El pleno del Ayuntamiento de Guardamar del Segura tiene previsto aprobar este viernes de forma definitiva una nueva ordenanza de ocupación en la vía pública que prohíbe la instalación de tarimas y cerramientos fijos con marquesinas de las terrazas de la hostelería y en los expositores de los comercios sobre la calzada y aceras. El alcalde de Guardamar, José Luis Sáez (PSOE), explica a INFORMACIÓN que el objetivo es ganar espacio público. Porque además de estas dos medidas la ordenanza obliga a los empresarios hosteleros a retirar las sillas y las mesas a diario y contar con separadores y jardineras que puedan desmontarse a diario. El objetivo es que mientras las terrazas no se utilicen puedan emplearse como aparcamiento.

Para ello el municipio tiene previsto indicar de forma clara con señalización horizontal y vertical para que no haya confusión entre los conductores sobre el tiempo pueden estacionar en un lugar concreto. Y también pretende evitar problemas con elementos sueltos en la vía pública fuera del horario de los bares y que pueden generar accidentes en caso de fenómenos meteorológicos y otros, y que no cubren los seguros de los negocios. La nueva normativa municipal es mucho más precisa que la anterior a la hora de concretar qué requisitos necesitan los proyectos que se presenten para ser admitidos por el Ayuntamiento, e incluso reclama que sillas y mesas no sean de promoción publicitaria. Algo muy habitual en negocios que empiezan para sufragar la puesta en marcha de la terraza.

Falta de información

El Partido Popular, mayoritario en la oposición, ha cuestionado la ordenanza y explica que una parte importante del sector no se enteró de la tramitación del texto en periodo de alegaciones, tal y como ha podido comprobar por una encuesta realizada en el sector. El portavoz popular Vicente Zaragoza se muestra en contra de la prohibición de tarimas porque es un elemento que iguala el bordillo de la acera con la calzada, lo que facilita el acceso. Además reclama flexibilidad a la hora de retirar la terraza en verano y Semana Santa cuando los horarios se amplían. Estas alegaciones han sido rechazadas.

El Ayuntamiento recauda anualmente 330.000 € por ocupación de la vía pública de hostelería -recuperó el pago de la tasa tras las medidas covid en enero pasado-. Esta ordenanza es un golpe de timón en la estrategia de municipios turísticos de la Vega que llevan años asumiendo peticiones del sector hostelero, más durante el covid, sin limitación de ocupación de espacio en la vía pública. El ejemplo más relevante es Torrevieja donde se da prioridad a la explotación por terrazas de aceras, calzadas y paseos frente a otros usos públicos y se mantiene la exención de tasas a600 negocios por el covid.