El servicio de conservación de la posidonia, desplegado por la Generalitat como experiencia piloto este verano, realiza más de 60 inspecciones diarias de barcos recreativos en aguas de Torrevieja, Orihuela y la Vega Baja. Su objetivo: evitar el grave impacto que tiene el fondeo sobre la pradera de esta planta marina vital para la biodiversidad del mar.

Una pequeña lancha neumática se acerca a una embarcación de recreo fondeada a escasos 400 metros de la playa y urbanización de Cabo Roig, en Orihuela Costa. Sus ocupantes toman el sol y se dan un chapuzón lejos de la masificación que ocupa el litoral. El patrón de la lancha de la Generalitat apaga el motor. Con un mirafondos o batiscopio -un dispositivo de visión submarina con pinta de megáfono-, la técnico de la Conselleria para la Transición Ecológica escudriña el fondo marino y comprueba que el ancla no está «arando» la pradera de posidonia. Toma nota de la matrícula de la nave y su geoposición. Todo en orden.

Muchos de los que pueden disfrutar de la mar este verano con un barco de recreo ya conocen la labor informativa de este equipo que actúa en aguas de Torrevieja. Junto a otros siete trabajan en esta labor de información y conservación en una experiencia piloto que abarca de Pilar de la Horadada a Vinaròs. El objetivo es informar sobre la especial protección con la que cuenta esta especie, tras el decreto del Consell que desde antes del verano da cobertura especial a la pradera de posidonia. De la importancia de esta planta que garantiza aguas limpias da idea su papel como sumideros de carbono. Son además aliadas contra el cambio climático, reserva de biodiversidad marina y ayudan a proteger la costa de la erosión y los temporales. Sandra Verdugo y Antonio Pérez son los biólogos coordinadores de esta iniciativa que se extenderá hasta finales del mes de septiembre y, en algunos tramos del litoral, hasta noviembre.

La técnico de la Generalitat comprueba si hay presencia de posidonia en la zona de fondeo de una embarcación recreativa en Cabo Roig TONY SEVILLA

Buena acogida

Verdugo aclara que la posidonia está protegida independientemente del espacio en el que se encuentre, dentro o fuera de una reserva marina o un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). El despliegue para protegerla se hace en todo el ámbito de la costa en el que actúan los técnicos de la Conselleria. Por ello la lancha inspectora centra este verano su labor de vigilancia en aquellas zonas donde se conoce que hay mayor extensión de pradera y que coincida con una concentración más relevante de embarcaciones de recreo. Pérez añade que en el caso del litoral entre Pilar de la Horadada y Guardamar «los puntos calientes» se encuentran en el entorno de Cabo Roig, al norte de Campoamor y en Punta Prima, a caballo de la costa oriolana con la torrevejense, a poca profundidad, entre los 6 y los 15 metros.

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Técnicos de la Generalitat informan a más de 60 embarcaciones al día este verano en el litoral de la Vega Baja sobre la protección de la posidonia Tony Sevilla

La labor de conservación tiene la función de información y divulgación, y está teniendo muy buena acogida, remarcan ambos biólogos. «La gente, en general, está siendo consciente y responsable y conoce la importancia de la planta», indica Verdugo. También hay casos en los que los patrones de yates, veleros y barcos recreativos no han atendido a la petición de los técnicos, porque como recuerdan los vigilantes siempre hay alguno «más cabezón». Pero son excepciones aquellos que no han atendido las indicaciones, y de forma puntual los datos del barco sí han terminado en manos de la Guardia Civil para que determinen si se debe tramitar una sanción, recogida en el articulado del decreto del Consell. «Hay alguno que no quiere, y no quiere. Informamos y seguimos con nuestro trabajo», señala Antonio Pérez. También se realiza esta labor de divulgación en los puertos deportivos para que sus usuarios tengan en cuenta la protección de la planta marina, tanto en el uso recreativo de las embarcaciones como para la pesca deportiva. Solo Torrevieja ya cuenta con más de 2.300 puntos de amarre, y las empresas de alquiler náutico, enfocadas a un turismo con poca o nula experiencia en el mar, han experimentado un auténtico boom en los dos últimos años en la Vega Baja. 

¿Por qué es tan importante?

La posidonia es vital para el medio ambiente del Mediterráneo, no solo por su función de sumidero de carbono y generación de oxígeno. En contra de la creencia más extendida no es un alga, sino una planta acuática. Tiene raíces, rizomas -tallos- y hojas, y la capacidad de producir flores, frutos y semillas. Aunque hasta a los biólogos se les pueda escapar el término alga, porque es así y sobre la arena, como se la conoce en las playas.

La posidonia realiza la fotosíntesis como cualquier organismo vegetal. Capta CO2 y expulsa oxígeno. «Nos ayuda con el cambio climático al captar CO2, que trans forma en materia orgánica -hojas, raíces, que se van quedando enterradas en la arena», indica Verdugo. Asienta el terreno, crece sobre fondos arenosos e impide con sus tallos sobre el lecho -los rizomas- que la corriente y el oleaje generen turbidez y el agua sea más transparente. «Es superimportante -añade Pérez- porque al asentar el terreno, hace que se formen praderas o arrecifes de posidonia y que el litoral se vea menos afectado por la regresión frente a los temporales. Y también lo hace cuando se acumula sobre la arena de la playa. Además actúa a modo de jungla, es una reserva de biodiversidad y todo ello repercute en un mayor interés turístico del agua y a nivel pesquero hay más vida, más peces... La calidad del agua a nivel bioquímico es mucho mayor. Pero las anclas «o los hierros», como se dice en la Vega Baja, tienen un impacto ambiental muy negativo sobre la pradera de posidonia. «Hace daño físico y abrasivo». Arrastra y engancha el rizoma y las raíces y la arranca. «Cada centímetro que arrancan tarda mucho tiempo en regenerarse. Desertifica el fondo». Esa parte del lecho marino se pierde para la especie porque es difícil que la semilla vuelva a asentarse de nuevo. Informar y concienciar es el primer paso para proteger.