Callosa de Segura dispone de 1.722 hectáreas de suelo agrícola que se destinan principalmente al cultivo de cítricos y herbáceos, lo que representa un 68,80% de la superficie del municipio. El 84,54%, es decir 1.456 hectáreas, está cultivado o parcialmente cultivado, de forma que el terreno abandonado representa el 15,46% (266 hectáreas).  

Para recuperar la actividad, aumentando las oportunidades de trabajo y de negocio relacionados con el sector agrario, el Ayuntamiento ha puesto en marcha el "Banco de tierras", un servicio gratuito para poner en contacto a propietarios con demandantes de parcelas.  

"Impulsar iniciativas que estimulen y faciliten la recuperación de tierras abandonadas, acompañadas de normativa y fiscalidad que las potencien, se considera una opción necesaria para atajar el abandono de tierras de cultivo", ha manifestado el concejal de Agricultura, Trino Grau. 

El análisis territorial demuestra que se da sobre todo en las parcelas con menor superficie, por lo que la estrategia de recuperación de la actividad agrícola en el territorio se dirigirá a aglutinar terrenos con mayor extensión, ya que "esto permite una mayor rentabilidad del cultivo al concentrar toda la producción en una misma parcela, al mismo tiempo que ahorra costes de trabajo frente a los propietarios que tengan varias parcelas agrícolas separadas y de menor extensión", ha explicado el edil. 

En la localidad hay "una elevada micro parcelación del terreno agrícola, con una superficie media de 0,58 hectáreas por parcela, de las cuales la mayoría está cultivada", ha añadido. Con todo, ha destacado que 1.416 parcelas están categorizadas como cultivadas, "un elevado número que indica que la actividad agrícola en el municipio se mantiene muy activa pese a las limitaciones que tiene la agricultura actualmente como actividad económica".

El "Banco de tierras" se gestiona través de la Agencia de Dinamización Rural Buscatierras, que trabaja desde hace siete años con ayuntamientos de siete comunidades autónomas: Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Región de Murcia, Andalucía, Extremadura, Canarias y Baleares. En concreto, en la Vega Baja ya se han unido a esta iniciativa San Isidro, Formentera del Segura, Granja de Rocamora y Cox.

Esta herramienta, que gestiona el parcelario rústico del municipio para la recuperación agraria, pretende dinamizar los entornos rurales, contribuyendo al emprendimiento y al relevo generacional para sembrar vocaciones agrarias, desde el ámbito escolar y los huertos comunitarios hasta la creación de negocios agroalimentarios. Según el informe anual del Ministerio de Agricultura, en 10 años el 62% de los agricultores se habrán jubilado. "Trabajar la tierra supone gestionar el territorio, fijar población y luchar contra el cambio climático", indican desde Buscatierras.