La IX edición de los Murales de San Isidro se ha inaugurado esta tarde con la recepción de los artistas participantes y el inicio de la tradicional pintada para continuar inundando el barrio de color y versos del poeta Miguel Hernández. La actividad, bajo el título "Pintada está mi casa", continuará este sábado desde las 7.30 a las 21.00 horas, así como el domingo desde la misma hora hasta las 14.00. De esta forma, cuando se cierre la jornada las fachadas tendrán once nuevos murales y se habrán restaurado nueve que se habían deteriorado con el paso del tiempo. También se han instalado en el parque unas estructuras con las figuras de cabras y del poeta cabrero.

La concejala de Cultura, Mar Ezcurra, ha manifestado que "ha sido la edición más difícil de organizar, pero se ha logrado con empeño, trabajo y más ilusión que nunca". Arropada por la alcaldesa de Orihuela, Carolina Gracia; el vicealcalde, José Aix, el equipo de gobierno y la oposición -a excepción del PP-, ha agradecido la colaboración "codo con codo" de la plataforma de vecinos. La edil también ha destacado las rutas teatralizadas -"Tras los pasos de Miguel"-, recitales de poesía, pasacalles, juegos infantiles, desfiles, un torneo de fútbol sala y la música como protagonista con una decena de conciertos, que arrancan a las 20.30 horas con una sesión del DJ David Rodríguez y siguen a las 22.00 horas con un formato electroacústico a cargo de los oriolanos Varry Brava, finalistas en el Benidorm Fest, para cerrar la jornada a las 23.00 horas con el grupo murciano Awakate.

IX EDICION MURALES DE SAN ISIDRO ORIHUELA

Inauguración de la IX edición de los Murales de San Isidro en Orihuela TONY SEVILLA

Gracia ha reconocido el esfuerzo de Ezcurra por "mantener y mejorar cada edición" y haber hecho que "este barrio siga siendo un ejemplo de cultura y que podamos disfrutar de un fin de semana repleto de actividades". La regidora también ha tenido palabras de agradecimiento a los vecinos, porque "siembre que decidimos subir arriba nos recibís con los brazos abiertos".

"Pintada, no vacía, pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias", reza el poema. Para albergar vida en las calles de este popular barrio, amortiguando odios detrás de la ventana. O, al menos, "dejadme la esperanza", diría el poeta del pueblo.