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El fiscal pide 5 años de cárcel a un policía local de Torrevieja acusado de usurpar la firma de otros tres agentes para poner multas

La Audiencia juzga los hechos de 2007 por un delito continuado de falsedad/El policía implicado empleó los datos de sus compañeros para sancionar a un vecino con el que mantenía una disputa personal /El denunciante sufrió represalias de los mandos por llevar el asunto al juzgado

Un agente de Torrevieja rellena un boletín de denuncia en una imagen de archivo TONY SEVILLA

La sección séptima de la Audiencia Provincial con sede en Elche juzga a finales de este mes a un policía local de Torrevieja por un delito continuado de falsedad al usurpar la identidad de tres agentes compañeros de las misma plantilla para imponer multas de tráfico a un vecino con el que mantenía un enfrentamiento personal por una deuda. Ocurrió en 2007. Los hechos fueron denunciados por uno de los policías afectados por la suplantación de firma.

En su escrito de acusación, la Fiscalía pide para el policía acusado 5 años de cárcel por un delito de falsedad continuado cometido por funcionario en el ejercicio de sus funciones, además de otros cinco años de inhabilitación especial para ejercer en la función pública.

Según figura en la causa, el agente acusado tramitó varias multas empleando el número de identificación de otros agentes del cuerpo de policía municipal. Supuestamente el objetivo de las sanciones era presionar a una persona, que regentaba un bar en el caso urbano de Torrevieja, y que mantenía una disputa por los gastos de un local con un familiar directo del agente.

Según recogen las diligencias no solo habría empleado la identificación de los policías, tampoco las multas se ajustaban a una infracción de tráfico sancionable. De este modo en el escrito de acusación se relata cómo el acusado interpuso el 2 de abril de 2007 una multa a un coche estacionado en la calle Orihuela "y con el objetivo de ocultar que él había sido el agente actuante, puso como firmantes del boletín de denuncia" a otros dos agentes. El día 24 del mismo mes volvió a ocurrir. Esta vez fue en una calle paralela, San Policarpo. El agente acusado volvió a rellenar un boletín de denuncia y a poner como firmante a un tercer agente.

El denunciante se enteró por casualidad del uso fraudulento de su identificación cuando un día se encontraba en el bar que regentaba la persona que había sido multada y ésta se quejaba comentando con algunos clientes que no había cometido infracción alguna. Fue al mostrarle el boletín cuando el policía vio que figuraba él mismo como agente actuante, pese a no tener conocimiento de los hechos.

Entre las diligencias solicitadas para la vista oral prevista para el lunes 30 de mayo la Fiscalía, junto a la comparecencia del acusado, ha solicitado la presencia como testigos de los tres agentes que vieron su firma en las denuncias en las que no habían intervenido, además de dos oficiales de la Policía Local y el vecino multado. Aunque es algo en lo que no se centraron las diligencias de investigación al conocerse la denuncia las multas no llegaron a imponerse de forma efectiva, se desconoce a través de qué mecanismo administrativo llegaron al destinatario pero su cobro no fue ejecutado al sancionado por SUMA.

En aquel momento en la Policía Local todavía se usaban buzones para depositar los boletines de denuncia que eran recogidos por los responsables de tramitarlas. 

El policía local que denunció -uno de los tres que aparecían como firmantes- pidió a la jefatura de la Policía Local que adoptara medidas contra el responsable del uso de los datos de otros tres compañeros, que ahora va a ser juzgado. Pero la petición no fue atendida "para no levantar el hacha de guerra", en palabras del jefe principal de la plantilla en aquel momento, y actual segundo en la escala de mandos.

Fue el propio denunciante y no el acusado quien fue expedientado en dos ocasiones y sufrió situaciones de supuesto acoso laboral por haber llevado al juzgado la irregularidad llegando a ser suspendido de empleo y sueldo. En una decisión luego invalidada

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Fue sin embargo el propio denunciante, que terminó por abandonar la Policía Local de Torrevieja, quien fue expedientado en dos ocasiones y sufrió situaciones de supuesto acoso laboral por haber llevado al juzgado la irregularidad llegando a ser suspendido de empleo y sueldo. Fueron más tarde los juzgados quienes dieron la razón al agente denunciante por vía judicial, al aclarar que su baja estaba totalmente justificada.

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