El Ayuntamiento de Torrevieja pretende eliminar 62 de los 162 puestos de artesanía del paseo de La Libertad, los populares puestos de los "hippies". Es la previsión de la administración local en la propuesta que ha hecho llegar a la Generalitat para obtener la concesión de 42.540 metros cuadrados adscritos al Puerto, sobre los que el municipio quiere abordar un proyecto de reurbanización. Ese espacio está ahora ocupado por la avenida del paseo de la Libertad, el propio paseo con los puestos de madera de los vendedores de artesanía, y la feria de atracciones.

Textualmente el informe del ingeniero dice: "El número total de puestos asciende a 162. Sin embargo, tras la reurbanización que se pretende, el espacio disponible para desarrollar el mercado ambulante tendrá una capacidad de hasta 100 puestos".

El alcalde Eduardo Dolón (PP), quiere llevar a cabo este proyecto al mismo tiempo que aborda la remodelación del interior del puerto un concesionario privado por adjudicación de la Generalitat para construir una macrozona de ocio y la remodelación del dique de Levante, y maneja un presupuesto de unos ocho millones de euros para acometer la transformación de los aledaños del área portuaria. Asegura que las obras podrían comenzar a principios de 2023.

El primer edil ha negado esta tarde de miércoles que se vaya a rebajar el número de puestos y ha asegurado que lo que indica el informe es solo una estimación realizada por un técnico para justificar el máximo periodo de concesión posible ante la administración autonómica.

EXTRACTO DEL INFORME MUNICIPAL EN EL QUE SE CITA LA REBAJA DE PUESTOS

Extracto del informe en el que se cita textualmente la reducción del número de puestos David Pamies

En concreto la decisión municipal de acabar con el 40% de los puestos aparece en un documento rubricado el 3 de mayo de 2022 por un técnico funcionario ingeniero Industrial en relación a la viabilidad económico-financiera de la reurbanización, a petición del director general de Urbanismo, Víctor Costa. Está además incluido en la solicitud de concesión demanial a la dirección General de Puertos de la Conselleria de Política Territorial y Obras Públicas. Esta solicitud fue aprobada por junta de gobierno el 1 de julio.

Además de desaparecer el 40% de los puestos, el informe técnico reduce las dimensiones de los que queden. Así el ingeniero calcula la recaudación futura por la ocupación de puestos limitando su superficie a un solo metro lineal: 492 euros por puesto al año. Incluso indica que el informe que la reurbanización rebajará el número "hasta 100"

El concejal secretario de la junta Federico Alarcón se limitó a leer el punto en la rueda de prensa en la que dio cuenta de los acuerdos. El alcalde Eduardo Dolón (PP) tampoco ha explicado del contenido de la propuesta más allá de recordar desde hace meses que contempla la peatonalización de la avenida de la Libertad, con su eliminación al tráfico rodado para ganar espacio peatonal, y la reurbanización de todo el espacio restante, incluida la actual valla que separa el paseo de la feria de atracciones. En otros documentos municipales, como la nueva ordenanza de transporte público, figura que se construirá un intercambiador con capacidad de paso de 20 autobuses a la hora entre el edificio de Aduanas, ahora en rehabilitación, y la zona de restaurantes y pizzerías de la céntrica plaza de Castelar. Una zona que acoge establecimientos de restauración desde hace varias décadas. También aparece la previsión de construcción de una rotonda de más de treinta metros de diámetro en el espacio comprendido entre la entrada a la calle Rambla Juan Mateo y la actual plaza de Capdepont, que desaparece a su vez. En la solicitud aparecería otra rotonda de regulación del tráfico y una actuación para ampliar la capacidad del tráfico de la avenida de Vista Alegre, una ampliación que supondría la supresión de la actual hilera de palmeras centenarias que vienen configurando la estampa de este popular paseo torrevejense desde principios del siglo XIX.

Paseo de los "hippies" de Torrevieja

La remodelación del espacio del paseo, para convertirlo en una zona peatonal en toda su extensión, desde la feria a la fachada de edificios, está pensada como una forma de esponjar una zona peatonal muy masificada ahora, en especial en los meses de verano, festivos y temporada alta.

Falta de transparencia

Por su parte, el concejal portavoz de Los Verdes, Israel Muñoz, ha indicado a INFORMACIÓN que el PP quiere, a su juicio, eliminar los puestos de los hippies tal y como aparece en este informe y lamenta la falta de información "y opacidad" del alcalde Eduardo Dolón a la hora de informar sobre este proyecto, que "quieren validar sin que lo veamos".

El concejal denuncia que el gobierno local, en su opinión, está haciendo con este asunto "todo lo contrario a lo que hace" y recordó que si los puestos tienen que ser además de un solo metro lineal -ahora muchos dos- es posible que su número total termine siendo mucho menor al centenar. Muñoz ha pedido que el alcalde "enseñe el proyecto a los vecinos" y ha criticado que la Generalitat Valenciana vaya a entregar sus competencias al municipio sobre suelo portuario en pro de los intereses del concesionario privado que va a ejecutar la zona de ocio.

Intoxicación

En contraste con lo que dice el informe, el equipo de gobierno ha "desmentido" que esté planteándose una reducción del número de puestos de vendedores ambulantes. La noticia difundida por Los Verdes, dice, "es falsa, tendenciosa y carente de la más mínima decencia política". Según el PP "la supuesta" reducción se basa en una "interpretación" del Estudio de Viabilidad económica, que, con el objeto de justificar que el Ayuntamiento pueda obtener una concesión de todo el espacio solicitado 42.459 metros cuadrados y se le pueda otorgar el máximo de años que establece la Ley de Puertos, esto es, 50 años. "Es una mera estimación media de ingresos al año, para justificar que la petición de la concesión es perfectamente viable y justificada" y "nada tiene que ver la justificación meramente económica con el proyecto de ubicación de los vendedores ambulantes y el número de casetas que se implantarán en la nueva zona del Puerto".

El Ayuntamiento, insisten las mismas fuentes que acusan a Los Verdes de "intoxicar", "lleva trabajando conjuntamente con los vendedores ambulantes un proyecto de integración de su actividad en el nuevo espacio del puerto y, en ningún momento, ni antes, ni ahora, ni un futuro se ha planteado la reducción del número de puestos de vendedores ambulantes". El PP "consciente de que nos encontramos ante el proyecto de futuro más importante para nuestro municipio está trabajando intensamente desde el minuto uno del presente mandato para que el proyecto que se realice modernice la imagen urbana de la ciudad, sea un elemento de impulso social, económico y turístico"; sin sacrificar ni un ápice los elementos característicos de este espacio tan singular, como es el caso de los puestos de mercaderes ambulantes".

UNA DÉCADA DE INCERTIDUMBRE PARA LOS VENDEDORES DE ARTESANÍA

El futuro de los puestos de los "hippies" está en el debate de la gestión municipal desde hace más de una década. Es el tiempo que la administración local lleva anunciando la remodelación del paseo, ya sea de forma independiente o a través de la creación de un nuevo espacio de ocio en el puerto. Mientras la decisión se retrasaba, en el primer mandato de Eduardo Dolón como alcalde -2011-2015-, se decidió que los vendedores se ubicaran en puestos permanentes de madera, pero sin cambiar de emplazamiento. En aquella ocasión se pagó un informe a un arquitecto donde se planteaba que funcionaran debajo del paseo del dique de Levante, que también está pendiente de una amplia remodelación en los próximos meses.

Los nuevos puestos mejoraron las condiciones de trabajo de los comerciantes y la exposición al público de sus productos, pero generó una barrera visual y también física tanto para los peatones como para las aguas pluviales, cuando llueve torrencialmente. Un efecto embudo muy apreciable durante estos meses de verano en los que el paseo es tomado por miles de personas, que no eleva la calidad de este espacio urbano. El paseo actual, construido a mediados de los setenta presenta muchas deficiencias, detectadas casi desde el momento en el que se realizó: sobre todo por la mala calidad del pavimento, además levantado por las raíces de ficus de gran porte -que probablemente desaparecerán en el nuevo proyecto como ya lo hicieron del paseo Vista Alegre-, pero también por falta de iluminación y otros servicios básicos.