Como dice Mariano Celicilia en su tesis, Orihuela concentra "la imaginería, la orfebrería, la arquitectura y la propia ciudad histórica como escenario único donde se desarrollan las expresiones pasionarias", contando además que en sus procesiones se pueden ver seis Salzillos. Por ejemplo, este Martes Santo saldrá a la calle, si no llueve, Nuestro Padre Jesús de la Caída, una talla, de 1754, del escultor murciano con la Cofradía del Perdón. También ese día, la imagen titular de la Cofradía Ecce-Homo es un Cristo de Francisco Sazlillo, de 1777, que lo acompaña la figura de Pilato, aunque esta más moderna, de 1943. Lo más característico, en opinión de su presidenta, María Dolores Rodríguez Esquer, es el rostro y la espalda, con unos latigazos impactantes, aunque cubiertos con una capa de terciopelo rojo bordada en oro y plata, de 1850. Además, indica que este año hay dos nuevos faroles, de la orfebrería de Hijos de Benedicto Martínez, que simulan al balcón del Ecce-Homo.

El miércoles por la tarde, a las 18.30 horas, volverá a salir a la calle el Cristo de la Agonía, de 1774, en la procesión de la Orden Franciscana Seglar y Muy Ilustre Mayordomía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, presidida por el patrón de Orihuela y su huerta, con cientos de fieles alumbrantes que lo acompañan haciendo penitencia y cumpliendo promesa. A las 22.30, San Pedro en su arrepentimiento, atribuido tradicionalmente a Salzillo, así como Jesús lavando los pies al Príncipe de los Apóstoles, de 1758, ambas de la Real Cofradía del Lavatorio. Y ya el domingo, la Santísima Virgen Dolorosa, de 1765, con la Hermandad de la Resurrección.