Tras la pandemia, Orihuela ha vuelto a los Murales de San Isidro, como a su huerta y su higuera, celebrando una novena edición en honor al poeta Miguel Hernández durante este fin de semana. En un ambiente festivo, desde que arrancó en la tarde del viernes, con la música como protagonista, se dio cita una decena de conciertos, con los oriolanos Varry Brava, que compitieron en el Benidorm Fest para ir a Eurovisión, como plato fuerte.

Recitales y rutas teatralizadas entre las paredes pintadas y "Tras los pasos de Miguel". El ritmo continuó con pasacalles y batucada. La diversión para los más pequeños llegó con la fiesta "Ríete siempre", en alusión a uno de los versos del poema "Nanas de la cebolla", con hinchables, talleres y juegos tradicionales. Y hasta hubo torneo de fútbol sala.

Los Murales de San Isidro ya tienen once nuevos diseños. Casi todos reivindicativos, para llegar a las trincheras: "¡Aquí echaremos raíces antes que nadie nos eche!", del poema "Llamo a la juventud". Lo realizó la Asociación Salvemos Cala Mosca, que también aprovechó la jornada para recabar un centenar de firmas contra «la aberración» que supone construir más de 2.000 viviendas en el último kilómetro virgen que queda en el litoral oriolano.

Mural realizado por la Asociación Salvemos Cala Mosca

Más color y versos inundan las calles en las que también se restauraron nueve murales de aquella pinacoteca hernandiana que comenzó en 1976, bajo amenaza de la Guardia Civil, y se retomó en 2012.