Ernesto Álvarez, médico de Urgencias con 25 años de experiencia, facultativo del Hospital Universitario de Torrevieja, aseguraba en un entrada en Facebook que los pacientes se mueren «infelizmente» en los pasillos del servicio en el que trabaja. Y que es consciente «del dolor y sufrimiento» de los muchos usuarios que acuden a la puerta del centro sanitario y tienen que permanecer largas horas para ser atendidos. «Los culpables son la gerencia y la dirección de este hospital (...) Pasamos largas jornadas con pocos recursos atendiendo un alto volumen de pacientes, graves, algunos infelizmente fallecen en los pasillos por la indolencia y la mediocridad de la nueva jefatura del servicio». Además mantiene que un paciente de 56 años murió tras una espera de nueve horas, «sin que los nuevos jefes se dignaran a reforzar el servicio».
Médicos que trabajan en Urgencias aseguran que la situación del servicio nunca ha sido tan precaria como ahora, con menos de la mitad de los médicos necesarios por turno -tres de ocho- y demoras que superan las 12 horas sin que haya llegado el verano
En el texto también se asegura que el hospital ha contratado a una médico de origen ruso que no se puede expresar en castellano y tampoco puede redactar historias clínicas. Este mensaje se producía solo unos días después de que los dos nuevos jefes de servicio hayan asumido su puesto. Y luego ha sido retirado. Las redes sociales funcionan así. Tan pronto se da la cara, como desaparece en un instante, como si nada hubiera pasado.
Durante el periodo concesional de Ribera se dieron situaciones de demora muy similares en Urgencias a las que se reflejan en redes sociales ahora. Jornadas de presión asistencial elevadas en julio y agosto, o con epidemia de gripe y enfermedades respiratorias en invierno, como ha recogido este diario en los últimos quince años, pero que no eran denunciadas desde dentro por los profesionales sanitarios. Tampoco por los pacientes. Eran profesionales contratados por una empresa sanitaria privada como indefinidos, pero sin plaza fija como las que mantienen ahora. Con el potente servicio jurídico detrás de la empresa, expresar en público las deficiencias de funcionamiento del centro hospitalario era muy difícil sin exponerse a sanciones. La concesionaria actuaba para impedir manifestaciones críticas bajo amenaza de despido. Ahora el personal subrogado por Sanidad, con la garantía de su plaza fija en el área, puede expresarse con más libertad, aunque sí a riesgo de ser expedientados. El estatutario, que ya comienza a representar un porcentaje elevado de la plantilla, también está blindado.
La dirección del Hospital ha expedientado a un médico estatutario que denunció en facebook la muerte de un paciente en el el vestíbulo de espera de Urgencias por falta de medios humanos y en la que agregaba que los nuevos jefes no ven pacientes.
La captación de imágenes por parte de los medios de comunicación del vestíbulo de Urgencias ha estado totalmente prohibida, como en todos los hospitales, desde que se puso en marcha el centro sanitario. Los servicios de seguridad se han empleado a fondo para hacer cumplir esa prohibición, como ha podido comprobar INFORMACIÓN en numerosas ocasiones. Se advertía con cartelería en todas las dependencias sanitarias. Pero en las últimas semanas, imágenes y vídeos del interior del centro sanitario se han multiplicado en las redes sociales. Los usuarios -los pacientes- con horas de demora por delante, han interiorizado que a golpe de móvil todo es posible y que hay que reflejar lo que pasa.
Como ejemplo, el concejal portavoz de la oposición del PP en Guardamar, Vicente Zaragoza, ha distribuido en su cuenta de Facebook una de estas imágenes dentro del vestíbulo de Urgencias del Hospital sin tener en cuenta la intimidad de las personas que estaban en el centro hospitalario, porque las caras no estaban pixeladas.
Aportaba una imagen no muy distinta a la que cualquier usuario conocedor de Urgencias se ha podido encontrar en el centro en los últimos años. Pero ahora las quejas se multiplican. En especial en el servicio de Urgencias, en el que hay 26 médicos. Una cifra que los sindicatos aseguran que no se ajusta a la realidad porque se cuantifican médicos contratados solo para hacer guardias de los 36 que deberían estar adscritos al servicio. También en Radiología, cuya falta de especialistas ha bloqueado por completo la actividad asistencial de muchas especialidades durante semanas.
Buzoneo
No va a ser un verano sencillo. El centro de Torrevieja ha registrado un buzoneo masivo invitando a los vecinos a sumarse a un sitio en Facebook donde se recogen las quejas y denuncias públicas sobre el funcionamiento del centro sanitario. En unos días ha logrado sumar a más de mil usuarios. Afectados por la reversión del Hospital, se llama. Aunque el folleto no está firmado, la página a la que remite en redes sociales está administrada por la Plataforma Sanidad Excelente, colectivo nacido en Torrevieja antes de la reversión, presidido por una exconcejala del PP y que reivindicó que la Generalitat mantuviera a Ribera en la gestión.
La reversión afecta a Urgencias, Radiología -que se convirtió en el embudo del resto de especialidades al no tener capacidad para diagnosticar pruebas-, y Atención Primaria. Otros servicios han comenzado ahora a retomar cierta normalidad.
En el folleto se destacan sobre todo problemas de saturación en la puerta de Urgencias donde, en Semana Santa, algunos pacientes permanecieron en el área de Observación más de sesenta horas. A todo color y en papel de calidad recoge titulares de prensa y emplea imágenes de medios de comunicación, sin permiso ni atribución de autoría, un "todo vale" donde al usuario que se queja le importa bien poco la autenticidad de la fuente. Buena parte de las informaciones que recopila se corresponden con la realidad, pero otras se alejan bastante. Es el caso de la denuncia de una paciente que asegura que durmió en un saco de dormir junto a un familiar enfermo. Insistió en acompañar a un familiar con covid. Algo que no está permitido ni en Torrevieja ni en ningún otro centro sanitario, aunque finalmente lo consiguió. La denuncia diaria de lo que ocurre en el centro sanitario «rescatado» por la Generalitat -que tampoco fue especialmente diligente a la hora de supervisar la concesión en Torrevieja porque funcionaba-, coincide con el anuncio de la Generalitat de revertir la gestión del Hospital de Dènia, gestionado también por Ribera.
