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La planta de transferencia de Dolores comienza a tratar los residuos del municipio y de Orihuela

Las instalaciones arrancan con un periodo de prueba con las basuras de solo dos localidades a las que se irán sumando los otros 25 municipios, dando prioridad a los que las llevan al vertedero de Xixona, aunque no ha trascendido el calendario

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Abre la planta de transferencia de residuos de Dolores Áxel Álvarez

La planta de transferencia de basuras de Dolores ha abierto hoy sus puertas después de un requerimiento de la Generalitat el pasado viernes ante el volumen de residuos de la comarca en esta época estival que está superando las previsiones e incluso lo que se generó el año pasado, lo que está provocando problemas en los vertederos a los que la Vega Baja lleva sus basuras -Villena, Fontcalent en Alicante, Piedra Negra de Xixona y Elche-, que no tienen capacidad para asumir tal cantidad de otras zonas en esta época del año.

De momento, lo ha hecho en periodo de prueba para constatar que todas las instalaciones funcionan correctamente, por lo que ha comenzado con residuos del propio municipio y de Orihuela. Progresivamente, se irán incorporando los otros 25 municipios, dando prioridad a los que llevan sus residuos a Xixona; es decir, además de Orihuela, Almoradí́, San Fulgencio, Rojales, Granja de Rocamora, Cox, Rafal, Algorfa, Catral, Dolores, Albatera, San Isidro, Jacarilla, Guardamar del Segura y Torrevieja.

El motivo es que "no hay día que no se colapsen esas instalaciones por la cantidad de camiones que van de la Vega Baja", ha explicado Joaquín Hernández, presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible. Con todo, no ha trascendido un calendario para esa incorporación gradual de localidades y toneladas: "Se va a hacer lo antes posible porque es necesario terminar con tanto tráfico de vehículos por carretera que complica aún más la gestión de los residuos", ha agregado, y será según "el criterio técnico del Consorcio y de la concesionaria".

El también alcalde de Dolores y secretario general del PSOE en la comarca ha destacado que se ha cumplido "nuestro compromiso primordial y urgente", que era abrir estas instalaciones, tan solo una semana después de que haya asumido la presidencia del Consorcio al ganar la moción de censura a Teresa Belmonte (PP), regidora de Bigastro, con el apoyo del Consell y de 15 municipios que firmaron la petición de revocación de la expresidenta. Un cambio que a su vez ha sido propiciado por otra moción, a nivel municipal, que desalojó al PP de la alcaldía de Orihuela, ahora gestionada por la socialista Carolina Gracia. Hay que recordar que el 60% del voto en el Consorcio es de los municipios, el 25% de la Generalitat y el 15% de la Diputación, que se abstuvo en la votación.

De hecho, Hernández ha estado acompañado por los alcaldes de Guardamar, Rojales, Benferri, Daya Vieja, Algorfa, Catral, Jacarilla y San Isidro, así como de concejales de Orihuela, San Miguel de Salinas y Rafal.

Solo unos días antes Dolores dio licencia de apertura a la planta de transferencia de residuos, cuyas instalaciones finalizaron en noviembre, con la que la Generalitat pretende asumir la gestión de 200.000 toneladas de basuras al año.

Hernández también ha afirmado que excepto la báscula, que la va a controlar y gestionar Vaersa, la empresa pública de la Generalitat, el resto está a cargo de la concesionaria, la UTE Vega Baja (Prezero-Ortiz), con la que aún no se ha llegado a un acuerdo para actualizar y fijar la facturación de precios por tonelada -la concesión se remonta a 2008, de ahí que esté tan desfasado, pero es ahora cuando se puede poner en marcha tras la ratificación judicial del contrato-.

De hecho, este fue uno de los motivos que Belmonte dio para que aún no se hubiera abierto la planta de Dolores, ya que esto podía propiciar una demanda por parte de la empresa.

En este sentido, la resolución de la Generalitat advertía a la adjudicataria que "debe poner a disposición del servicio todos los medios materiales, humanos y de toda índole necesarios para la adecuada prestación del servicio".

En cuanto a la tasa consorciada, Hernández ha apelado a "la solidaridad de todos", porque "todos los municipios tenemos que pagar lo mismo por el tratamiento y el transporte de los residuos". Además, implementar la recogida separada de la quinta fracción también abaratará los costes de recogida, ya que la apertura de la planta permitirá disminuir los tiempos de transporte y mejorar la eficiencia del servicio de recogida.

No en vano, no es una instalación de eliminación -vertedero-, sino que su objetivo es gestionar los residuos municipales -los del contenedor gris, la fracción orgánica y los restos vegetales de podas y algas- para reducir costes de transporte a las plantas definitivas, situadas fuera de la comarca.

Así, cuando los camiones entran en la planta se pesan en la báscula para calcular la cantidad de residuos que se deposita en cada municipio. Los vehículos que transporten restos de poda y algas o residuos voluminosos como colchones y muebles depositarán la carga en la plataforma de descarga que está al aire libre.

La nave cerrada, de más de 600 metros cuadrados, cuenta con tres tolvas diferenciadas para que los camiones de recogida del contenedor gris y la fracción orgánica.

Gracias al sistema de puertas de apertura rápida y la depuración del biofiltro sostenible, no se emite ningún mal olor hacia el exterior de la nave cerrada. Cuando se acumule una cantidad considerable de residuos, los camiones transportarán los residuos a las plantas de Elche, Villena y Xixona, reduciendo así el coste económico y ambiental de los servicios de recogida municipales.

Además, para cumplir con el compromiso de sostenibilidad, la planta de transferencia cuenta con placas solares instaladas en la nave que proporcionan energía limpia y renovable. Otra de las instalaciones verdes es el biofiltro, que depura los malos olores a partir de una solución natural que no produce emisiones contaminantes.

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