Los usuarios de algunos de los bancos públicos del paseo de Juan Aparicio de Torrevieja, que en plena fachada marítima es el más concurrido de la ciudad, pueden hacer migas con los clientes de las terrazas. Y no es una metáfora. Las sillas y mesas de los establecimientos de hostelería rodean algunas de esas zonas de descanso junto al mar. Puede parecer anecdótico pero es el reflejo de lo que comunidades de propietarios trasladan desde hace años al Ayuntamiento de Torrevieja como una ocupación «totalmente descontrolada» de un paseo «que es de todos». Pero es también la auténtica milla de oro para la hostelería local. Cuando las calles del centro de Torrevieja están vacías más allá de las doce de la noche, incluso las del centro peatonal en temporada alta, las terrazas del paseo de Las Rocas siguen llenas, sobre todo con clientela centroeuropea.  

El equipo de gobierno del Ayuntamiento niega con rotundidad este descontrol denunciado por los vecinos. Asegura que las quejas de administradores de fincas y comunidades de propietarios de esa zona no son ni mucho menos numerosas, ni han desvelado situaciones graves que haya que corregir. Pero comunidades como la del Edificio Neptuno o del Edificio Brisas Cinco Estrellas, con más de cien propietarios, no comparten ese criterio. Y llevan cuestionando ante el Ayuntamiento, por ejemplo, la ocupación de un restaurante de la primera línea a la altura de la calle del Mar, que ha consolidado para su uso un tramo con estructuras cerradas más sólidas que impiden el paso de vehículos de emergencia y limpieza. La calle se ha cegado para el uso público, aseguran, y lo que deberían ser estructuras desmontables podría tardar días o semanas en retirarse.

Instalación de terraza en el tramo final de la calle del Mar que ha provocado quejas de dos comunidades de vecinos que aseguran que puede provocar problemas de seguridad. El Ayuntamiento señala que cumple con la ordenanza

La pandemia, con su exención de tasas y margen para ampliar con menos restricciones veladores y terrazas, permitió a los negocios extender la superficie a la que dan servicio para paliar la merma de clientes y cumplir la normativa covid. Las normas sanitarias han decaído desde hace meses, pero los problemas de molestias por ruidos, música ambiente y aglomeración de personas, que ya se daban antes de la pandemia, se han agravado considerablemente, aseguran en sus escritos. Ahora las sillas y mesas dejan prácticamente en un sendero la superficie practicable para los peatones entre los negocios y el cantil del paseo con el mar, a lo que se añade en algunos tramos los vendedores ambulantes. Una degradación evidente de la calidad del espacio urbano, cuando hasta los promotores de viviendas más potentes de la ciudad aseguran lo que Torrevieja necesita con urgencia para evitar la saturación y la masificación por la que es conocida como destino turístico es, sobre todo, espacio público.

Banco público puesto al servicio de una mesa de una terraza del paseo de Juan Aparicio el pasado verano de 2021

Este diario ha tenido acceso a las quejas, firmadas por las comunidades de propietarios y validadas por los administradores de fincas, registradas en sede electrónica durante 2020 y 2021. Para estos vecinos la actividad del restaurante situado en la calle del Mar con el Paseo de Juan Aparicio es solo un ejemplo más de lo que ha ocurrido en los últimos años, y uno de los más significativos. A la importante envergadura de la superficie ocupada, que cierra la bocacalle de la calle del Mar, se suma en este caso que la propiedad ha clausurado al paso peatonal el pasillo -tramo de acera- entre la terraza comedor exterior y el propio interior del restaurante en el paseo de Juan Aparicio. Mientras entre la ribera del mar y las terrazas apenas quedan dos metros y medio para cualquier persona que quiera disfrutar de un paseo. Hace unas semanas el Ayuntamiento retiró la mayor parte de los bancos para repintarlos y remozarlos de cara al verano. Pero dos de ellos no «han vuelto» a su sitio. Si se usaban por peatones tapaban las vistas a los clientes de las mesas mejor situadas frente al mar. Para estas comunidades los intereses económicos de la hostelería de esta franja marítima pesan más que el deseo de calidad de vida de unos vecinos que escogieron la primera línea con unas propiedades que se van devaluando, aseguran, porque la tranquilidad durante más de cuatro meses al año es algo que solo llega muy de madrugada.  

Sobre la calzada los restos de los apoyos de dos bancos que han desaparecido junto a las mesas con mejores vistas al mar de una terraza. El Ayuntamiento asegura que se van a reubicar en el mismo lugar y que están en mantenimiento TONY SEVILLA

El concejal de Seguridad y Actividades, Federico Alarcón (PP) recuerda que solo puede hablar por las reclamaciones que figuren oficialmente registradas en su departamento. Y que solo tiene constancia «de un par de ellas» referidas al local de la calle del Mar con el paseo Juan Aparicio. El edil explicó que Torrevieja va a mantener la exención de tasas durante todo este año -antes de la pandemia el Ayuntamiento recaudaba casi un millón de euros por este concepto-, y aseguró que la ordenanza fiscal se recuperará en 2023, en paralelo con la renovación de la ordenanza de ocupación, con un nuevo texto renovado. La recuperación de la tasa por otra parte bastante improbable en año electoral municipal, si no llega después del mes de junio tras las elecciones. Sobre los bancos el concejal señala que se está llevando a cabo su reparación y puesta a punto por parte del área de mantenimiento, y que volverán a su sitio, y aporta imágenes sobre esos trabajos -aporta imágenes de los trabajos-. Los vecinos sin embargo sospechan que no iban a regresar porque el resto de mobiliario repintado y lijado ya se ha vuelto a instalar.  

Ejemplo del pasillo que queda entre las terrazas y el cantil del paseo con el mar con una afluencia de público todavía moderada en el mes de mayo TONY SEVILLA

El informe del oficial responsable de actividades en vía pública desde hace décadas, señala en el caso del local de la calle del Mar que «la ocupación siempre que se realice tal cual se refleja en el croquis y la memoria (presentada por el empresario), en las circunstancias actuales, desde el punto de vista del tráfico, con la ocupación de la vía pública no obstaculiza el tránsito de peatones y no entraña peligro o riesgo reseñable». 

Ocupación de una zona verde sillas y mesas de una terraza en este caso dentro del recinto portuario, competencia de la Generalitat, el pasado verano de 2021

La Policía Local apenas cuenta con dos agentes adscritos al control de actividades en la vía pública, además de los funcionarios adscritos al área que realiza la tramitación administrativa. Además de supervisar que la declaración responsable y memoria de instalaciones de la hostelería se ajustan a la realidad del terreno, también deben controlar los cortes de calles y acopios de materiales de obras, o el control de la ocupación en los mercadillos semanales -el de los viernes uno de los más grandes de la Comunidad Valenciana-. Todo en horario de mañana y tarde. Nunca nocturno, momento en el que la demanda obliga a los hosteleros a maximizar el espacio disponible.

Sobre la gestión del frente litoral privilegiado, que se ha quedado pequeño para los miles de turistas que lo emplean no solo para consumir en las mejores terrazas de la ciudad o para pasear hasta la playa del Cura y las piscinas «naturales», algún día la Generalitat y el Ministerio de Transición Ecológica abrirán el melón sobre si buena parte de ellas necesitan autorización en dominio público. Ahora miran para otra parte.