Acuamed, la empresa estatal que gestiona la desalinizadora de Torrevieja ha cerrado con una valla perimetral fija el acceso al dique de Poniente en el puerto torrevejense. Desde 2014 la empresa pública tiene paralizadas las obras de construcción de un paseo sobre este dique del puerto de Torrevieja. La empresa adjudicataria las abandonó cuando estaban acabadas al 80%. Durante todo este tiempo los vecinos del barrio del Acequión y San Roque han empleado la explanada como paseo improvisado en una zona del sur del casco urbano. El vallado era de obra y se podía desplazar y retirar. Este proyecto inacabado ocho años formaba parte del plan de infraestructuras de restitución del Gobierno central como compensación a la ciudad por el impacto de la construcción de la planta desalinizadora de Torrevieja.

Sin restitución

No sin dificultades la planta desalinizadora más grande de Europa comenzó a operar y servir agua producto en 2014 con una demanda de caudales por parte de los agricultores muy reducida. Ahora produce 80 hectómetros que se destinan íntegramente al regadío y tiene previsto doblar su capacidad para generar 120 hectómetros anuales por la sobredemanda del Campo de Cartagena (Murcia) y en menor medida las comunidades de regantes de Alicante, pese al elevado coste del metro cúbico. Pero de esos proyectos de restitución no hay ni rastro -el único terminado se llevó a cabo en 2013 con la reurbanización del barrio de San Roque por 5 millones de euros-. 

Acuamed asegura que ha logrado rescindir el contrato con la empresa que abandonó la obra en 2014 pero que la culminación de la infraestructura necesita de un nuevo proyecto.

Acuamed tiene tan clara su intención de no retomar las obras que también va a contratar un servicio de inspección y vigilancia del propio vallado y del estado general de lo que está acabado. En el expediente la empresa estatal explica que -por fin- ha resuelto el contrato de obras anterior, "por llevar suspendido varios años, ante la imposibilidad de finalizar las obras incluidas en el proyecto". Y para finalizarlas "es preciso redactar un nuevo proyecto". Hasta que se puedan licitar "hay realizar un servicio de inspección y mantenimiento en la zona de obras ya ejecutadas, para evitar el acceso". El objetivo, con un coste anual de unos 18.000 euros (IVA incluido) es evitar posibles actos vandálicos y accesos incontrolados a la instalación "como los que se produjeron en el pasado que pueden suponer riesgo para las personas".

Nuevo vallado en el dique de Poniente, que separa la playa de Los Náufragos de la playa del Cura en Torrevieja TONY SEVILLA

El cierre evita cualquier responsabilidad patrimonial de la empresa ante el riesgo de accidente de los viandantes que emplean el paseo sin terminar. También impide, en parte, la entrada de jóvenes al faro de Poniente que es utilizado para el baño y saltos al mar desde más de tres metros de altura. En el anterior mandato el Ayuntamiento de Torrevieja aseguró que el paseo apenas necesitaba un remate de cincuenta mil euros para ubicar mobiliario, alumbrado y medidas de seguridad junto a la cinta de la sal.

Vecinos

Los vecinos se han quedado sin su paseo improvisado. Pero tampoco se sabe mucho del resto proyectos pendientes en el plan de restitución. Solo se cumplió la citada reurbanización del barrio de San Roque y adjudicada, también, a Acciona. Está en fase de proyecto -lo está una década- la construcción de un paseo marítimo para la playa del Acequión y remodelación de la avenida de Gregorio Marañón, situada en paralelo, además del paseo de Los Náufragos y la senda peatonal desde esa playa hasta la cala de Lo Ferrís. Durante el anterior mandato municipal una de las prioridades del gobierno local fue intentar sacar adelante estos proyectos además con aportaciones de diseño del Ayuntamiento.

El actual equipo de gobierno del PP no ha hecho especial hincapié en el asunto. Acuamed pidió al municipio que presentara, de nuevo, sus propuestas para estos proyectos y ha contratado a una empresa externa para llevar a cabo ese trabajo. Sin embargo, al margen de la terminación del paseo de Poniente, el gobierno de Eduardo Dolón ha dejado estos proyectos en un segundo plano teniendo en cuenta que Acuamed no termina de aclarar por qué ni tan siquiera puede acabar la obra del dique de Poniente, y sobre todo porque confía en poder "vender" antes de las elecciones municipales de 2023 otras grandes obras tanto ajenas -la transformación del puerto adjudicada por la Generalitat a un empresario de la Vega Baja- como propias: la remodelación del dique de Levante o el nuevo paseo de La Libertad.