La rambla de Lo Maseras en San Miguel Salinas presenta un caudal de agua continuo desde 2016. No están claras las causas, pero los agricultores aseguran que está relacionado con la elevación del nivel freático del acuífero del Campo de Salinas. Una elevación que a su vez tiene su origen en un ciclo de precipitaciones torrenciales que se inició en diciembre de 2016 y se ha mantenido en una sucesión de episodios hasta esta misma primavera. La Asociación de Vecinos de San Miguel de Salinas "San Miguel Arcángel" mantienen por su parte, que es cierto que hay un caudal que nace en Lo Maseras y es mayor en los últimos años, pero gran parte del volumen hídrico se deriva del drenaje de los cultivos intensivos de cítricos del Campo de Salinas, cargados de fertilizantes, que presentan una elevada aportación de nutrientes.Son hasta 50 litros por segundo del mismo tipo de agua que ha contaminado el Mar Menor. Un aforo considerable que difícilmente puede explicarse por causas naturales, según las mismas fuentes, y menos si se mantiene constante durante todo el año, incluidos los meses de julio y agosto que suelen ser los meses más secos. Los propietarios de las fincas que se localizan a partir de la intersección del cauce con la CV-95 y a lo largo de varios kilómetros las han protegido con muros, han intubado tramos y encauzado el flujo continuo del agua. Se ha construido un canal artificial mediante el alzamiento de muros, encementado del suelo, levantamiento de motas, utilización de las tuberías de riego o por zanjas al aire libre hasta la finca de La Marquesa en Los Montesinos.
"Lixiviados agrícolas"
El colectivo vecinal asegura que la cantidad e intensidad de las transformaciones de terrenos de secano en regadío que se han llevado a cabo en la cabecera de las cuencas vertientes a la laguna desde los años ochenta con la llegada del agua del trasvase, ha disminuido la capacidad de infiltración del suelo. Además ha generado un flujo constante y permanente de agua procedente "de los lixiviados agrícolas que contaminan y destruyen los campos de cultivo a su paso". La rambla Lo Maseras nace en las estribaciones de Sierra Escalona, en la finca de ese nombre, y se pierde por infiltración en las inmediaciones de la laguna de Torrevieja. O se perdía. Porque el colectivo vecinal asegura que termina en el parque natural de la laguna de Torrevieja. Algo que ya apuntaban los estudios previos a la elaboración del Plan General hace más de veinte años, tal y como recoge con documentación técnica pública y oficial el propio colectivo vecinal.
Un emisario submarino en Ferrís
Sin embargo los agricultores explican que el caudal es exclusivamente natural, que al atravesar zonas yesíferas contiene una gran cantidad de sal y al penetrar en muchos de los bancales -que han colmatado el cauce natural de la rambla-, seca los árboles. Afirman que se dirige al colector instalado en la orilla de Torrevieja desde los años ochenta precisamente para proteger las aguas de la laguna y la explotación salinera, para salir por el -más que desconocido- emisario submarino de la cala de lo Ferrís, en Torrevieja. Una obra autorizada en su día por el Gobierno central, que se utiliza tanto para evacuar los drenajes como para evitar su infiltración en la laguna salinera.
Al objeto de evitar que el agua queme los limoneros y naranjos, desde 2016 numerosas fincas han desviado o realizado encauzamientos del agua mediante la ejecución de soleras y canales a cielo abierto. Esto ha provocado su concentración en un único chorro que ha terminado por inundar el camino vecinal de La Marquesa poniendo en peligro los cimientos de las edificaciones y viviendas de la zona, y en periodos de lluvias anega también la carretera comarcal CV-943. Además provoca la acumulación de agua en una profunda charca junto a los colectores de desagüe de la autopista Alicante-Cartagena, como ha podido comprobar este diario. A los vecinos de la partida rural de La Marquesa, que todavía mantiene en pie la ermita de este histórico lugar de poblamiento en el llamado Campo de Salinas, les da igual de donde viene el agua. Lo que quieren es que el problema se resuelva de una vez por todas. Porque cada vez que llueve, y durante meses el agua ha anegado el camino vecinal.
El equipo de gobierno del PSOE-IU en San Miguel de Salinas quiere destinar los 400.000 euros del proyecto de drenaje sostenible urbano que financia la Generalitat, generado por el plan Vega Renhace, a realizar una obra con pozo que recoja el agua y conecte el caudal con el colector del emisario de Ferrís. Este diario ha intentado recabar la valoración del alcalde Juan de Dios Fresneda sobre el proyecto.
Los vecinos, como recogió este diario, sin embargo consideran piensan que el dinero debería destinarse a un proyecto en el casco urbano de San Miguel de Salinas, que es además lo que señalan los requisitos de las ayudas autonómicas que la Generalitat va a entregar a 27 municipios de la Vega Baja y que se están destinando mayoritariamente al casco urbano. Y en este sentido han alegado el proyecto. Mientras, el agua sigue buscando sus propios caminos .
UN POSIBLE PROCESO DE CONTAMINACIÓN QUE YA APUNTABAN LOS ESTUDIOS AMBIENTALES DEL PLAN GENERAL
En las alegaciones que la Asociación de Vecinos ha presentado al proyecto de drenaje sostenible explica que además de la afección a los campos de cultivo del torrente de "lixiviados agrícolas", señala el impacto que puede tener este vertido en el parque natural de la Laguna de Torrevieja y la Mata "generando un proceso de contaminación similar al ocurrido en el Mar Menor".
Los trabajos ambientales realizados para la elaboración del Plan General ya hacen referencia a la potencial contaminación por nitratos de la laguna de Torrevieja por los lixiviados agrícolas procedentes de las explotaciones agrícolas de San Miguel de Salinas. En este sentido se cita textualmente: “Asimismo, merecen una especial atención las escorrentías que, procedentes de buena parte del término, alcanzan la Laguna de Torrevieja. Esta laguna, junto con la de La Mata, debido a su elevado interés ecológico, ha sido declarada Paraje Natural por la Generalitat Valenciana. Si estas escorrentías portaran en algún momento elevadas concentraciones de pesticidas o nutrientes que podrían proceder, entre otros lugares, de los cultivos situados en San Miguel de Salinas, repercutirían negativamente (bien directamente por toxicidad o indirectamente mediante la eutrofización) en la fauna de dicho paraje natural. No obstante, estos aspectos salen del ámbito municipal y han de ser regulados por el Plan Rector que desarrolla dicho Paraje, aprobado mediante Decreto 49/1995, de 22 de marzo, del Gobierno Valenciano.” Los vecinos considera que "desgraciadamente, nos encontramos inmersos en esa situación hipotética que se planteaba hace casi dos décadas por los redactores del Plan General de Ordenación Urbana".
