Solo un día después de que el PP urgiera al equipo de gobierno de Orihuela, conformado por PSOE y Ciudadanos, a presentar los presupuestos, la alcaldesa Carolina Gracia ha comparecido ante los medios de comunicación para anunciar que ha dado orden al departamento de Hacienda -concejalía que está a su cargo-, para que "se externalice la confección del documento", ya que es "la manera más ágil" de lograr el objetivo marcado: elevar la propuesta en julio a junta de gobierno. Tal y como adelantó este periódico, la intención del equipo de gobierno es que pasen por este órgano antes de las fiestas de Moros y Cristianos, que abarcan la primera quincena. Con todo, se dispone de un plazo muy ajustado para sacar la licitación, aún sin que se conozca el coste ni la fecha, de forma que las empresas presenten sus ofertas y finalmente se adjudique y se ejecute el encargo.

Así, Gracia pretende "zanjar el debate de si el gobierno cumple", ya que, como ella misma ha recordado, se comprometió el pasado 25 de abril, en el debate de la moción de censura que le dio el bastón de mando, a que la primera medida sería aprobar esta herramienta para 2022, "la más importante de planificación para hacer frente a la gestión diaria". Incluso, en días posteriores fuentes del bipartito afirmaron a este diario que se produciría en el primer mes de gobierno.

No obstante, la regidora ha reconocido que "se ha retrasado", porque "esta decisión se truncó el 6 de mayo, cuando el BOE publicó que el ayuntamiento tendría una nueva interventora", que asumió su cargo este lunes, el mismo día que el PP denunció que el principal motivo esgrimido para sacar adelante la moción -la parálisis y bloqueo de Orihuela- era solo una excusa. En este sentido, ha criticado que "esto la oposición no lo cuenta porque rompe con el discurso victimista de que este gobierno no cumple con la palabra dada", y ha demandado al PP "seriedad y rigurosidad".

Al mismo tiempo, ha recalcado que encargar la redacción de los presupuestos a una empresa externa es "una decisión valiente" que se ha tomado por "criterios de operatividad" y tras una primera reunión con la nueva interventora. Así, se "garantiza que Orihuela tenga cuanto antes un presupuesto actualizado", puesto que están prorrogados desde 2018.

Además de insistir en que se desbloquea la acción municipal, ha subrayado que es "una decisión consensuada", pese a que ha comparecido sola, cuando lo habitual desde que asumieron el gobierno ha sido que Gracia realizara declaraciones junto con el vicealcalde, José Aix. También ha resaltado que durante el último mes se han trabajado las líneas que centrarán los presupuestos de este año.

"El presupuesto no es solo una tabla de excel, sino que lleva una serie de documentos, como memorias de Alcaldía, que se confeccionan por el departamento de Hacienda, se eleva a la junta y después al pleno", ha explicado Gracia, que ha añadido que "aunque suele hacerla personal municipal, en los últimos siete años toda esta labor la ha desarrollado personal eventual", por lo que con el cese del exalcalde Emilio Bascuñana "toda la documentación dejó de estar en disposición del Ayuntamiento".

En cuanto a las declaraciones de Bascuñana sobre que han dejado los deberes hechos y a su ofrecimiento a aportar el trabajo realizado, la alcaldesa ha indicado que "lo que existía era nada". "Esto pasa por derivar responsabilidades municipales a personal eventual", ha insistido.

Por último, ha querido poner en valor los logros hasta ahora, con la aprobación en el primer pleno de la adquisición de un inmueble para la ampliación de los juzgados, la reactivación de la rehabilitación de las norias gemelas, el parque de educación vial, el reglamento de mercados y el adelanto de un montante para que el museo arqueológico culmine las obras, entre otras medidas que se incluyeron en una modificación presupuestaria de 1,4 millones de euros.

También ha recordado la puesta en marcha del Centro de Emergencias de la Costa, la reactivación de la zona azul el próximo 27 y la solución al conflicto en las obras de ampliación del IES Tháder. "Los temas no se enquistan con el nuevo gobierno", ha concluido.

Plazos ajustados

El equipo de gobierno es consciente de que cuando termine el proceso de confección del presupuesto, pase a junta de gobierno y después al pleno más un periodo de exposición pública ya se tendrá que estar hablando de los de 2023, que en otros municipios suelen empezar a negociarse en octubre de cada año para que entren en vigor el 1 de enero.

Orihuela, que no tiene nuevas cuentas desde el ejercicio 2018, se maneja con prórrogas que hacen imposible afrontar imprevistos, como la pandemia, la subida de precios o la invasión de Ucrania, ni acometer nuevas inversiones ni actualizar los contratos en vigor, lo que se traducen en deficiencias en la prestación de los servicios.