Con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, hablamos con Mario Urrea, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), sobre la importancia de cuidar la biodiversidad y sobre las últimas actuaciones de este organismo de gestión, regulador y mantenedor de las aguas de la cuenca del Segura.

¿Cómo se conjugan, en la gestión ordinaria de la cuenca, los dos principales objetivos de atender las demandas y alcanzar el buen estado de las masas de agua?

Es una tarea difícil en cualquier cuenca, y más aún en una como la nuestra, en la que la demanda de agua supera con creces los recursos naturales y las masas de agua están sometidas a diversas presiones.

No es ningún secreto que hay en la demarcación varias masas de agua que no alcanzan el buen estado, y eso habla de la dificultad de este desafío.

Para progresar en su cumplimiento trabajamos, con la brújula del Plan Hidrológico, en analizar las presiones que sufre cada masa para tratar de reducir los impactos, y simultáneamente tratamos de facilitar e incrementar el uso de recursos alternativos que permiten satisfacer las demandas sin incrementar las presiones a las masas, estos últimos mediante un régimen tarifario adecuado y asumible por los usuarios a fin de que no se ponga en riesgo su actividad.

Otro de los desafíos ambientales es el de la sobreexplotación de agua subterránea. ¿Qué tipo de actuaciones se van a desarrollar para atenderlo?

Las aguas subterráneas desempeñan un papel esencial desde diversos puntos de vista en la cuenca del Segura, constituyen un soporte fundamental y son el caudal base de muchos ecosistemas y masas de agua superficiales. Pero también es muy importante desde el punto de vista de atención a las demandas, tanto para abastecimiento urbano como las ligadas a otras actividades socioeconómicas, agricultura, ganadería o industria.

Su uso extensivo ha provocado un importante descenso en los niveles piezométricos de aquellas masas que soportan mayor presión, lo que afectan seriamente a las descargas en fuentes y manantiales y a la relación de río acuífero, invirtiendo en algunos casos su flujo o a la intrusión de las aguas salinas en los acuíferos costeros, o a la movilización de aguas profundas con inadecuadas condiciones químicas y, por último, a la desconexión con zonas húmedas o aguas superficiales de ríos, lo que comporta seriamente una afección a los ecosistemas. En distintas masas de agua subterránea de la demarcación existe una explotación varias veces superior a la recarga natural anual media.

Esto constituye una situación insostenible a medio y largo plazo que condena a las actividades que dependen de esos recursos renovables a una lenta y progresiva decadencia, de no mediar intervenciones decididas.

Desde la CHS se está participando también en el LIFE+Cerceta, dedicado a la recuperación de las poblaciones de cerceta pardilla. ¿Cómo avanzan las tareas de la CHS en este proyecto?

Las acciones previstas para la CHS en el proyecto LIFE+Cerceta implican la compra de unas fincas adyacentes a la laguna de El Hondo de Elche para, a continuación, crear un hábitat adecuado para la reproducción de esta especie, el pato más amenazado del mundo. Aunque la tramitación administrativa de esta compra es especialmente compleja, y requiere de la intervención de diferentes organismos de la administración general del Estado para cumplir con la legislación vigente, se van consiguiendo avances en la dirección correcta.

Una vez se consume y sean ejecutadas las obras necesarias, también se realizará un seguimiento de la efectividad de las acciones del proyecto. Mientras tanto, la CHS colabora activamente en acciones responsabilidad de otros socios del proyecto.

En ciudades como Madrid se ha conseguido una espectacular recuperación del entorno de sus ríos abriendo las presas y recuperando la dinámica natural de sedimentos de manera permanente ¿Ve factible algo así en la ciudad de Murcia o Orihuela?

Quien ha paseado últimamente por el río Manzanares, incluso sin tener nociones de ecología, habrá sabido apreciar la explosión de vida que la recuperación de la dinámica fluvial ha propiciado en el tramo urbano de dicho río. Un río menos constreñido por presas y compuertas es un río vivo, que genera de manera natural diferentes entornos y oportunidades, lo que aumenta la riqueza en especies y la resiliencia del conjunto.

Para llegar a este punto ha sido necesaria una conjunción de factores sociales, políticos y económicos, pues resulta necesaria la reivindicación ciudadana de su propio río, el acuerdo de todas las administraciones implicadas, la consideración de todos los legítimos intereses afectados, y el respeto a las salvaguardas a la seguridad de los bienes y las personas.

En la actualidad trabajamos para conseguir estas condiciones de contorno, mostrándose la Confederación siempre proclive a analizar cualquier propuesta que mejore la calidad ambiental del río y ponga en valor su papel como elemento vertebrador de la ciudad.

El cambio climático supone un desafío en todo el país ¿Cómo cree que se debe afrontar?

Efectivamente, se trata del mayor desafío al que nos enfrentamos -y no sólo en España-. El cambio climático es un desafío global, y globales deben ser las respuestas que demos. Pero la modelización de sus efectos nos advierte que serán especialmente severos en algunas zonas concretas del planeta, y la cuenca mediterránea es una de ellas.

La normativa española en materia de agua y, en especial la de Planificación Hidrológica, ya venían reconociendo este hecho y exigiendo que el cambio climático fuera tenido en cuenta en los horizontes de planificación. Este marco normativo se ha visto recientemente ampliado y reforzado por la ley 7/2021, de cambio climático. La adaptación debe conseguirse desde distintos enfoques, incluyendo cambios en el sistema productivo que consigan reducir la demanda de agua, y políticas públicas que faciliten la disponibilidad de este preciado elemento y garanticen que la satisfacción de las demandas no se hace a costa de intensificar las presiones sobre los ecosistemas.

El cambio climático es un desafío global, y globales deben ser las respuestas que se den.

Las especies exóticas invasoras constituyen otro de los retos en cuestión de medio ambiente, y el medio acuático es uno de sus vehículos preferidos. ¿Qué medios se necesitan para vigilar y prevenir la entrada de nuevas y peligrosas especies, como el caracol manzana o el mejillón cebra?

Las especies exóticas invasoras son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en todo el mundo y en la CHS tenemos, por desgracia, suficiente experiencia sobre esta problemática.

Los proyectos LIFE+SEGURA-RIVERLINK y LIFE+RIPISILVANATURA fueron una primera toma de contacto para mucha gente y generaron un importante bagaje en forma de experiencia de gestión, aprendizaje y creación de capacidades, y contacto con otras administraciones y con expertos del mundo científico y de la investigación. Además, el segundo de estos proyectos produjo como uno de sus resultados el Manual de Gestión de Especies Exóticas Invasoras en la cuenca del Segura, que ahora constituye el marco básico de referencia para esta problemática.

En esta línea, el área de Calidad de la Comisaría de Aguas ha incluido el seguimiento de algunas de las especies potenciales más preocupantes, entre ellas el mejillón cebra, en el marco del contrato de seguimiento de estado de las masas de agua, lo que constituye una red de alerta temprana.

Por otro lado, el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia tiene una importante partida a invertir en restauración de ríos y riberas, lo que permitirá financiar algunas actuaciones para seguir recuperando bosque de ribera y controlando la invasión de la caña común en nuestros cauces. Sin embargo, cuando se trata de invasoras resulta fundamental contar con la colaboración de toda la sociedad para conseguir una detección temprana.