El próximo mes de julio se celebrará en Torrevieja la 68ª edición del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía, teniendo lugar en el «Teatro-Auditorio Municipal» por el imperativo de las catas arqueológicas que se vienen llevando a cabo en las Eras de la Sal. El Certamen Nacional de habaneras había nacido en el año 1955, ocupando la alcaldía Arturo Gómez, que a su vez manifestó su deseo de que los coros cantaran subidos en las barcazas, que en aquel tiempo transportaban la sal desde los muelles de carga de las Eras de la Sal hasta los vapores fondeados en la bahía, y en medio del mar, imagen simulada por la obra de Carmen Fraile dedicada a los coralistas ubicada frente a las eras y denominada popularmente como «La patera». Finalmente accedió a que se instalara un escenario en el paseo de Vista Alegre, lugar en donde se estuvo celebrando hasta el verano de 1975, en que se pasó a celebrar en las Eras de la Sal.

UN CERTAMEN EN EL TEATRO FranciscoSalaAniorte

Pero volviendo la mirada atrás, decir que de veinticinco a treinta mil personas fueron las que asistieron el domingo, 5 de agosto de 1956, al acto de la inauguración del II Certamen Nacional de Habaneras, que como el año anterior tuvo por marco el paseo de Vista Alegre. El tornavoz ese año lució una nueva decoración, obra de José Hódar Talavera, y sobre él se montó una batería de micrófonos como exponente del interés y expectación con el que se seguía radiofónicamente en Toda España este festival artístico. Asistieron a este acto el embajador de Cuba en España, Antonio Iraizoz y de Villar; Lamberto García Atance, presidente de la diputación provincial; el gobernador militar de Murcia, el general de brigada Asencio Porceliz; el cónsul de Panamá en la región centro-sur, Donoso González; Juan Aparicio, director general de prensa; el alcalde de Torrevieja, Manuel Tarín Sala; y otras autoridades.

Los himnos de España y Cuba fueron respetuosamente escuchados en pie por todos los asistentes. En lo que respecta a los coros, intervino fuera de concurso la «Masa Coral la Schubertiana», «el Zapato», dirigida por José Hódar, siendo objeto de prolongadas ovaciones. Seguidamente, y ya dentro del concurso, en la modalidad de grandes conjuntos, cantó la «Masa Coral de Educación y Descanso» de Lorca, compuesta por cincuenta voces mixtas y una rondalla de veintitrés instrumentistas. También fuera de concurso, y como final actuó la «Masa Coral de Educación y Descanso» de Torrevieja, «el Alpargate», dirigida por Francisco Vallejos.

La curiosidad más destacada de este certamen consistió en un fuerte temporal de levante que obligó a suspender la velada del lunes y atrasar la del martes al teatro «Nuevo Cinema», que resultó insuficiente para albergar a un numeroso público, parte del cual se quedó en calle, al no poder adaptarse la numeración del aforo de recinto del paseo de Vista Alegre a la del patio de butacas del teatro, ubicado donde en la actualidad se alza el «Teatro Municipal». Otro festejo más fuera de programa, para los forasteros veraneantes que visitaban Torrevieja, fue el asistir continuamente a la escollera de Levante del puerto -entonces en construcción- para ver romper furiosamente las olas del mar.

Todos los conjuntos que intervinieron en la noche del martes, 7 de agosto, en el teatro «Nuevo Cinema» lo hicieron fuera de concurso, siendo el primer coro que actuó la Masa Coral Torrevejense de Educación y Descanso, bajo la dirección del maestro Francisco Vallejos, «el Caliche», interviniendo a continuación el trío «Las Vegas», compuesto por Asencio Cerezo, Antonio Martínez y José Palazón, que con muy buen gusto y acompañados por guitarras cantaron la habanera «Tú», «Adiós», el vals «Corazón, corazón», finalizando su actuación entre aclamaciones cantando a petición del público «El retorno».

La segunda parte se inició con la intervención de la «Escolanía de la Santa Iglesia Catedral» de Murcia, que había obtenido hacía poco tiempo grandes éxitos en París, dirigida por Pedro Azorín. Dentro de este conjunto de gran musicalidad y armonía hay que destacar al niño Luis Gonzalo Cascales, con unas grandes facultades de voz, atacando las notas altas con un afinamiento que presagiaban una carrera artística con renombre internacional. Fue número final de esa noche la «Masa Coral la Schubertiana», que cantó de modo magistral sobre el escenario del «Nuevo Cinema» las habaneras «Niña hermosa», «Mi anhelo», «El negro que vende flores», «Ya pienso en ti» y «Era una flor», recibiendo insistentes aplausos del público.

El miércoles, 8 de agosto, amainado el temporal de levante, el II Certamen Nacional de Habaneras volvió a su recinto en el paseo de Vista Alegre, bajo un cielo que plasmaba estrellas sobre las banderas de Cuba y España, devolviendo la calma de los elementos y con el fondo de una mar todavía embravecida se volvió a retomar el lugar por antonomasia de los Certámenes de Habaneras de aquella lejana época.