Un día después de que el Ayuntamiento cerrara "hasta nuevo aviso" tres de sus 11 playas al detectarse "un alto nivel de contaminación de origen residual", la Concejalía de Playas ha reabierto Cala Mosca, Cala Cerrada y Cala Bosque tras nuevos análisis en los que "no se ha detectado ningún elemento contaminante que impida el baño", según ha informado la administración local.
En este sentido, el departamento que dirige Antonio Sánchez ha pedido disculpas a los vecinos y turistas por las molestias ocasionadas, además de "agradecer a todas las áreas del Ayuntamiento, instituciones y empresas de servicios el trabajo realizado durante estas 24 horas para solucionar de manera muy profesional esta incidencia en nuestro litoral".
El incidente ha dejado imágenes curiosas de playas sin bañistas en pleno julio. Al detectarse los vertidos de aguas fecales, se colocó la bandera roja y la Policía Local desplegó su dispositivo de drones para controlar que nadie se metiera en el agua. Varios agentes informaron a los usuarios en los accesos, donde también se pusieron carteles de advertencia.
Algunos de los que fueron dispuestos a darse un chapuzón se marcharon con la sensación de "empezar mal el verano", mientras que otros achacaron el episodio, de nuevo, a la saturación de un litoral cuyo crecimiento no va acompasado con mejoras en los servicios e infraestructuras.
