de los visitantes o la existencia de goteras y humedades que podrían malograr los objetos".

Para la misma fuente "nos encontramos ante una nueva prueba de cómo la incompetencia manifiesta del Partido Popular pone a Torrevieja en el mapa de la vergüenza al encarar la posibilidad de perder uno de los museos más representativos del municipio". Los Verdes asegura que trabajará para que Torrevieja cuente con "instalaciones de calidad".