El Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela opta a la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Como paso previo las Cortes valencianes instan al Consell a que lo declare Bien de Interés Cultural (BIC), según una certificación que recibió el Ayuntamiento el pasado miércoles, ha comunicado la corporación local.
La Concejalía de Patrimonio Histórico inició contactos con el Juzgado Privativo de Aguas para acordar la creación de una comisión de trabajo para que ambas instituciones redacten una memoria justificativa con el fin de solicitar la incoación del expediente de declaración de BIC. Una vez conseguida su declaración, se solicitará al Gobierno de España que tramite ante la Unesco su inclusión en la lista representativa de bienes del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Los antecedentes del Juzgado de Aguas, una entidad jurisdiccional y de gobierno que resuelve conflictos en temas relacionados con el agua y el riego, hunde sus raíces en la Orihuela Andalusí, aunque su forma más actual tiene su origen en el siglo XIII en un privilegio concedido por el Rey Alfonso X el Sabio al Concejo de Orihuela. Cuenta con más de 1.500 regantes en sus más de 7.000 hectáreas y centenares de kilómetros de canales que han contribuido al desarrollo, durante siglos, de Orihuela y sus pedanías.
La Diputación y el Ayuntamiento solicitaron su reconocimiento como Tribunal Tradicional y Consuetudinario y Pueblos de su Marco, algo que finalmente se aprobó hace unos meses en el Congreso de los Diputados.
A su vez, el Consell ha aprobado un convenio de colaboración que aporta 5.000 euros para divulgar, promocionar y financiar los gastos derivados de las actividades propias de esta institución que imparte justicia y administra los riegos desde hace más de mil años y tiene su ámbito territorial de actuación en los municipios de Orihuela, Algorfa, Benejúzar, Bigastro, Jacarilla, Rafal y Redován.
