El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón (PP), envió la semana pasada una carta al nuevo conseller de Sanidad Universal y Salud Pública, Miguel Mínguez, en el que le "da la enhorabuena" por su reciente nombramiento. El alcalde le recuerda al nuevo conseller que, recientemente, instaba a su antecesora, Ana Barceló, a visitar el Hospital de Torrevieja para conocer in situ la realidad, tras los comunicados hechos públicos por el Colegio de Médicos o el Comité de los trabajadores sanitarios.
En esta carta remitida al nuevo conseller, Dolón le pone en conocimiento "de la gran preocupación existente por la delicada situación que atraviesa el Área de Salud de Torrevieja, especialmente con la inminente llegada de la temporada estival, en la que “las cifras de población se triplican y podríamos enfrentarnos a un verdadero desastre” si se mantiene la situación que todos "los sectores implicados llevan tiempo denunciando de múltiples carencias que sufren y con la que llevan a cabo su trabajo", según destaca en una nota el departamento de Comunicación del Ayuntamiento.
El alcalde de Torrevieja le solicita una reunión, bien en València o en Torrevieja, para tratar “esta preocupante situación con la urgencia que el tema requiere”. La gerencia del Hospital de Torrevieja ha presentado un plan de vacaciones y refuerzo de verano al comité de empresa y la junta de personal que, de momento, no ha sido valorado por los sindicatos oficialmente. También lo presentó a los representantes de los diez municipios del área de salud. Ni los alcaldes de Torrevieja y Pilar de la Horadada, ni sus ediles de Sanidad acudieron a la cita con el argumento de que se había solicitado una reunión conjunta, en la que también se encontraran los representantes de los trabajadores. En este sentido la gerencia recordó la ausencia del primer edil en un encuentro en el que se explicaron las medidas que está solicitando para afrontar el verano y los refuerzos previstos en Atención Primaria y Urgencias.
Mientras tanto en redes sociales se suceden las denuncias públicas, en muchas ocasiones anónimas, sobre la supuesta degradación en el funcionamiento del departamento sanitario, en especial del área de Urgencias del Hospital. Desde que Sanidad se hizo con la gestión directa al no prorrogar la concesión al grupo sanitario Ribera (Centene Corporation) los alcaldes del PP de los municipios enmarcados en el área han cuestionado el día a día del departamento. También de forma unánime los sindicatos en el centro sanitario. Otros asociaciones y partidos políticos -PSOE, Compromís, Unidas Podemos- han defendido la decisión con el argumento principal de que "la sanidad no es un negocio", además de valorar el incremento sustancial de personal que se ha producido, en todas las categorías excepto los médicos, categoría profesional en la que el centro tiene enormes dificultades para cubrir vacantes y refuerzos.